En el grupo, varios de nosotros estamos lidiando con un mundo que nos parece juzgar o rechazar muy a menudo, ya sea acerca de nuestro pasado, nuestras elecciones, nuestras creencias espirituales, o algún otro aspecto de nuestras vidas. Nos sentimos a gusto con nosotros mismos en esas cosas, pero incómodos o lastimados cuando tenemos que hacer frente a las opiniones o al rechazo de los demás. Ello también puede conducir a sentimientos de aislamiento y soledad. ¿Cómo podemos relacionarnos con este catalizador de incomodidad o de sentimientos heridos? ¿Cómo podemos encontrar un lugar de sosiego dentro de nosotros mismos para poder soportar las presiones de la sociedad, y cómo podemos hacer frente a los sentimientos de aislamiento que suscitan nuestras elecciones, creencias o experiencias?

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo y os saludamos a todos en el amor y en la luz esta tarde. Es un honor estar con vosotros. No podemos agradeceros lo suficiente por honrarnos con vuestra invitación a hablaros acerca de los temas que hoy lleváis en mente y en vuestros corazones. Al hablaros así, esperamos ofreceros consuelo e inspiración—no tan sólo información—para que podáis tomar aquello que tenga valor para vosotros, dejando atrás todo lo demás, y que viajéis con más confianza en vuestro camino espiritual, porque ese viaje espiritual es aquel sobre el que nos encontramos todos nosotros.

Todos nosotros nos movemos al unísono a un cierto ritmo, buscando el amor y la luz del Uno con el Uno en todo lo que hacemos, en todo lo que decimos y en todo lo que pensamos, pues nosotros, que hemos avanzado un poco más en este camino que vosotros, hemos encontrado que la verdad de la unidad es omnipresente. No podemos encontrar sitio alguno donde no haya unidad. Sin embargo, somos muy conscientes de que en vuestra propia ilusión no tenéis problema ninguno en descubrir lugares y personas que no dan la impresión en absoluto de estar unidas a vosotros, que parecen tan separadas, tan manifiestamente diferentes—en algunos casos opuestas de modo casi antagónico—a vuestra propia percepción de la realidad que os rodea.

Esto hace que sea difícil, tal como habéis enmarcado cuidadosamente en vuestra pregunta, el que seáis capaces de aceptar y utilizar el catalizador que se os ofrece por parte de aquellos que os critican por vuestras creencias, por vuestro comportamiento; que os podrían juzgar de forma negativa por eso mismo, y rechazar lo que ofrecéis, incluso aunque lo ofrezcáis con amor sincero. Porque lo que ofrecéis es algo muy distinto de aquello que a muchas entidades les resulta familiar, o del más leve matiz que hayan podido percibir alguna vez; así, a lo que reaccionan es a la gran diferencia que hay entre vuestros caminos y los de ellos, porque ellos todavía se hallan firmemente asentados detrás del velo que vosotros habéis comenzado a traspasar en vuestra propia búsqueda, y el velo, como sabéis, es un medio muy eficaz de separar lo que es de lo que parece ser.

Vuestra ilusión posee tanta unidad como cualquier otra ilusión dentro de la Creación Infinita, y sin embargo, debido al velo del olvido que separa vuestra mente consciente de vuestra mente subconsciente, no sois capaces de percibir todo lo que hay ante vuestros ojos, tanto vuestros ojos interiores como los otros. Porque si tan sólo pudierais apartar ese velo aquí, en la ilusión de tercera densidad, descubriríais la unidad de todas las cosas. Y aún así, dentro de esta ilusión de tercera densidad, todavía podríais encontraros con aquellos que no apreciarían vuestra visión unificada que los vería también a ellos como el Creador, porque este es un concepto tan extraño para la mayoría de los que habitan sobre vuestro planeta, que considerarlo requeriría que cambiaran completamente su filosofía de vida, su punto de vista, su forma de ver lo que hay ante sus ojos y en torno a su corazón.

