Jim: La pregunta esta noche, de D, tiene que ver con cómo, cuando hablamos con otras personas acerca de principios espirituales, uno puede evitar invadir o infringir los de ellos. ¿Podría Q’uo hablar sobre algunas directrices que uno podría seguir que aseguraran que no infringimos los principios de nadie? ¿Y si uno infringiera los principios de alguien, afecta eso nuestro karma? ¿Y si lo hace, cómo?

(Carla canalizando)

Somos aquellos conocidos para ustedes como el principio de Q’uo. Saludos en el amor y en la luz del único infinito Creador, en cuyo servicio venimos a ustedes esta noche. Les agradecemos por crear este espacio sagrado en sus vidas para buscar la verdad y por reunirse en un círculo de búsqueda. Es nuestro privilegio y nuestra bendición que nos hayan llamado a vuestro círculo y estamos felices de hablarles con relación al tema del karma.

Sin embargo, como siempre, encabezaríamos nuestras observaciones pidiendo que cada uno de ustedes use su discernimiento y su discriminación al escuchar o leer estas palabras. Porque nuestras observaciones no pueden dar en el blanco para todos en cada ocasión. En consecuencia, tomen aquellas observaciones nuestras que tengan resonancia para ustedes y síganlas si les sirve de ayuda, dejando el resto atrás. Les agradecemos por esta consideración, ya que nos permite hablar libremente sin estar preocupados de que podamos infringir o perturbar el espacio natural de vuestra búsqueda.

Notarán que hablamos de nuestra preocupación por infringir sobre ustedes cuando pedimos que sigan el camino de resonancia cuando elijan qué recordar acerca de nuestras humildes observaciones esta noche. El libre albedrío es la primera distorsión de la Ley de Uno. Esto es central en la forma en que trabaja vuestro medioambiente. Venimos de otra parte externa a este planeta. Nosotros no somos vuestros vecinos. No somos sus amigos. No tenemos derecho de darles buenos consejos de una manera tal que estén forzados a escucharnos.

Somos un principio de servicio-a-los-otros y nuestra polaridad sería perturbada si fuéramos a indicar de alguna manera que somos autoridades en las que se debe creer. Es un placer para nosotros trabajar dentro de aquellas limitaciones. No desearíamos tener un poder mayor del que aducimos. Y el poder que aducimos es sólo la habilidad de hablar a través de este instrumento con relación al único Pensamiento Original de amor incondicional en sus muchas distorsiones de las cuales el libre albedrío es una primordial.

Entre vuestras gentes, el libre albedrío es una influencia fundamental; a un nivel espiritual, absolutamente. Al nivel de lo físico, mental y emocional, no hay absoluto, porque ustedes son los vecinos y amigos los unos de los otros. Ustedes tienen el derecho de ofrecer su opinión a los otros, cuando se les pregunte. Tienen el derecho de influenciar a los otros cuando están usando su poder de maneras apropiadas, dentro de los límites de sus relaciones y aquellas que se les hayan pedido. Ustedes no tienen que estar preocupados como nosotros en el transcurso normal de sus vidas y en vuestras interacciones con aquellos en vuestro medioambiente. Es aceptable y está dentro de los límites del libre albedrío expresar su opinión cuando se les pida, e incluso discutir esa opinión de nuevo cuando se les pida.

Existen muchas formas en las cuales el libre albedrío requiere ser limitado dentro de vuestro medioambiente de tercera-densidad. Cuando uno tiene un hijo, ese niño debe tener su libre albedrío limitado muchas veces. Él debe seguir las reglas de la familia y aprender las limitaciones de su poder. No es una infracción al libre albedrío, en el sentido que exista ahí un daño kármico, para evitar que un niño se hiera a sí mismo sobre un horno caliente, o se caiga caminando fuera de la entrada, o que se dañe a sí mismo de alguna otra forma.

Cuando los padres y maestros entrenan a sus cargas y les muestran y explican cómo ser buenas personas, las aparentes infracciones sobre el libre albedrío son apropiadas y necesarias. Cuando a uno se le pide ser un guía o maestro, no es sólo aceptable sino también deseable que uno se exprese a sí mismo hasta el límite de sus habilidades, porque la guía ha sido solicitada.

Y cuando a uno se le hacen preguntas, ya sea de una naturaleza física, emocional o espiritual, es completamente apropiado ofrecer su opinión, de nuevo, usando vuestro propio sentido de la corrección y bondad para modelar vuestras respuestas.

