Jim: Nos preguntamos acerca de la relación que tenemos con nuestro yo superior - cómo se forma el yo superior; cómo se comunica con nosotros; cómo decide qué información o ayuda dar y cuál no dar. Así, en general, ¿cuál es la relación dinámica y cómo funciona, entre nosotros aquí en tercera densidad y nuestros seres superiores en la mitad de la sexta densidad?

(Carla canalizando)

Somos aquellos conocidos por vosotros como el principio de Q’uo. Saludos en el amor y en la luz del único infinito Creador, en cuyo servicio venimos a vosotros esta noche. Es un gran honor haber sido llamados a vuestro círculo de búsqueda y estamos muy contentos de hablar con vosotros en relación con el yo superior. Este concepto se encuentra en el núcleo de las entidades que os ayudan durante la Encarnación y que no se ven pero que, con todo, son muy reales.

Sin embargo, como siempre, os pediríamos que cada uno de vosotros que escucha o lee estas palabras, utilice su discriminación y sus poderes de discernimiento para decidir lo que puede serle útil y lo que no es interesante. Permitid que aquellas palabras nuestras que no despierten vuestro interés pasen de largo sin pensarlo dos veces. Enfocaos en aquellos conceptos que sintáis que puedan seros de utilidad. Si os hacéis cargo de la responsabilidad de usar ese poder de discriminación, nosotros nos relajaremos y no estaremos preocupados por la posibilidad de infringir vuestro libre albedrío o interrumpir el ritmo de vuestro camino espiritual. Os damos las gracias por esta consideración.

Queremos hacer notar también, antes de empezar que, debido a solicitudes dentro del círculo, el orador de esta noche es Hatonn en lugar de Latwii. Sin embargo, nos llamamos a nosotros mismos el principio de Q’uo porque todos nosotros, Hatonn, Latwii, y los de Ra, colaboramos en las respuestas a estas preguntas.

Habéis preguntado en relación al yo superior – qué es exactamente el yo superior y cómo se relaciona con vosotros a través de la encarnación. Nos gustaría comenzar por describiros qué es el yo superior, de forma que pueda tener un poco de sentido para vosotros en términos de vuestra mente lineal y vuestro intelecto.

Si permaneces estrictamente dentro del espacio/tiempo en el mundo de la manifestación, sólo puedes llegar tan lejos como hasta el final de la tercera densidad. Con el fin de continuar progresando, te mueves hacia la cuarta densidad, en las proximidades del tiempo/espacio, en el entorno de la energía de la electricidad o de la energía eléctrica, en oposición a las energías de los productos químicos y el proceso de destilación que tiene lugar en tu cuerpo físico en todo momento, mientras destilas los ingredientes útiles presentes en los alimentos para usarlos en tu vehículo físico y eliminas los residuos o lo que sobra.

Sin embargo, si tienes en cuenta que en tercera densidad aún conservas el cuerpo energético que te llevará a cuarta densidad, y el cual te ha llevado a través de tu encarnación, entonces puedes ir más allá con tus consideraciones intelectuales. Así que imagínate por favor en tu cuerpo del rayo índigo, entrando en la encarnación en tercera densidad, alineándote con el vehículo físico y conectándote a él por medio del cordón de plata, como le llaman. Luego imagina ese mismo cuerpo, al final de la encarnación física, liberándose de su conexión con el cuerpo físico que ya no es viable, y entrando en el proceso de graduación, primero en el cuerpo del rayo índigo, y después en el cuerpo del rayo violeta. Y una vez que los escalones de luz han sido caminados y que te has graduado en la cuarta densidad, [imagina] que regresas dentro del cuerpo del rayo índigo y luego a la encarnación física de tipo eléctrico en lugar del tipo químico.

Esto es lo que se hace a través de los largos tramos de cuarta densidad y quinta densidad. Finalmente, te gradúas a sexta densidad, habiendo aprendido los caminos del amor y los caminos de la sabiduría. En la sexta densidad, todavía en tu cuerpo eléctrico, refinas y refinas las lecciones de amor y sabiduría, combinándolas una y otra vez hasta encontrar el secreto para actuar con sabiduría compasiva, o amor sabio.