Aunque os sintáis intimidados, juzgados, rechazados y, en general, ignorados como pertinaz respuesta por parte de tales entidades, ¿acaso no podéis sentir también hacia ellos una gran tristeza por su menguada visión, tanto interior como exterior, que tanto supedita sus vidas, unas vidas que podrían verse enriquecidas hasta el punto necesario para que iniciasen su propio camino de búsqueda consciente? Sufrís por la condición de ignorancia y de sueño de aquellos que os critican y os someten a ostracismo, porque tal es el estado inicial de la conciencia dentro de la ilusión de tercera densidad. Está destinado a ser de esa manera para todas las entidades, a fin de que pueda haber una recompensa, digamos, por traspasar la ilusión que os rodea. Cuanto más duro trabajéis para darle sentido al mundo que os rodea de la manera en que vuestro viaje espiritual tenga sentido para vosotros, tanto más diligentemente requerirá que trabajéis a diario utilizando el catalizador que os llegue con el propósito de clarificar constantemente vuestra visión y abrir vuestro corazón al Creador que existe tanto en lo interior como en lo exterior. La mayoría de las entidades, en algún momento dentro de sus experiencias de encarnación al final de la tercera densidad, hacen progresos en la tarea de apartar el velo y comienzan a vislumbrar, a la luz del Único Creador, el amor que creó todo lo que hay.

Por lo tanto, cuando os halléis en una situación en la que se os oponen aquellos que no están de acuerdo con vuestro punto de vista y os juzgan por ello, podríamos sugeriros que primero observéis la situación tal como nosotros la vemos: habéis empezado a ver con claridad la naturaleza de la realidad. Os habéis visto en relación con otro que no lo ha hecho; Habéis sido bendecidos y el otro en cambio os maldice, diríamos, y sin embargo, es su propio estado de ignorancia y sueño lo que los mantiene encadenados a un punto de vista restringido. Si pudierais, empezad a teñir vuestra relación con tales entidades con el color de la compasión, para antes que nada ver que no hay tanta discrepancia entre vosotros y ellos, sino en lo que proponéis o planteáis; aquello a lo que los exponéis: a percibir sutilmente una experiencia de amor, de luz, de unidad que comienza a sacudir su visión de la realidad. Les hace temer que puedan caerse de la inestable barca que flota sobre el mar de la conciencia y ahogarse en las aguas del denominado “amor incondicional y unidad” del que habláis. Por ello, se sienten seriamente amenazados en su propia vida, en sus pensamientos, en sus sentimientos, por su presente, por su futuro, por todo lo que valoran.

En este momento, quisiéramos transferir este contacto al conocido como Steve. Somos aquellos de Q’uo.

(Canaliza Steve)

Soy Q’uo y estoy con este instrumento. En primer lugar, queremos agradecerle a este instrumento el reto al que nos pide que respondamos, sobre todo teniendo en cuenta que este instrumento siente la necesidad de asegurarse que sólo se permita hablar a través suyo de información positiva, porque es consciente que en este universo tan poblado hay muchas voces que podrían ofrecerse para inspirar y desviar al viajero incauto de los caminos del espíritu.

Soy Q’uo. Soy Laitos. Soy Latwii. Soy Ra. Estas voces (y otras con las que no estáis familiarizados) se combinan en la energía que ahora este instrumento recibe y pone a vuestra disposición; porque para nosotros, cuando nos acercamos a vosotros para serviros, lo importante no es distinguir una voz de otra cuando éstas se armonizan en un único servicio, centrado y dedicado en un esfuerzo por hacer disponible información e inspiración a otros que piensan del mismo modo que los que buscan. Somos una multitud de voces fusionadas en una sola voz, y puede hacerse así porque ninguna de estas voces se torna crítica hacia las demás.

