Si miramos nuestras experiencias diarias como si nos diesen pistas sobre la dirección de nuestra búsqueda, ¿cómo deberíamos usar nuestros sentimientos, nuestro intelecto y nuestra intuición para elegir nuestro camino?

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy con este instrumento. Os saludamos esta tarde a todos en el amor y en la luz. Nos sentimos honrados al habernos pedido que nos unamos a vuestro círculo de búsqueda. Para nosotros siempre es un placer estar con vosotros, porque apreciamos vuestra búsqueda sincera en todos los niveles de vuestro ser. Nosotros, como siempre, os pedimos que toméis aquellas de nuestras palabras que tengan significado para vosotros, y las uséis como queráis, cuando queráis, y dejéis atrás aquellas palabras que digamos y que no tengan significado para vosotros en estos momentos. Si quisierais hacernos este favor, nos resultaría más fácil compartir nuestros pensamientos con vosotros sin sentir el temor de que pudiéramos resultar de algún modo un obstáculo.

Hoy preguntáis sobre cómo proceder en vuestro camino de búsqueda mediante el uso de vuestras actividades diarias como un indicador de ese camino, y cómo evaluar estas actividades que os guardan señales y símbolos que os den pistas sobre la dirección de búsqueda. Amigos míos, disponéis de muchas herramientas de las que hacer uso.

Cada uno de vosotros dentro de la ilusión de tercera densidad tiene un complejo mental que es capaz de emplear el pensamiento analítico para poder estudiar una situación, o cualquier parte de la misma, y describir, en conceptos, lo que veis, cómo encajan, cómo no encajan; Y hacer evaluaciones iniciales en cuanto al significado que podáis obtener de cada parte de vuestras experiencias diarias.

Están vuestros sentimientos, que son más una respuesta emocional a una situación dada que una evaluación intelectual de la misma, porque hay una parte de vosotros mismos que está más conectada, digamos, a la fuerza de la vida que fluye a través vuestro. Esta parte de vosotros mismos se desarrolló primero durante vuestra infancia, siendo éste el principal recurso para que vosotros, como niños, pudierais reaccionar a vuestras experiencias a nivel cotidiano, en lugar de responder intelectualmente cuando esa capacidad o facultad aún no se había desarrollado.

Siempre está la intuición, que se haya disponible para cualquier persona, bien sea un buscador consciente de la verdad, o bien una persona que aún no ha llegado a ser consciente de este viaje de búsqueda que la tercera densidad proporciona a todos.

Estas tres son las principales facultades para la toma de decisiones, digamos, cada una de las cuales puede ser aumentada o orientada de algún modo por aquellas fuentes o fuerzas que parecerían estar fuera de vosotros mismos, como los guías personales, entidades desencarnadas que sean amigos y maestros, vuestro yo superior, entre otras. Así, cada buscador de la verdad ha recabado para sí un repertorio de recursos que pueden consultarse a diario; O incluso hacerlo con más frecuencia por el buscador que ha despertado y es consciente de sus propias acciones, y de las interacciones con los demás, y cómo estas interacciones pueden interpretar su papel en el escenario de la experiencia, en la que sois tanto el actor como la audiencia, el escritor y el crítico.

Como regla general, quisiéramos recomendar que permitáis que cualesquiera que sea la facultad que primero dé a conocer su opinión sea la primera en intervenir, porque esta será la facultad que más probablemente tenga una contribución significativa que hacer en la evaluación de ese soñar despiertos que llamáis experiencia vital. Algunas personas están más inclinadas a evaluar o analizar mentalmente una situación; Otros, primero sienten con sus emociones lo que la situación pueda mostrar; Otros obtienen una respuesta intuitiva que a menudo es difícil de percibir, a diferencia de los sentimientos o las emociones. Podemos daros una regla general a este respecto, y es que la intuición, por lo general, esperará educadamente a la evaluación mental, a la respuesta emocional y a cualquier otro tipo de orientación que el buscador pueda recibir de otra parte, antes de dar a conocer su opinión, digamos.