Finalmente, llegas a un punto en alguna parte en la mitad de la sexta densidad cuando descubres que todo lo que alguna vez has deseado se ha cumplido, a excepción del hambre y la sed por el Creador. Y entonces das la espalda al mundo del deseo. Ya no piensas en lo que harás a continuación. Sólo piensas en el Creador. Y eso te atrae cada vez más cerca de la séptima densidad, la Densidad de la Eternidad.

En el punto en el que te das cuenta de que has alcanzado todos tus objetivos en el mundo físico exterior, has realizado todos los servicios que deseabas realizar y has integrado todos los aprendizajes que esperabas acumular, te vuelves hacia el pasado, así llamado solamente en el espacio/tiempo, y te das a ti mismo un regalo. Te das a ti mismo una forma-pensamiento en la que se encuentran almacenadas todas las lecciones que has aprendido, todos los dones que has expresado, todos los sueños y esperanzas que han dado impulso a tu viaje. Te das el mejor y más elevado Ser que eres capaz dentro de la tercera densidad, dentro de la cuarta, la quinta, y la sexta, a ti mismo. Esa forma-pensamiento, llamada el yo superior, también se la puede llamar la “personalidad mágica”.

Nos gustaría, en este momento, transferir este contacto al conocido como S. Somos aquellos de Q’uo.

(S canalizando)

Soy Q’uo, y estamos con este instrumento. Una personalidad mágica representa una forma del yo, o imagen del yo, o potencial del yo, si se quiere, que tiene una completitud que no aparece en las etapas o formas de individualidad que se encuentran siendo exploradas en las fases tempranas del desarrollo. Ahora bien, esto pudiera parecer ser una contradicción en sí misma, porque ser un yo, después de todo, sugeriría que uno siempre es precisamente el yo que uno es. Y entendiéndolo de esta manera, parecería absurdo pensar que hubiera una porción del yo que le faltara a sí mismo. Y sin embargo, esto es precisamente lo que os sugerimos que es la experiencia preponderante de ser un yo.

Dentro de vuestra experiencia de tercera densidad, podéis ver que experimentáis varias fases de ser el yo al crecer y desarrollaros dentro de la experiencia vital. Primero eres un bebé, después un niño, después un adolescente, un adulto joven, una persona madura, un adulto mayor y, finalmente, aquél que se asoma sobre el precipicio de la vida más allá. Y en cada una de estas fases de tu experiencia vital puedes encontrar diferentes significados asociados con el concepto del yo que asocias contigo mismo. Encuentras diferentes formas de ser el yo que eres. Como hemos sugerido, estas formas a menudo implican un enfoque particular del deseo. Y el deseo juega un papel muy importante en situar el camino de búsqueda y el camino de servicio que cada uno encuentra adecuado para sí mismo.

Podría decirse que el mecanismo de desear es un proceso de filtrado, que da una intensidad particular a la práctica de centrarse en determinados aspectos o facetas de la propia experiencia que uno siente que se beneficiarían de una mayor exploración.

El proceso de experimentar una vida de deseo, sin embargo, no es estático. El deseo tiene una forma de reformularse a sí mismo mientras atraviesa las experiencias de realización o decepción, de desafíos, de mayores aspiraciones y más posibilidades de seguir deseando lo que se formará en los propios horizontes.

Cuando uno se refleja sobre el yo que está en la raíz de esos deseos, se hace evidente que el yo, en sí mismo, es algo perpetuamente en el proceso de estar siendo creado y transformado. Para estar seguro, hay una continuidad en el proceso; es decir, los deseos que uno ha tenido, las preguntas que uno ha planteado, permanecen con uno mismo durante un cierto tiempo, y es a partir de las preguntas actuales como las preguntas futuras evolucionarán. No es irrelevante, por tanto, decir de uno mismo que uno es un yo, pero eso no es algo que esté escrito en piedra.

Lo que es importante es que exista un sentido de la responsabilidad, si podemos usar esta palabra, que uno aprende a ejercitar en el movimiento a través de las diversas fases de exploración de los potenciales de ser el yo, de forma que, por ejemplo, una acción que se realiza hoy reciba mañana el respeto de aquello que no tiene respuesta.

Lo que queremos decir con esto es que uno reconoce un pasado que pertenece a uno mismo, incluso en un momento en el que las circunstancias han cambiado considerablemente. Es posible, sin embargo, convertirse en alguien tan limitado en el sentido de quien uno es, que los límites alrededor de uno mismo se endurecen. Los factores que intervienen en esta experiencia son bien conocidos por vosotros: el miedo, la ansiedad, la reactividad al dolor que puede surgir en la propia experiencia de vida, de modo que uno se contrae y comienza a pensar en sí mismo de una forma más y más limitada.

Hay muy pocos que escapan a ese efecto completamente, y como resultado de procesos tales como éstos uno comienza a pensar en sí mismo como una unidad aislada de Ser, separada de todos los demás. En esta circunstancia, difícilmente puede uno pensar en un orden superior del yo que podría servir como un recurso para uno, no desde fuera, sino desde dentro. Por tanto el primer principio que querríamos que reconocierais cuando os enfrentéis a un problema de identidad, es que ésta no conoce límite exterior o interior. Sólo si reconocéis este principio, puede tener algún sentido la noción de un yo superior.

En este punto, queremos transferir el contacto al conocido como M.

(M canalizando)

Somos Q’uo. Vamos a empezar por decir algunas palabras para responder a la pregunta inicial sobre la información que el yo superior elige darse a sí mismo y por qué lo hace así, o, dicho de otra manera, qué información el yo superior retiene para sí y por qué. Como éste instrumento lo está percibiendo, técnicamente hablando, el yo superior no limita, por así decirlo, la información que está disponible para el yo en teoría. Es, en cierto sentido, lo que elegimos observar, siendo el yo superior y el yo en la tercera densidad dos puntos de un círculo, por así decirlo. [Ambos] son aspectos del mismo [ser], de tal manera que podemos, en teoría, aprovechar cualquier cosa que nuestro yo superior tenga para ofrecernos.

Sin embargo podemos, de la misma manera, mirar lo que elegimos, [y podemos elegir] no mirar a nuestro yo superior en determinados momentos. Es una cuestión de enfrentar el propio yo, lo que la mayoría de las personas encuentra más difícil que enfrentar otros seres, u otros seres superiores de dimensiones superiores.

Sin embargo, enfrentar el yo es el punto más natural de contacto o forma de contacto. En verdad, puedes ponerte en contacto con tu yo superior cuando quieras y donde quieras, simplemente deseándolo. Sin embargo, esto, como cualquier habilidad en la búsqueda o el camino del Adepto, requiere práctica y método, paciencia, compromiso, enfoque y la intención o el servicio de base.

Pasamos ahora este contacto al conocido como L. Somos Q’uo.

(L canalizando)

Somos Q’uo y estamos con este instrumento ahora. Nos gustaría exponer más sobre el tema de la interacción con el yo superior de cada uno. Os animamos a tener en cuenta, cuando se consulta al yo superior, que no es necesario tomar la posición de un suplicante o neófito implorando la sabiduría de una fuente que no se puede comprender o que es superior a vosotros, sino más bien considerar vuestra relación con el yo superior como una asociación. En todos los sentidos trabajáis juntos.

[En] el reino de la sexta densidad, los conceptos de tiempo y espacio prácticamente carecen de sentido. A medida que tu yo superior observa tu crecimiento, esa parte de ti está aprendiendo del tú que está aprendiendo. [Es] una porción de ti mismo a la cual te diriges. En todos los sentidos sois infinitos y estáis siempre creciendo. Vuestro yo superior no está ahí para ser vuestro Dios, ni ningún tipo de ser elevado al que debéis contactar a través de algún ritual específico, sino más bien está ahí como vuestro amigo — como vuestro mejor amigo.

Tu yo superior es la más completa, más elevada y mejor expresión de esa vibración que eres tú. El tú que eres ahora, y la experiencia que adquieres en este momento es una parte de la experiencia que tu yo superior conserva. El yo superior puede combinar tu experiencia con el resto de la sabiduría que ha reunido en su viaje y presentártela de nuevo de una manera aumentada que te ayudará con el tema preciso con el que estés tratando, pues fue ese mismo problema el que te ayudó a proporcionarle a tu yo superior la sabiduría que ahora él te devuelve.

Tu yo superior es prácticamente cualquier cosa que puedas percibir que es. Tu yo superior es los límites de tu imaginación, pues es todo lo que alguna vez has pensado, te ha importado o has hecho, por lo tanto si lo necesitas, se te proveerá. Si deseas que tu yo superior se comunique contigo haciendo que las estrellas bailen, si puedes concebirlo, puede suceder. Una persona determinada que ve una moneda en el suelo mientras camina [podría] no pensar nada de ella, mientras que otra persona puede ser capaz de interpretarlo como un signo de algo, una pieza del rompecabezas en su vida que faltaba, puesto que esa persona pide que su entorno le proporcione información. No hay una sola manera en la que se establece la comunicación. No tiene que ser a través de la oración o de un ritual o de ningún intento de comunicación con palabras. Vuestro yo superior puede comunicarse con vosotros a través de cualquier medio para el cual estéis abiertos.

También tenéis vuestro sistema de guía específico, los artefactos que vuestros Seres Superiores han creado para vosotros y os han enviado hacia el pasado, conocidos por muchos como los guías masculino y femenino, y el tercer guía que es una unión de los dos, a menudo visto como andrógino. Estos fueron creados para ser un ejemplo más tangible para vosotros. Os ayudarán de maneras más directas.

Vosotros y vuestro Yo Superior estáis en este camino juntos. No hay separación y, al ser vuestro mejor amigo, vuestro yo superior siempre respetará vuestros deseos, incluso aquellos que podáis no saber que tenéis; acuerdos hechos antes de vuestra encarnación, comprensiones de vuestro inconsciente, los deseos que tenéis y que no realizáis o expresáis. El yo superior se da cuenta de esto y nunca violaría vuestro libre albedrío o interferiría con vuestro aprendizaje. Pues él estuvo una vez en vuestros zapatos y sabe lo importante que es que aprendáis a vuestro propio ritmo, y por esto es por lo que en ocasiones no podéis obtener la respuesta particular que estabais buscando. No es que el yo superior no escuche o no le importe; es sólo que tiene un ojo abierto a la visión más amplia de lo que vuestra alma está planeando, tanto para la encarnación como para los deseos subconscientes de vuestro corazón.

Ahora nos gustaría pasar este canal al conocido como Jim:

(Jim canalizando)

Soy Q’uo, y os saludamos a cada uno una vez más en el amor y la luz a través de este instrumento. Hemos estado hablando esta tarde sobre el concepto del yo superior y vuestra relación con él; los tipos de información que se transmiten tanto de vosotros hacia el yo superior como del yo superior a vosotros. El propio yo superior está conectado con lo que podríais ver como otra faceta de vosotros mismos en este círculo del Ser. Es decir, el yo superior tiene su yo superior también. Esta totalidad del Ser es un recurso al que el yo superior puede llamar en el, digamos, marco de posibilidades de la experiencia para el complejo mente/cuerpo/espíritu que cada uno de vosotros es, en vuestra ilusión de tercera densidad.

Por lo tanto, hay una gran cantidad de información y experiencia que está disponible para cada entidad, tal y como es cada uno de vosotros. Cuando estáis dentro de vuestras experiencias diarias, realizando vuestras rutinas y llevando a cabo varias tareas, estáis, la mayoría de las veces, motivados y fortalecidos por vuestros propios deseos, experiencias y relaciones. Cuando hay alguna dificultad dentro de cualquier experiencia, empezáis a preguntar hacia el interior sobre cómo solucionar dichas dificultades. Si vuestra propia experiencia no es capaz de proporcionaros las respuestas satisfactorias, es, como decís, una función natural del complejo mente, cuerpo y espíritu buscador que sois el pedir ayuda, tanto si es esta llamada consciente o subconsciente, porque en ese momento los demás aspectos de vuestro ser, como vuestro yo superior, son capaces de dar información o inspiración, una dirección, una pista, podríamos decir, que os ayudará en vuestro viaje sin interferir en vuestro libre albedrío. Pues la llamada de ayuda que se ha ofrecido, ha sido escuchada y deberá ser respondida.

En este momento vamos a transferir este contacto a la conocida como Carla. Somos aquellos de Q’uo.

(Carla canalizando)

Somos aquellos de Q’uo y estamos otra vez con este instrumento, saludándoos a vosotros a través de este instrumento en el amor y la luz. Amigos míos, existen dos formas básicas en las que vosotros, como un yo, podéis trabajar con el yo superior, que es ese aspecto de vosotros que podría llamarse el más elevado y mejor, o la acumulación de todo lo que se ha aprendido. Una forma es como parte de un sistema cerrado, la otra forma es como parte de un sistema abierto.

Los que trabajan con el sistema cerrado están trabajando bajo el supuesto de que el yo individual es un sistema cerrado. Sin embargo, el yo superior reside en el corazón abierto. Está más cerca de ti que tu propia respiración o que el propio latido de tu corazón. Ahora, dado que el yo superior que descansa en el corazón está bajo su propia influencia benéfica, la inspiración principal del contacto con el yo superior tendrá que ver con el amor, porque elegir el amor sobre el miedo, elegir el servicio a los demás sobre el servicio al yo, elegir irradiar sobre la autodefensa, es lo que polariza a una entidad positivamente y permite que la entidad esté lista para la graduación.

No es necesario, en términos de graduación, trabajar con el yo como un sistema abierto. Cuando se trabaja con el yo superior en un sistema cerrado, tal vez la mejor manera de alentar a las palabras para que surjan de esa conversación que estáis teniendo en el silencio entre el deseo y su respuesta, es la de escribir vuestras preguntas, y en la mejor medida de vuestras capacidades, anotar el pensamiento que os venga en el momento de plantear esta pregunta al yo superior. La entidad que creó el libro Conversaciones con Dios 1, estaba utilizando ésta técnica, y se encuentra a disposición de todos los que deseen usar este recurso.

Dicho esto, si deseáis acceder al yo superior como parte de un sistema abierto, estaréis trabajando básicamente con la fuente infinita de energía de amor/luz que recibís de la tierra, a través de los pies y hacia arriba a través del cuerpo y a través del cuerpo energético también, saliendo por la parte superior de la cabeza física, así como por el séptimo chakra. Estaréis utilizando los chakras superiores; es decir, los chakras por encima del corazón, el chakra del rayo azul de la comunicación, el chakra del rayo índigo de la irradiación del ser, y el chakra del rayo violeta, que es el que sostiene la puerta de entrada a la infinidad inteligente.

Debido a la situación del deseo cuando se está en el cuerpo energético, hacéis vuestra pregunta a través de la puerta de entrada a la infinidad inteligente, provocando de este modo que una respuesta fluya hacia abajo desde el Creador a vuestro cuerpo, encontrándose con la energía de amor/luz que sube en espiral, que siempre se sitúa en el punto del chakra donde se encuentra el deseo más profundo. Algunos se refieren a esto como el movimiento de la kundalini. Si vuestras energías están dedicadas enteramente a la búsqueda del Creador, es probable que la inspiración y la información que viene desde arriba se mueva pasando por la puerta de acceso, a través de los chakras superiores, saltando hacia abajo a ese chakra central del rayo del corazón y luego saltando de nuevo hacia arriba hasta el rayo índigo, donde se situará y donde podréis conversar en el lenguaje de los conceptos.

[Termina el Lado uno de la cinta.]

Es de señalar que hay ventajas en trabajar con el yo superior en un sistema abierto, donde te percibes a ti mismo como parte de todo lo que es, y eres libre de contactar con todas las partes del yo que están incluidas en el yo superior. Trabajando con un sistema abierto, no hay una fuerte influencia de amor, sabiduría o poder. El sistema en el cual tú, como una personalidad y un yo, no estás separado realmente del resto de la Creación, es un modelo poderoso. Sirve para abrir la definición propia, como piensas de ti mismo, a la esfera del potencial ilimitado.