Ahora bien, muchos de los aquí reunidos llevan dentro de sí, en la memoria de sus almas, el recuerdo—eso sí, atenuado por el velo—de un tiempo y una forma de vida más armoniosa, más abierta, es decir más acogedora, menos restringida. Cuando un buscador ha comenzado el proceso de mirar a través de la niebla y las brumas del velo, para conseguir un atisbo de luz del otro lado, puede parecerle que la oscuridad que le rodea es tanto más difícil de soportar, tanto más perniciosa incluso. Parece tener energía y vida propias que se resisten a la iluminación que pretende el buscador. Las críticas que os encontráis a vuestro alrededor son meros reflejos de esta resistencia en muchos casos. Así, el que busca, busca traspasar el velo. Pero el que ha venido a encarnarse aquí no ha venido para librarse de los efectos del velo, sino que ha venido a servir. Y eso significa servir de la manera que sea, maneras de servir que en su mayor parte están densamente veladas incluso.

Ahora bien, quisiéramos llamar vuestra atención sobre una parte del proceso de juzgar que, de hecho, se deriva de un orden positivo. De hecho, es esencial para todos los que viven en tercera densidad y que buscan en tercera densidad. Y podríamos decir que esta función no termina con la tercera densidad, pues representa un proceso y una actividad cuya responsabilidad recae sobre toda alma que ha entrado en la gran aventura de la individualización. El aspecto positivo de juzgar implica la capacidad de discernir. Implica la capacidad de ver una vía como preferible a otra, para ciertos propósitos y finalidades. La capacidad de juzgar, en sí misma, se halla constantemente sometida a revisión, a desarrollarse, a explorar y a expandirse por medio de la experiencia que adquirís a lo largo de vuestro camino a través de la encarnación. Por lo tanto juzgar, en sí mismo, no es una función que se derive de un orden negativo. Sólo se vuelve problemática cuando se endurece, sólo cuando deja de formar parte de un proceso y se convierte en un medio de separación en sí mismo o de sí mismo.

Bien, antes hemos dicho que el primer paso en la separación es siempre la separación del yo de sí mismo, y sólo cuando el yo se encuentra separado de sí mismo es verdaderamente vulnerable a la experiencia de separación que le sobreviene de otro. La moraleja de esta historia es sencillamente la siguiente: Cuando sientas el aguijonazo de otro que te juzga—habiéndose separado el otro de ti, y generalmente hallándose por encima de ti en orden de importancia—cuando sientas este aguijonazo, si el aguijón lo hizo es sólo porque ya había una apertura o un hueco por el que el aguijón entró en tu ser.

Bien, si duda ese es un principio fácil de enunciar, pero quisiéramos decir que todo individuo encarnado en tercera densidad—ya sean o no nativos de tercera densidad, o bien quizás sean errantes que han entrado en tercera densidad con el propósito de servir—, cada ser en tercera densidad, decimos, está lleno de estas pequeñas separaciones de sí mismo que dan la oportunidad al hecho de enjuiciar de crear en el individuo una disonancia de voces, una cacofonía de voces, un caos de voces internas, algunas de las cuales son condenatorias, algunas otras tratan de justificar, por medio de un intento de autopreservación, el pequeño yo descarriado que siente que es.

Y así, queridos amigos, esta experiencia de vida encarnada en el plano de la tercera densidad está vinculada al hecho de que la empezáis viéndoos descentrados. Está unida al hecho de comenzar encontrándoos relegados, perdidos y necesitados de sanación. Puede tener lugar una experiencia profundamente liberadora cuando descubrís por primera vez que hay más en vuestro ser que un ego de configuración sencilla, que ha sido cuidadosamente diseñado tanto para protección como para ejercer una influencia positiva, y que forma parte de vuestra experiencia de vida. Y al sentir por primera vez que sois más (un descubrimiento frecuente en aquellos que empiezan a buscar espiritualmente), ese descubrimiento puede ser profundamente liberador. Podéis percibir que las cadenas se han soltado de vuestras extremidades y ahora podéis moveros con mayor libertad. Podéis sentiros tentados a exaltar esta libertad y a proclamar ante todo el mundo la liberación que habéis encontrado. Todo parece empezar a iluminarse. En cada otro yo podéis comenzar a ver asomar el semblante de un amigo y podéis incluso descubrir que el mundo es de hecho un lugar acogedor. Y puede resultar alentador encontraros con otros yoes que hayan vivido recientemente esta experiencia liberadora, en especial si eres uno de los que se han sentido liberados con anterioridad, quizás solo tras la experiencia subsiguiente de haber descubierto que la euforia inicial era, diríamos, algo prematura.

Pues conforme transcurran las actividades cotidianas en vuestras vidas, encontraréis de nuevo que habrá quienes os opondrán más resistencia de la que desearíais y os la opondrán en cada ocasión para que, una y otra vez, recibáis la reprobación de un mundo que no está interesado en absoluto en vuestra liberación. Y por ello es posible que descubráis que habéis asumido una cierta pesadumbre del mundo, y para aquellos que tienen un poquito más de experiencia en el camino de la búsqueda espiritual, a veces puede empezar a parecerles que las experiencias anteriores de liberación difícilmente pueden considerarse un regalo en absoluto, pues ahora cargan con la responsabilidad de saber que es posible hacer más, mucho más; se puede sentir mucho más amor; se puede crear mucha más armonía de la que se está creando, de la que se percibe.

Y al contemplar este hecho, podéis empezar a sentiros angustiados, porque después de la euforia de vuestro descubrimiento espiritual habéis flaqueado un poco, habéis tenido un atisbo de la poca diferencia con la que parecen estar hechas las vidas de los demás. Y si reflexionáis un poco más, podrías llegar a la conclusión de que no habéis encarnado en la tercera densidad para experimentar el júbilo de la liberación. Habéis encarnado en la tercera densidad simplemente para servir, y los que están más necesitados de servicio son con más frecuencia los que menos inclinados están a recibir vuestro servicio de buen grado. Y así, podría parecerle a aquel deseoso de cumplir su cometido de servicio, deseoso de aligerar las vibraciones de un planeta que ha sufrido largamente, que trabaja mucho tiempo bajo la pesada carga de verse juzgado agudizada por la reprobación, podría parecerle, decimos, que toda esperanza de cambiar realmente las cosas es completamente vana.

Queridos amigos, somos los hermanos y hermanas de la aflicción. Estamos aquí con la disposición de servir y simplemente llamamos vuestra atención sobre lo que creemos que ya sabéis—que todos los aquí reunidos estáis aquí con la misma disposición. Servir no es tarea fácil—aquí no se trata de que el que busque servir se sienta orgulloso y se pavonee por el hecho de conocer la verdad. Porque, ¿cuál es la verdad cuando la tarea en cuestión es ponerse a disposición de aquellos para quienes juzgar lo es todo? Es como si para poder servir debierais someteros a este mundo donde el juzgar reina supremo y debáis aceptar bajar y ensuciaros, si podemos describirlo en esos términos, trabajando en las minas, dragando sentimientos penosos, accediendo a presentarles a los demás un catalizador que les resulta de lo más desagradable, y por ende atrayendo nuevamente sobre uno mismo más juicio. Queridos amigos, servir no supone una experiencia de alegría constante y desaforada, sino que implica también la disposición de tomar sobre sí las penalidades del mundo.

Os hemos encomiado acerca de la importancia del espacio privado que podéis crear para vosotros mismos durante la meditación, porque allí es donde puede tener lugar la sanación. Cuando sois capaces de retiraros del bullicio del mundo y sanar las heridas que habéis recibido y han quedado abiertas en vuestro esfuerzo por servir, estáis llevando a cabo el servicio a un nivel muy profundo. Os lo ofrecemos con una salvedad, y es que es posible que toméis sobre vosotros más de lo que sois capaces de procesar, y ha habido errantes de Ra, de Latwii, de Laitos, que han hecho esto y que como resultado se encuentran en un estado de confusión tan profundo que es como si se hubieran perdido en una vorágine. Es como si ellos se hubieran convertido en el problema, es como si hubieran descubierto una gran verdad sobre la Creación en el sentido de que algunas heridas no sanarán. Nos gustaría asegurarles que esto no es así—nos gustaría asegurarles que de hecho, todas las heridas sanarán en la plenitud de los tiempos. Pero habiendo dicho eso, también diremos que habrá quienes trabajen los vericuetos del verse juzgados de manera tan profunda y tan eficaz, y con tal poder emocional, que sería correcto no comprometeros allí donde temáis veros superados. Y por eso decimos que es aquí donde entra en juego el aspecto positivo del juzgar, porque habéis de ser capaces de tener el criterio adecuado con respecto a vuestro propio poder de sanación, para determinar si podéis manejar con eficacia aquellas situaciones que se os presenten. No supone ninguna deshonra en llegar a la determinación en una ocasión o dos, de que una situación en la que os veáis envueltos, por así decirlo, no es aquella en la que vuestra capacidad de servicio pueda fructificar, y en esta situación lo más prudente es retiraros a lo que, para vosotros, represente un lugar seguro, y ceñiros a lo que sabéis hacer mejor, por así decirlo.

Sí, queridos amigos, el juzgar es una espada de doble filo, y si cargáis con los efectos del veros juzgados, éstos puede pesar hasta tal punto que os parezca que vuestros mejores recursos, que todas vuestras esperanzas y alegrías se hallen tan alejadas que nunca las recuperaréis. Podemos aseguraros que os habéis recuperado de cada error que hayáis cometido en el pasado. Podemos aseguraros que vais a cometer más errores en el futuro y que os recuperaréis también de éstos. Mientras os aproximéis a cada nueva experiencia comprometidos con el amor, con la sanación y con el servicio, estamos seguros al deciros que saldréis de esa experiencia mejor que cuando entrasteis.

Y por lo tanto, os encomiamos a estos compromisos y os aseguramos que desde el punto de vista que hemos de ofreceros, estáis llevando a cabo un gran servicio cuando brindáis vuestro amor y vuestra luz a este planeta, amor y luz de los que, de hecho, está muy necesitado.

Somos aquellos de Q’uo, y hemos disfrutado de esta oportunidad para mezclar nuestros pensamientos con los vuestros y así llevar nuestra voz a vuestro grupo como parte de la búsqueda que todos llevamos a cabo juntos. En este momento quisiéramos dejar este instrumento y regresar al conocido como Jim. Soy Q’uo. Adonai, mis amigos, Adonai.

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo y estoy de nuevo con este instrumento. Es un placer preguntaros en estos momentos si hay alguna otra pregunta de la que podamos hablar.

Una pregunta que traía ya ha sido contestada.

¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Q’uo, no se trata de una pregunta de importancia capital, pero preveo que en el futuro habrá preguntas sobre este tema por parte de los lectores de esta transcripción. A menos que esté en un error, parece que la canalización a través de Steve señaló que Q’uo consta de Ra, Latwii y Laitos. Creía que el principio Q’uo consistía en Ra, Latwii y Hatonn. ¿Podríais aclarar esto, por favor?

Soy Q’uo y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Al comenzar el principio de Q’uo fue, como ha dicho: aquellos de Hatonn de la cuarta densidad, aquellos de Latwii de la quinta densidad, y aquellos de Ra de la sexta densidad, mezclándose en un principio que buscaba continuar la labor de aquellos de Ra con esta tarea, de una manera que no requiriese el uso del trance, sino que requiriese un cierto descenso, digamos, de las vibraciones de aquellos de Ra. Esto se logró mezclando las vibraciones de estos tres complejos de memoria social de manera que el resultado de su servicio pudiera apreciarse en el nivel consciente de aquellas entidades dentro de este grupo que son capaces de recibir la vibración de Q’uo. Así ha estado conformado este grupo durante una gran parte de lo que llamaríais tiempo. Sin embargo, hemos considerado necesario en vuestro pasado reciente, digamos, invitar a aquellos de Laitos a unirse a nuestro grupo, porque habéis comenzado el proceso de enseñar el arte de canalizar, y os hace falta acoger a nuevos instrumentos en vuestro grupo de tal manera que los nuevos instrumentos sean capaces de apreciarlo.

Para eso se requieren las sutiles vibraciones del conocido como Laitos, también de la cuarta densidad, pero que se ha especializado en la preparación y entrenamiento de los nuevos instrumentos dentro de este grupo. Quisiéramos señalar que el conocido como Hatonn permanece como miembro de este grupo para cuando sea necesario. Sin embargo, es necesario que haya un solo complejo de memoria social de cuarta densidad dentro del principio de Q’uo en cualquier momento, del mismo modo que es necesario que haya sólo una entidad de la quinta densidad y una entidad de la sexta densidad, para que las vibraciones se fundan del modo más apropiado durante el proceso de transmisión de información a canales conscientes. Cuando os encontréis, y si os encontráis en el futuro, habiendo concluido el proceso de vuestro entrenamiento como instrumentos, entonces hallaréis que aquellos de Hatonn reemplazarán de nuevo a aquellos de Laitos. ¿Hay alguna pregunta más, hermano?

No, no sobre ese tema. Gracias, Q’uo.

Soy Q’uo y te damos las gracias, hermano. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Gracias, Q’uo.

Tengo una pregunta de J, que dice: “Creo que la capacidad de percibir cómo fluye la energía es necesaria no tan sólo para llevar a cabo eficazmente el proceso de sanación, sino que también es esencial para desarrollar la capacidad curativa. De hecho, creo que percibir los flujos de energía también es relevante para alcanzar el equilibrio mínimo necesario para convertirse en un sanador. Sé que Ra mencionó brevemente en 58.3 cómo activar la visión interna usando el cristal suspendido, pero todavía no sé exactamente cómo practicar y desarrollar mi visión interior. Por ello, espero sinceramente que Q’uo pueda extenderse, si lo considera procedente, sobre cómo activar la visión interna, y proporcionar un método práctico y viable que pueda seguir una entidad de tercera densidad como yo.”

Soy Q’uo y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Podríamos recomendar que, además de practicar con el cristal suspendido, esta práctica se lleve a cabo dentro del estado meditativo, lo que podría requerir que la entidad cerrase los ojos e intentase percibir a la entidad con la que trabaja con el cristal suspendido, de modo que pueda darse la oportunidad de percibir al comienzo la naturaleza de las energías con las que se expresa aquel que debe ser sanado o con el que se trabaja. Así, a medida que el cristal suspendido oscile sobre varios centros de energía del sistema de chakras de la otra entidad, entonces el que sirve como sanador puede tratar de percibir cómo las energías son similares o distintas de un centro de energía a otro, procediendo de manera ascendente . Así, el cristal debería desplazarse desde los centros de energía inferiores, comenzando con el rayo rojo, a los centros superiores, en serie, y de uno en uno, deteniéndose al menos un minuto o dos según vuestra medida del tiempo en cada centro de energía, y percibiendo las energías que emanan de ese centro. Este proceso, repetido de modo sistemático con varias otras entidades, servirá para que tanto el que busca sanación como el que sirve como sanador, puedan familiarizarse con las diversas manifestaciones de aquellas energías que emanan de cada centro de energía.

¿Hay alguna otra pregunta en estos momentos, hermano?

Q’uo, hay una consulta más de C, que dice: “Me encantaría escuchar una exposición acerca del tema de los que no serán cosechados a la tierra de cuarta densidad y en su lugar se incorporarán a la cosecha de tercera densidad en otros planetas. En el contexto de la familia y los seres queridos, ¿cómo mantener estos lazos entre aquellos que permanecerán en la cuarta densidad positiva y aquellos que necesitarán más lecciones encarnando en tercera densidad? Esto me importa mucho porque he sentido una angustia muy grande de que algunos miembros de mi familia no fueran capaces de alegrarse conmigo en el amor de la cuarta densidad, aunque tengo fe en que con el tiempo estaremos unidos de nuevo.

Soy Q’uo y estoy al tanto de tu consulta, hermana. De hecho, los de una familia espiritual—cada entidad que es un buscador de la verdad pertenece a tal familia—permanecerán conectados dentro de cualquier otro planeta de tercera densidad. Tendrán la aptitud de continuar encarnando de manera colectiva, de modo que podrán continuar siendo la expresión de los patrones kármicos que los han convertido en parte de esa familia. No es habitual que una familia de buscadores, digamos, se divida entre un planeta de una densidad y otro planeta de otra densidad, pues si aquellos que se mueven a otro planeta de tercera densidad para la repetición de la tercera densidad son mayoría, cada miembro de la familia sentirá también el deseo de estar con los que se trasladen a ese otro planeta de tercera densidad. Es decir, para aquellos dentro de esta familia que puedan alcanzar la graduación en la cuarta densidad, puede darse un retraso para moverse hacia la cuarta densidad por un corto período de lo que llamaríais tiempo, para que todos los miembros de la familia puedan trasladarse juntos, eventualmente, a un ambiente de cuarta densidad. Esto podría parecer un gran sacrificio para aquellos que fueran capaces de moverse más rápidamente hacia la cuarta densidad, pero si recordáis que los ciclos de tercera densidad son de 25.000 años, y son tres de estos ciclos los que culminan en los 75.000 años que completan la tercera densidad, y lo comparáis con los 30 millones de años de la cuarta densidad, encontraréis que el sacrificio no sería mas que un momento, hablando en términos de cuarta densidad.

¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Sí, tengo una. Ya he hablado de esto antes. ¿Qué papel desempeña el uso de drogas menores como la marihuana, que contribuyan a la inhibición del crecimiento espiritual? A veces parece que ayuda, otras veces parece que dispersa el enfoque y la concentración. Por favor, ¿podrían comentar acerca de eso?

Soy Q’uo y estoy al tanto de tu consulta, hermano. El uso de substancias como la marihuana o el LSD o la mescalina, etc., puede considerarse útil hasta cierto punto. Es decir, que los ojos se abren en cierta medida a una mayor realidad en la cual la naturaleza del amor, de la luz, de la alegría, de la unidad, es apreciada por tal entidad. Sin embargo, recomendamos que como en toda experiencia o procesamiento de catalizadores dentro de la ilusión de tercera densidad, existe la oportunidad de aprender estas lecciones básicas, y luego moverse de un modo, digamos, más natural hacia una mayor expresión y experimentación de los niveles superiores de conciencia que se derivan de los esfuerzos personales en lo que podríamos llamar una manifestación más natural de la meditación, la contemplación, la oración, la utilización del catalizador en la experiencia del día a día. Resulta fácil para algunas entidades acostumbrarse tanto a la comodidad con la que puede obtenerse una visión ampliada con el uso de estas llamadas drogas, que no ejercitan los poderes internos de percepción y aprehensión de la mayor realidad que forman parte de la condición innata de cada buscador. Es importante que cada buscador ejercite esta habilidad natural en pos de la comprensión, si podemos usar este término poco apropiado, durante sus actividades diarias. Por lo tanto, nuestra recomendación para el buscador serio de la verdad sería hacer un uso limitado y básico de tales substancias.

¿Hay una consulta final en estos momentos?

Soy Q’uo y como parece que hemos agotado las consultas para este círculo de búsqueda, os querríamos agradecer una vez más, a todos y cada uno, por invitarnos hoy a estar presentes. Hemos aprendido tanto de vosotros como esperamos que hayáis aprendido de nosotros. De este modo, todos servimos como maestros y todos servimos como discípulos. Y el Único Creador dentro de nosotros también aprende, porque cada uno de nosotros es perfectamente capaz de experimentar esas realidades en el ser de otra persona, en su propio ser y en el mundo que nos rodea para poder enseñar al Creador más acerca de sí mismo. Por ello, combinar nuestras energías con las vuestras ha sido una experiencia de lo más fructífera.

Queridos amigos, os dejamos en el amor y en la luz del Único Creador Infinito. Se nos conoce como aquellos de Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai vasu.