Sin embargo, es de hecho posible que la gente dentro de tercera densidad infrinja el libre albedrío de otros de maneras que involucren karma. Tomen por ejemplo la institución que ustedes llaman matrimonio. Un matrimonio de compañeros iguales puede involucrar muchas discusiones acaloradas, pero si uno de los cónyuges se reserva el derecho de dar órdenes al otro, ha ocurrido una infracción al libre albedrío de aquel individuo cuyas libertades han sido limitadas sin su consentimiento.

En una situación de trabajo es completamente aceptable que el líder de órdenes a los empleados mientras no los avergüence, los degrade o les falte el respeto como ser humano. Cuando una entidad usa un arma para obligar o forzar a otro a cumplir su orden, ya sea en actos criminales o actos de guerra, esto también va por sobre los límites de uso aceptable y constituye una infracción del libre albedrío de aquel que es limitado.

No cabe duda de que en todas aquellas tres circunstancias y otras, hay mucha infracción al libre albedrío entre vuestra gente. Para aquellos que sientan que hay duda de si están actuando apropiadamente o si están moviéndose más allá de los límites de la influencia aceptable e infringiendo el libre albedrío de otro, podríamos sugerir que, en su mente, vuelvan las tablas y vean la situación sucediendo desde el otro lado, no desde usted hacia otro sino desde otro hacia usted. Si, en ese dar vuelta, usted ve la bondad de sus acciones, usted está lo más probablemente comportándose apropiadamente y manteniendo la unidad entre usted y el otro. Si, al dar vuelta los papeles, se da cuenta que se resentiría si tal cosa si le sucediera a usted, entonces usted sabe que ha trasgredido los derechos, la paz y la libertad de otro.

En general, usted puede confiar que está actuando bien cuando está respondiendo a la solicitud de otro, ofreciendo información o continuando una discusión.

Entendemos que cuando usted ha sido despertado y se ha emocionado y apasionado por lo bueno, lo verdadero, lo hermoso de verdades que le han sido reveladas, que parece justo y valioso compartir, es una gran tentación compartir esas maravillosas verdades con otros como una forma de relacionarse con ellos. Sin embargo sugeriríamos que se abstenga de hacerlo, relacionándose con otras entidades no por lo que usted piensa sino por lo que usted es; brindándose a sí mismo a la relación con ellos, no sus ideas. Cuando se esté relacionando uno-a-uno uno puede alentar y apoyar lo bueno que ve en otro de cualquier manera que le parezca, pero evite compartir sus opiniones excepto en la medida que parezcan aparecer en conversaciones de común acuerdo con ellos.

Como hemos dicho antes a través de este instrumento, está perfectamente bien compartir un pensamiento y dejar que ese pensamiento caiga como una semilla sobre la tierra de la conciencia de otro. Pero como Johnny Appleseed 1, no mire atrás cuando haya dejado caer esa semilla. Siga adelante. No es asunto suyo si la semilla hecha raíces o se marchita y muere.

Usted ha preguntado en relación con el karma. En respuesta, contemplaríamos el poder de las palabras. Si usted ata a otro con cuerdas, es obvio que ha quebrantado su libre albedrío. Si ata a otro con palabras, no es obvio en lo absoluto que se ha quebrantado el libre albedrío. Y sin embargo especialmente cuando aquel a quien uno le habla es alguien que tiene una relación cercana con usted, el poder de sus palabras es grande, tal vez más grande de lo que se da cuenta.

Cuando escucha, no se puede equivocar. Escuchar en forma de apoyo es una bendición para todos y no puede equivocarse de manera alguna mientras escucha. Las palabras de aliento son siempre bien venidas. Nunca quebrantarán el libre albedrío de otro. El estímulo y apoyo crean confianza entre usted y otro y le brinda a la entidad a la que está hablando obsequios para llevarse.

Sin embargo es tan fácil, cuando usted conoce a alguien muy bien, ser descuidado con sus palabras. Usted sabe las debilidades del otro. Usted conoce el sufrimiento del otro. Usted conoce aquellos puntos que duele contemplar. Usted conoce esos recuerdos, cuya remembranza causará otro dolor. Y cuando hay enojo o resentimiento a causa de un catalizador que aún no ha sido procesado, cuán fácil es presionar un botón para evocar un triste recuerdo, o de otra manera, para causar dolor con sus palabras.