Esto no quiere decir que puedas llegar a ser sustancialmente distinto de ti mismo. Las energías combinadas del flujo de tu alma a través de muchas, muchas encarnaciones han producido dentro de ti una vibración característica. Lo que pretendes hacer, tanto en un sistema cerrado como en un sistema abierto, es disminuir la diferencia entre tu vibración o frecuencia, y la vibración o frecuencia del único infinito Creador, amor puro incondicional, el Logos, ese gran pensamiento original único que creó el universo.

Trabajando con un sistema abierto, eres capaz de recuperar información más específica de los diversos aspectos y experiencias de ti mismo en varias encarnaciones. Por tanto hay más flexibilidad y variedad en la información e inspiración que puedes recopilar al trabajar con el concepto del yo como un sistema abierto.

Sin embargo, debe notarse siempre que en tercera densidad, el impulso principal del trabajo de cada buscador debería ser ese trabajo que mejore la polaridad y profundice e intensifique la elección del servicio a los demás, para que puedan ser recorridos los escalones de luz a la muerte física en el cuerpo espiritual, y el nuevo entorno de la cuarta densidad o superior pueda ser alcanzado.

Mirando estrictamente a la meta de la graduación de esta, vuestra última encarnación en la tercera densidad del Planeta Tierra, es perfectamente aceptable elegir el sistema cerrado como el sistema más sencillo con el cual trabajar. Y esto sería lo que recomendaríamos a cualquiera que no se sienta atraído por la idea o el sueño de la personalidad mágica y vivir la vida como un sacerdote.

Si te sientes atraído a crear dentro de tu vida una personalidad mágica, y te sientes atraído a trabajar con ella, entonces eres un buen candidato para trabajar con el concepto del yo como sistema abierto, y para hacer el trabajo interno necesario no sólo para mantener los chakras inferiores abiertos y el corazón abierto, sino también para mantener los chakras superiores flexibles y sensibles a tu deseo.

Trabajando con el sistema abierto, es posible atraer no sólo a cada uno de los muchos aspectos del yo superior, vuestro sistema básico de guía, sino también a muchas otras entidades que se ven atraídas a vosotros particularmente debido a vuestra frecuencia vibratoria, la calidad de vuestra devoción, y la honestidad y la intensidad de vuestro deseo de servir. Estas son las herramientas con las que podréis poneros en marcha en la búsqueda de la verdad. De la forma más enfática, no estáis solos.

Nos gustaría, en este momento, preguntar si hay una continuación para esta pregunta, o cualquier otra pregunta relacionada. Somos aquellos de Q’uo.

Me preguntaba sobre la relación entre el yo superior de un yo individual y el complejo de memoria social de sexta densidad del cual él o ella será parte. [Inaudible].

Somos aquellos de Q’uo. Damos las gracias a la conocida como M. Creemos que hemos captado su pregunta. La relación del yo y el yo superior con el complejo de memoria social, del que el yo superior es parte hacia la mitad de la sexta densidad, es aquella similar a una energía eclipsante a la que se puede acceder mediante el deseo del yo dentro de la encarnación. Puede accederse a ella debido a que el complejo de memoria social de la entidad de sexta densidad es una parte esencial de las profundidades de la definición propia de la entidad sexta densidad. [Esto] no es simplemente que un miembro de un complejo de memoria social se defina a sí mismo como parte de ese complejo, sino más bien es que todas aquellas entidades que han trabajado juntas en colaboración para un propósito común a lo largo del tiempo, se vuelven más próximas que amigos, o que amantes, o que compañeros. Llegan a ser uno en pensamiento, uno en esperanza, uno en intención.

Así tenemos la energía de todo ese complejo de memoria social de sexta densidad, que reposa como un aura alrededor del yo superior. No es que el complejo de memoria social tenga un consejo más preciso para vosotros, o recursos más útiles que dar que el yo superior por sí mismo, es más bien que la aceptación del complejo de memoria social del yo superior, como parte del yo superior, le permite a uno acceder al poder abrumador de la búsqueda combinada de todos los integrantes del complejo de memoria social. Y a menudo es útil simplemente enfocarse dentro de ese deseo momentáneo de tercera densidad. Hay una energía clarificadora en el complejo de memoria social en sí que está por encima de la energía individual de ese yo superior que podríais llamar vuestro “mejor y más elevado Yo”.

¿Podemos contestarte algo más, querida hermana? Somos aquellos de Q’uo.

No. Muchas gracias.

Te damos las gracias, querida hermana. Somos aquellos de Q’uo y nos gustaría saber si tenéis una última pregunta en este momento.

Estábamos hablando antes sobre nuestros sistemas de energía y las sensaciones físicas que sentimos en nuestros sistemas de energía. Si pudierais hacer referencia a cualquier principio espiritual que nos ayudara a comprender, os lo agradecería.

Somos aquellos de Q’uo, y estamos al tanto de la pregunta de la conocida como F. Mi querida hermana, hay muchas sensaciones que están relacionadas con cada chakra. Puedes ver algunas de ellas como físicas, algunas de ellas como espirituales y algunas de ellas como mentales o emocionales. Las sensaciones físicas vinculadas a cada chakra son aquéllas sensaciones corporales que se encuentran en el área del cuerpo físico representada por el chakra, de tal forma que las dificultades que este instrumento tiene actualmente en la parte más inferior de la columna vertebral están conectadas con el primer rayo o el chakra del rayo rojo.

Los problemas del bajo vientre, como los del tracto gastrointestinal, están conectados con el chakra del rayo naranja.

Aquéllos síntomas que se agrupan alrededor del estómago y diversos problemas relacionados con el estómago, tales como reflujo ácido y las úlceras están conectados con el chakra del rayo amarillo.

Todas las cosas relacionadas con el corazón y los sistemas vasculares están conectadas con el chakra del rayo verde.

Los problemas de garganta están conectados con el chakra del rayo azul.

Los problemas en la cara, la frente y las orejas están conectado con el chakra del rayo índigo.

No hay problemas relacionados con el chakra del rayo violeta, ya que no es más que una lectura total del sistema en el momento en que abandona el cuerpo.

Emocionalmente hablando, es necesario rastrear el detonante que hizo que el cuerpo energético se contrajera y determinar, a partir de esa causa, el chakra que está involucrado en el trabajo emocional que ha cerrado ese chakra.

En el dolor espiritual, que es raro, pero existe, también es necesario pasar por el proceso, de alguna forma arduo y de gran dedicación de tiempo, de determinar esa causa primaria que cerró primero un chakra inferior debido al dolor espiritual, pues es sólo cuando ese dolor espiritual es descubierto y expuesto a la luz, que este puede comenzar a sanar.

Somos aquellos de Q’uo, y nos gustaría saber si podemos responder algo más, querida hermana.

Creo que también quería saber sobre las sensaciones agradables y positivas, durante la meditación o durante todo el día, que se sienten cómo energía que fluye de forma positiva.

Somos aquellos de Q’uo. Creemos que somos conscientes de tu pregunta, querida hermana. De forma sencilla, cuando hay aspectos positivos asociados con el flujo enérgico desde los chakras inferiores, a través de los chakras superiores y de vuelta hacia el Creador, la expresión positiva tenderá a venir del chakra del rayo verde, el chakra del corazón, ese poderoso motor no sólo del cuerpo físico, sino del cuerpo energético también, pues éste es, amigos míos, un universo de amor.

Observamos que este instrumento y este grupo comienzan a cansarse y por ello nos despedimos de este círculo de canalización y de todos los que han participado en esta sesión de trabajo. Ha sido una gran alegría trabajar con todos y cada uno de los canales, y agradecemos a cada uno por venir y compartir vuestro don.

Damos las gracias a todos los que han venido por su belleza y su coraje y por la voluntad de reservar tiempo para buscar la verdad. Somos conocidos por vosotros como el principio de Q’uo. Os dejamos en el amor y en la luz del único infinito Creador. Adonai, amigos míos.

Adonai.


  1. Neale Donald Walsch, Conversations with God; an Uncommon Dialogue: New York, Putnam, 1996.