Así, vamos a suponer que eres una entidad que comienza con el análisis intelectual de lo que te ha ocurrido. Miras el comienzo de la interacción de tu ser con cualquier otra entidad u otro yo implicado en la situación, o en cualquier otra característica o aspecto que pueda ser significativo en la experiencia y que percibas que te ofrece una orientación en tu búsqueda. Vemos cada parte de la experiencia desde un punto de vista intelectual, evaluando lo que ocurrió—sólo los hechos, digamos, de la interacción—la descripción mecánica de quién hizo qué a quién, si podemos ponerlo en estos términos.

Entonces, es muy probable que tengas un sentimiento como respuesta, una emoción de algún tipo que seguirá a continuación del análisis intelectual. Este sentimiento te dará una respuesta desde aquella parte profunda de ti mismo que, como mencionamos anteriormente, se desarrolló por primera vez cuando eras un niño pequeño, tal vez incluso un bebé en brazos, por lo que se convierte en una parte primordial en tu proceso de toma de decisiones, ya que es lo más básico de la estructura de tu propia personalidad. Sin embargo, esta respuesta emocional, debido a que es la más antigua entre las herramientas que tienes para hacer tu evaluación, diríamos que a veces está sesgada hacia cierto modo de respuesta para que incluso las emociones puedan ser evaluadas por el análisis mental, para estar seguros de que son de importancia y relevantes para la situación actual, y no sean reminiscencias, como podríamos llamarlas, de una época anterior en la que una situación difícil pudo haber causado que se formasen de tal manera que te hicieran cargar con un sesgo a lo largo de tu experiencia vital.

Cuando has intentado, tanto intelectual como emocionalmente, comprender la naturaleza de tu interacción con otro yo, o con otros yoes, o de aspectos de la situación, digamos, o del marco de la situación, entonces es muy posible que tengas un presentimiento, una inspiración intuitiva que te revelará una especie de percepción, si podemos usar este término, que es muy probable que sea más precisa en su apreciación global del valor de una interpretación dada de los acontecimientos que acabas de experimentar. Porque la intuición desciende por el tronco del árbol de la mente, pasando del consciente al subconsciente, y aún más, a las energías cósmicas con las que estás conectado al universo en su conjunto. Porque cada entidad, como ya sabes, es una porción del Único Creador que tiene conexiones con toda la creación. Así, aquellos que confían en este conocimiento interior o intuición durante gran parte de su experiencia vital, han desarrollado una herramienta bastante precisa debido a su capacidad para captar el significado de sus interacciones con todas las demás entidades y con parte de su entorno.

Para aquellos que todavía sigan recabando más información para interpretar la situación, quisiéramos recomendar la meditación, de modo que la posible mezcolanza de información de todas las fuentes pueda ordenarse, puede organizarse en una disposición más comprensible, presentable o representativa. El estado meditativo mejora el contacto que tenéis a través de vuestra intuición con fuerzas o fuentes de inspiración e información más elevadas, a las que podéis pedir ayuda. Así, el estado meditativo es el que proporciona un ambiente apacible en el que podréis evaluar cuidadosamente la situación tal como os ha ocurrido.

Bien, amigos míos, esta es una descripción muy detallada y elaborada de cómo se puede conseguir interpretar vuestro sueño despierto. Quisiéramos sugerir que cada buscador de la verdad, después de utilizar estos recursos a diario durante un prolongado período de tiempo, practicado cada paso que hemos enumerado, puede ser capaz de moverse a través de este proceso más rápidamente de lo que a primera vista podría parecer. Algunos buscadores de la verdad han desarrollado lo que podríamos llamar “atajos” en este proceso, confiando en cualidades tales como la intuición; Quizás usando el péndulo, quizás percibiendo una cierta sensación o reconociendo cierto sentimiento como respuesta a la situación; O pueden ver dentro de la situación símbolos reconocibles que han aparecido antes, ya sea en sueños durmientes o en sueño despierto, o en el estudio con maestros, con libros, con programación musical o con cualquier otro instrumento de aprendizaje que hubiere.