Si comienza una frase, “Esto es lo que está mal en ti”, piense antes de terminar la frase. Si debe criticar, espere hasta que su corazón esté lleno de amor y compasión de tal manera que aquello que debe ser justamente compartido, sea compartido en unidad, armonía y apoyo.

Es especialmente difícil recordar ser gentil con sus palabras cuando otros son poco amables con usted. Es entendible y humano desear defenderse, y alentamos aquellas palabras de defensa que expresen vuestra creencia en sí mismo y en vuestro valor.

Tenga cuidado, sin embargo, de la tentación de herir por herir, humillar por humillar, insultar por insultar. Aquella entidad que lo ha insultado, humillado u ofendido de alguna manera le ha dado un regalo. Usted es bendecido. Siempre hay una bendición y un regalo que acompaña ser malentendido, resentido o de otra manera herido. Ese regalo es el regalo del auto-conocimiento.

El auto-conocimiento luego lo lleva a uno a una mayor conciencia de sí mismo. Todas aquellas cosas que lo desafían a uno son aquellas que promueven la madurez espiritual en aquellos que están desando trabajar con el catalizador que se le ha dado. Dar las gracias por los desafíos de insulto y agravio a través de las palabras está en contra de las costumbres de vuestra cultura. La costumbre de vuestra cultura es responder con palabras llenas de ira.

Y amigos míos, estamos al tanto de lo correcto de las emociones que fluyen a través de ustedes en aquellas ocasiones. No los desalentamos a experimentar esas emociones. Sólo los alentamos a estar conscientes del poder de sus propias palabras.

Hagan el trabajo que la ira les ofrece, que el resentimiento les ofrece, que el sufrimiento les ofrece. Dense a sí mismos el tiempo de trabajar a través de las emociones difíciles. Pero en la medida en que puedan, eviten compartir esas dificultades con aquellos que les rodean. Dense cuenta que es algo delicado determinar qué es simplemente comunicación y qué es una conversación molestosa o manipuladora.

Nos damos cuenta que deben lidiar con estos juicios indefinidamente mientras se esfuerzan por lograr la comunicación más abierta y clara que puedan encontrar. No desalentamos hablar de la verdad. Sólo hacemos notar que hay muchas formas de abordar la verdad. Más aún, están los lenguajes tácitos del tono, la postura, expresión facial y otros puntos de lenguaje corporal que van con la comunicación que está intentando compartir con otro.

La atención y el intento honesto de evitar el lenguaje hiriente y abusivo con otro, lleva consigo una alta probabilidad de que no importa lo imperfecto de sus acciones reales, usted no retendrá karma.

Todos ustedes han considerado en uno u otro momento alguna situación donde una entidad había matado a otra y en consecuencia tenía karma adherido a partir de ese acto. Existen muchas formas de adquirir karma adherido. Existe sólo una forma de relevar el karma y esa es perdonar. Si siente que ha herido o dañado a otro, entonces lo exhortaríamos a ir a esa persona y pedirle perdón. Luego le exhortaríamos a ir a usted mismo y pedir por el perdón de sí mismo.

Por mucho el karma que más se adhiere es aquel que es auto-juzgado. No caiga en la trampa de perdonar a otro pero fallar en perdonar al yo. Porque en una transacción kármica hay dos. Y la transacción completa debe ser perdonada antes que la rueda del karma pueda dejar de girar.

¿Cómo puede perdonarse a sí mismo? ¡Es de hecho un dilema! Porque usted, en su creación, es el juez. Aquello que usted perdona es perdonado. Aquello que no perdona es sin perdón.

¿Debe ser rudo o debe ser clemente? ¿Tiene el coraje de perdonar completamente y comenzar de nuevo? ¿Puede morir para un viejo recuerdo y despertar de nuevo, como una persona purificada? Le pedimos que se dé permiso para hacerlo. De esa manera su vida será dulce y no habrá karma sino sólo novedad y oportunidad para florecer.

Somos aquellos de Q’uo y pediríamos en este momento si ¿hay una continuación a esa pregunta, mi hermano?

Gracias Q’uo. Pienso que un montón de gente le agradecería por brindar luz sobre ese tópico.

Le pediría si pudiera hacer la distinción entre una persona despertada, hablando sobre verdades, lo que usted recomienda evitar, y el brindar pensamientos de la misma forma que Johnny Appleseed y luego seguir adelante.

Somos aquellos de Q’uo y creemos que entendemos su pregunta, mi hermano.

La diferencia entre doblar la oreja de alguien, como diría este instrumento, y dejar caer pensamientos, es que al dejar caer pensamientos, aquel para el cual se deja caer un pensamiento no tiene conciencia que se le está doblando la oreja. Ese tema que usted siente que es una hermosa apertura para algo que quisiera compartir ha salido en la conversación, y de tal forma lo comparte y sigue y se mueve a otro tema.

La línea que se traza aquí es entre tomar ventaja de una conversación que resulta ir en la dirección en la cual tiene algo que compartir y en crear una conversación que le brinde la oportunidad de compartir.

En un caso, simplemente está comunicándose de ida y vuelta y de manera espontánea ha encontrado una pepita que le gustaría compartir y así lo hace.

Si crea una conversación para traer el tema que desea discutir, entonces de manera sutil está llevando y molestando a esta entidad y esperando tener un cierto efecto sobre ella.

No fabrique la oportunidad de compartir verdades espirituales sino sólo responda a aperturas en las cuales una verdad tal es relevante y apropiada.

¿Somos aquellos de Q’uo y preguntaríamos si podemos responderle más, mi hermano?

Estuvo grandioso. Gracias.

¿Hay otra pregunta en este momento? Somos aquellos de Q’uo.

Si Q’uo. Este es T y estoy intentando escribir acerca de uno de los más grandes catalizadores aquí en tercera densidad, que es el dinero. Me gustaría cualquier consejo que pudiera decir acerca de este catalizador que sería bueno, o malo, de una manera positiva de servicio-a-los-otros.

Estamos al tanto de su pregunta, mi hermana, y nos alegramos de hablarle con relación a lo que se denomina dinero.

La virtud del dinero, o como este instrumento lo llamaría más generalmente, suministro, es que crea una forma de llenar las necesidades del individuo y de aquellos que dependen del mismo. Sin dinero el cuerpo no tiene forma de albergarse. No hay forma de vestir a una persona sin dinero. El dinero es una gran bendición.

Hubo épocas sobre vuestro planeta cuando el sistema de trueque, como este instrumento lo llamaría, por mucho reemplazó la necesidad de sistema monetario. En este sistema existía el dar y recibir entre personas que respetaba todo el valor de todos los variados tipos de trabajo para los cuales las entidades tienen facilidad. Había un aprecio igual del trabajo duro, tales como el trabajo en el campo, el arte de varios tipos, la mano de obra de varios tipos y los servicios que las entidades se pudieran ofrecer unas a otras. En este medioambiente el suministro era más fácil de ver como aquello que fluía entre las entidades como una clase de nutriente. Tal vez es bueno pensar en la riqueza, o dinero, o suministro como nutriente, una forma de alimentar al individuo con las cosas que necesita.

El dinero o suministro, en sí mismo, es inocente. Está correctamente dicho en vuestros libros sagrados que el amor por el dinero es la raíz de toda maldad. 2

Cuando las entidades ven el dinero como un tipo de energía que fluye a través de sus vidas y se extiende dentro de las vidas de los otros, entonces sentimos que al dinero se le da su valor apropiado. Es una bendición ser capaz de poder pagar las cuentas, como este instrumento diría, alimentar la barriga, vestir y cobijar al cuerpo, obtener aquellas cosas que uno encuentra que necesita.

Cuando aquello que puede ser llamado codicia y avaricia entra en los pensamientos relacionados con el dinero, de tal manera que el dinero es acumulado y apartado sólo por el afán de disfrutarlo, comienza a ser tóxico. Los valores de tal entidad ya no visualizan al dinero como un nutriente que fluye continuamente a través de la cultura, enriqueciéndola a medida que lo hace. Más bien, lo guarda y amasa y detiene su flujo. Hay un olvido involucrado en tal codicia y ese olvido es olvidar las necesidades de los otros.

Es interesante notar que es a aquel que es más generoso con ese nutriente de dinero y quien se asegura que aquello que es recibido sea pasado, a quién la abundancia le viene más abundantemente. No es a aquel que lo guarda, sino a aquel que abre la mano, al que más se le dará.

¿Podemos contestarle más mi hermana? Somos aquellos de Q’uo.