Para muchos buscadores tiene lugar una especie de esquema repetitivo. De hecho, para cada buscador que ha llegado muy lejos mediante la utilización de experiencias diarias del estilo del sueño despierto, existe, como en el estado de sueño, un tipo de vocabulario que el buscador consciente desarrolla a la larga, y así puede verse un cierto color, una cierta forma, una persona con cierto tipo de interés o nombre, hay un número infinito de fragmentos de la imagen de un sueño despierto que pueden proporcionar un vocabulario o representación simbólica para cada buscador. Esto, por supuesto, lo determina necesariamente cada buscador individual, de modo que bien pudiera ser que no haya dos buscadores que compartan el mismo vocabulario, sino que hablan un idioma diferente interpretando la naturaleza y los fragmentos de cada situación de su sueño despierto.

Estos son los medios por los que se mejora el proceso de búsqueda, los procedimientos mediante los cuales el buscador consciente de la verdad puede avanzar más rápidamente a través del proceso de toma de decisiones en lo que respecta al significado del sueño, y el vocabulario específico, por así decirlo, que habla al corazón, a la mente y al alma.

En estos momentos quisiéramos preguntar si hay alguna consulta sobre esta cuestión, a la que hemos dedicado nuestro ahínco.

La respuesta ha sido muy útil, informativa y orientadora, gracias.

Soy Q’uo. Te damos las gracias, hermana, y como parece que no hay consultas que continúen con la pregunta principal, quisiéramos preguntar si hay alguna otra consulta a la que podamos responder.

Hay una pregunta de un lector de la Ley de Uno de otro país, que tiene que ver con trabajar el cuerpo energético, y que dice que en la Ley del Uno puede leerse el concepto de que los errantes pueden sufrir alergias como resultado del desajuste con su cuerpo físico, y por eso ha enviado una consulta al respecto que dice: Si se produce una alergia fuerte y atípica que de repente cubre, por ejemplo, el pecho y la parte delantera del cuello, ¿puede estar asociada con las tentativas de esa persona para abrir los centros de energía superiores? ¿Existe una correlación entre trabajar en el cuerpo de energía para un crecimiento positivo, y el sufrimiento posterior, tal vez temporal, de la reacción física producida en esa parte del cuerpo físico? Y si es así, ¿es esto una indicación de que hay que hacer algo a nivel de energía que pudiera, de alguna manera, proporcionar alivio? Esto, ¿es algo para hacernos conscientes de lo espiritual? Esa persona, ¿cómo puede comprender mejor esta situación? Gracias, Q’uo.

Soy Q’uo, y creo que captamos el sentido de la consulta. De hecho, por lo general los errantes se ven sometidos a experimentar reacciones alérgicas en partes diversas de esta esfera planetaria y, efectivamente, en el nivel más profundo del ser del errante, las reacciones alérgicas son a menudo un tipo de rechazo al planeta mismo y a sus vibraciones inarmónicas, vibraciones que el errante no llega a conocer del todo de manera consciente. Por eso, el cuerpo reproduce luego esta información desde las áreas más profundas del ser del errante a la mente consciente del errante en forma de reacciones alérgicas.

También quisiéramos apuntar lo que se ha mencionado en la consulta respecto al área de los centros de energía en los que se observa dicha alergia, ya que, en efecto, la alergia, o el rechazo de una cierta parte del entorno o bien de una experiencia en el entorno, se reflejan en el centro energético que es, él mismo, objeto de la reacción alérgica.

El centro de energía del rayo rojo es el que trata de la supervivencia de la entidad y la reproducción sexual de la entidad, su supervivencia, digamos, como especie. El rayo naranja, de idiosincrasia individual o emocional, es el que se manifiesta en relaciones de persona a persona con otro ser. El rayo amarillo es la manifestación de energías del grupo en la que el errante se ha integrado. El rayo verde es la apertura del centro de energía del corazón y la manifestación del amor incondicional que permite dar y recibir ese amor. El chakra de la garganta es el de la comunicación o inspiración dada libremente y de la aceptación de otros yoes. El centro de energía del rayo índigo es la energía del adepto, la personalidad mágica y su estado del ser, del conocimiento del Creador como energía inteligente. El rayo violeta es el centro que refleja el equilibrio general de todos los centros de energía.

Así, cuando una alergia ataca a una entidad, sea la entidad un errante o no, es adecuado examinar el centro energético que se observe afectado, eso podrá darnos alguna indicio del tipo de energía que está teniendo algún efecto de naturaleza problemática para el errante, o para la entidad que lo experimenta, en un nivel determinado de sus centros energéticos.

De este modo resultará más sencillo delimitar el estudio de la causa y la posible mejora del problema. La destreza del errante, o de la entidad que sufre dicha alergia, se basaría en la capacidad de identificar al alérgeno, digamos, cuyo aspecto clave es el rechazo de la entidad, rechazo que se manifiesta en un determinado centro de energía.

¿Podemos pediros una consulta más en estos momentos?

Sí, y gracias por la respuesta. ¿Sería correcto decir que la alergia que aparece en el cuerpo en relación con un determinado centro de energía del cuerpo se corresponde con lo que se discutió anteriormente: proporcionando y recabando pistas a partir de una experiencia consciente para que una persona, una entidad, actúe sobre ellos para su desarrollo personal? Una alergia, ¿podría considerarse una experiencia consciente que proporciona pistas para evolucionar?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermana, y quisiera señalar que eres muy perceptiva en esta correlación entre la alergia y el sueño despierto, porque de hecho, todas las experiencias de cualquier buscador de la verdad pueden considerarse como indicios de lo adecuado o inadecuado de ciertos compromisos, ciertas entidades, ciertos comportamientos, ciertas experiencias. Cualquier aspecto de la experiencia que pueda verse como un sueño despierto podría considerarse en relación a la alergia, ya que la alergia podría decirse que ha presentado un informe a la entidad, en el que evalúa las interacciones repetitivas entre la entidad que padece alergia y otras entidades, otros pensamientos, otros lugares u otras cosas.

Porque para cada buscador de la verdad, todo es uno, realmente. Cada serie de actividades diarias es como una huella digital espiritual, digamos, en lo que respecta a la respuesta del buscador a esa serie de actividades diarias y las diversas partes de estas actividades. Con carácter general, el modo en que el buscador ve o responde a cada parte de su sueño despierto es una indicación de la naturaleza del nivel vibratorio de ese buscador. Luego, este nivel vibratorio general se repetirá en varias experiencias en las que el buscador podrá estar en sintonía y, digamos, permanecer a la espera y ser capaz de interpretarlas cuando se produzcan. Porque todo lo que hacéis os habla de lo que sois, de lo que buscáis, de vuestro viaje de búsqueda en estos momentos y de vuestro destino definitivo.

Amigos míos, en estos momentos vamos a despedirnos de este instrumento, pues se está fatigando, y desea seguir exponiendo los conceptos que comunica tan fielmente como sea posible, y se da cuenta de que su fatiga, que va en aumento, reduce la fiabilidad de la percepción.

Una vez más, quisiéramos agradeceros a todos vosotros el habernos invitado hoy a unirnos a vuestro círculo de búsqueda. Ha sido un gran honor y un privilegio. Os dejamos como os encontramos, en el amor y en la luz. Se nos conoce como aquellos de Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai, vasu borragus.