Sólo brevemente. Creo que deseo una aclaración sobre amasar la riqueza. La mayoría de la gente tiende a amasarla y guardarla en otro lugar, ya sea en negocios o corporaciones [acciones] o bonos, gobiernos o municipales, u otras cosas que hacen que siga el sistema. ¿Es aquello lo mismo de lo que está hablando? La mayoría de la gente que amasa riqueza tiende a ponerla a trabajar en otra parte.

Somos aquellos de Q’uo y estamos al tanto de su pregunta, mi hermana. Cuando uno examina los pensamientos detrás de conservar la riqueza, uno verá ya sea un plan prudente para asegurar la seguridad de la familia y lo demás, o uno verá una codicia irracional, un deseo de dinero en sí mismo.

Cuando hay un plan razonable y justo trabajando para conservar el trabajo de sus manos y las labores que son traducidas en salario y suministro de moneda, no hay codicia involucrada sino sólo prudencia.

Pensamos por ejemplo en la historia de vuestro libro sagrado, del hombre rico al que otro le debía dinero. Este hombre rogó al hombre rico, diciéndole que no tenía forma de pagarle y si pudiese por favor perdonarle la deuda. El hombre rico se ablandó y le perdonó la deuda. Luego ese hombre se dio la vuelta y demandó el dinero que otro le debía.

[Termina lado uno de la cinta]

(Carla canalizando)

Y ese hombre dijo, “Oh, pero por favor perdóname porque no tengo dinero para pagarte”. Pero el hombre no perdonó al tercer hombre y demandó su dinero cuando no podía pagar, y lo lanzó a prisión. 3

El hombre rico cuando encaró la necesidad, fue generoso. No fue codicioso y no cometió falta, porque no amaba el dinero en sí mismo, sino sólo apreciaba lo que éste podía hacer. Por otro lado, el segundo hombre, habiendo sido perdonado, no pudo perdonar a otro, era una entidad que amaba el dinero de manera codiciosa.

¿Eso lo aclara más mi hermana, o podemos contestarle más? Somos aquellos de Q’uo.

Gracias. Eso lo aclaró.

¿Podemos pedir si hay otra pregunta en este momento? Somos aquellos de Q’uo.

Si Q’uo. Tengo otra. ¿Podría hablar sobre la relación entre el ataque psíquico y la polaridad, o cómo los ataques psíquicos afectan la polaridad?

Somos aquellos de Q’uo y estamos al tanto de tu pregunta, mi hermano. Diríamos, mi hermano, que no existe necesariamente una conexión entre el ataque psíquico y la polaridad. Si uno experimenta un ataque psíquico, la experiencia puede ser difícil, por decir lo menos. Sin embargo si la entidad retiene el yo y le permite al yo experimentar el ataque psíquico sin juzgar, al verdadero yo de esa entidad se le ha permitido mantener su integridad. A menudo es muy difícil abstenerse de responder al ataque psíquico con emociones vívidamente negativas. Sin embargo en aquellas circunstancias, la habilidad de mantener el recuerdo de quién es el individuo y cuál es la polaridad del individuo y de continuar afirmando estas verdades acerca del individuo eliminan la probabilidad de que haya un cambio de polaridad.

Ciertamente es posible desanimarse inmensamente en caso de un ataque psíquico, aunque esto no cambia necesariamente la polaridad de la entidad, si esa persona continúa afirmando quién es y por qué está aquí.

¿Podemos contestarle más, mi hermano? Somos aquellos de Q’uo.

Sólo permítame ver si lo entiendo bien. ¿Usted dice que si una entidad positiva puede mantener una actitud afectuosa durante todo el ataque, no importa cuanto dure el ataque psíquico, esta entidad mantendrá su polaridad?

Somos aquellos de Q’uo y creemos que entendemos su pregunta. Eso es correcto, mi hermano. La habilidad de recordar quién es uno es poderosa, incluso en caso de un catalizador muy desalentador. Si uno es inmovilizado e incapaz de actuar, aún así, uno es quien es y si uno se aferra a su propia verdadera naturaleza y la recuerda en caso de un catalizador amenazante, entonces el verdadero individuo continúa cantando su canción, vibrando como vibra, aún cuando las emociones estén desgarradas y rotas.

Existe un inmenso poder al mantener [ese] recuerdo y hay mucha ayuda para aquellos que luchan por mantenerse positivos en caso de un catalizador negativo. Existen muchas, muchas entidades dentro de los planos interiores que responden en apoyo y aliento por aquellos que llaman por los principios que desean confirmar, bondad, amor, belleza y aquellas cosas que permanecen cuando toda la ilusión es barrida.

¿Podemos contestarle más, mi hermano?

Eso es todo. Gracias.

Le agradecemos, mi hermano. Somos aquellos de Q’uo, ¿y pediríamos si hay una pregunta final en este momento?

Tengo una breve, sólo para continuar sobre los pensamientos de él. ¿Afecta la polaridad actual de una entidad el qué tan fuerte es el ataque psíquico- mientras más fuerte está polarizada la entidad en el servicio a los otros, es más fuerte el ataque psíquico de servicio a sí mismo?

Somos aquellos de Q’uo y estamos al tanto de su pregunta, mi hermana. El fenómeno del ataque psíquico es un tema muy amplio. Existen básicamente dos tipos de ataque psíquico. Por mucho el más común es ataque de la personalidad integrada por aquellas partes de la personalidad que aún no están integradas y que tal vez se han separado de la personalidad integrada, de tal manera que partes del yo atacan al yo como si el sujeto fuera otro. El otro tipo de ataque psíquico involucra una entidad real aparte del individuo.

En el caso del ataque del yo por el yo, la vibración momentánea que está ocurriendo en el momento, bien puede tener algo que ver con la causa del ataque. Sin embargo si el ataque psíquico viene desde una entidad fuera del individuo, la polaridad momentánea de la entidad no tendrá casi nada que ver con el ataque. Más bien, el ataque tendrá que ver con qué tan cerca está la entidad de la luz.

Cuando una entidad está parada cerca de la luz, intentando servir de alguna manera superior a lo ordinario, sanando, enseñando o de alguna manera sirviendo a otros, esa luz revela cada pequeño defecto de carácter y muestra a una entidad exterior el lugar más propenso para una tentación o una incursión dentro del cuerpo energético. En consecuencia, aquellos que están sirviendo de esa manera encontrarán que el ataque psíquico es inevitable.

¿Podemos contestarle más, mi hermana? Somos aquellos de Q’uo.

Si puede. En esta situación, estar cerca de la luz no significa necesariamente tener una vibración global de un fuerte servicio a los otros. ¿Podría ser un “estar cerca de la luz” situacional?

Somos aquellos de Q’uo. Mi hermana, creemos que entendemos su pregunta. El tipo de ataque psíquico del cual estábamos hablando involucra a aquellos que se proponen estar cerca de la luz. Aquellos que meramente pasan rozando por ella circunstancialmente no crean una imagen suficientemente persistente para atraer la atención.

¿Podemos contestarle más, mi hermana?

No. Gracias.

Nosotros le agradecemos, mi hermana. Encontramos que la energía de este instrumento comienza a decaer, entonces con gran gratitud y gracias, nos iríamos de este instrumento y este grupo, dejando a cada uno en el amor y en la luz del único infinito Creador. Somos aquellos conocidos para ustedes como el principio de Q’uo. Adonai.


  1. Johnny Appleseed (1774-1845, nacido con el nombre John Chapman), legendario pionero que viajó a través de la tierra virgen americana plantando huertos de manzanas. 

  2. Sagrada Biblia, Timoteo I 6:9-11: « Ellos que serán ricos caerán en tentación y trampa, y en muchas lujurias necias y dañinas, que hunden al hombre en destrucción y perdición. Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero: el cual mientras algunos lo codiciaron, se extraviaron de la fe y se atormentaron a sí mismos con muchos dolores. Pero tu, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la humildad ». 

  3. Sagrada Biblia, Mateo 18:23-35: « Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un cierto rey que quisiera hacer cuentas con sus ciervos. Y cuando había comenzado ha hacer cuentas, uno le fue traído, que le debía diez mil talentos. A este, como no pudo pagar, ordenó a su señor venderlo junto con su mujer e hijos y todo lo que tenía, para que le pagara la deuda. Entonces aquel ciervo postrado le suplicaba diciendo, señor, ten paciencia conmigo y yo te pagaré todo. Luego el señor de aquel siervo fue conmovido por la compasión y lo soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos que le debía cien centavos, y agarrándolo, lo ahogaba diciendo, págame lo que me debes. Y su consiervo cayó a sus pies, y le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo y yo te pagaré todo. Pero él no quiso, sino que fue y lo echó a la cárcel hasta que pagara toda la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y le contaron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándolo su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda que te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tu también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros, si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas ».