Q’uo, nos parece que vivimos en tiempos intensos, complejos, llenos de confusión y distracción, que pueden crear un ambiente demasiado nebuloso para el que despierta a la búsqueda espiritual. Aquellos que han avanzado algo más en el camino de la búsqueda espiritual, ¿deben mirar atrás y ayudar a aquellos que dan sus primeros pasos en un entorno de este tipo? ¿Qué podrían compartir los buscadores más experimentados con aquellos buscadores presumiblemente más jóvenes?

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y es un privilegio y un honor saludaros esta tarde a todos y cada uno en el amor y en la luz. Siempre nos agrada recibir vuestra llamada, porque sabemos que dentro de vuestro círculo de búsqueda vuestro corazón está abierto al concepto del amor universal, y lo compartís sin reservas con toda la creación, de la cual formamos tan solo una pequeña parte. Y sin embargo, percibimos vuestro amor como si fuerais un enorme amplificador que impulsa el poder del amor universal a lo largo de toda la creación del Creador Uno Infinito. Por eso, armonizar nuestras energías con las vuestras es un gran honor, y una vez más os agradecemos por habernos invitado hoy a estar presentes con vosotros. Como siempre, vamos a pediros un pequeño favor antes de comenzar. Tomad aquellas palabras que os ofrezcamos que os sean útiles y usadlas como queráis. Si pronunciamos alguna palabra, o expresamos cualquier pensamiento que no os parezca correcto, por favor, dejadlas pasar—dejadlas de inmediato y continuad, porque no quisiéramos poner ningún obstáculo en vuestro camino.

Hoy nos preguntáis sobre cómo podríamos servir a aquellos más jóvenes y que tienen menos experiencia dentro de vuestra ilusión, y que han tenido dificultades para abrirse camino a través de la gran miasma de confusión, negatividad y extravío que tan a menudo forma parte de cualquier ilusión de tercera densidad, y más concretamente de la vuestra en estos momentos finales del ciclo de tercera densidad, porque hay demasiada división aparente entre personas, ideas, sueños y el camino que cada cual pueda tomar para darle sentido a su vida.

Os pedimos a cada uno de vosotros que reflexionéis por unos instantes sobre aquella etapa durante vuestros años de juventud en la que teníais poca experiencia en la toma de aquellas decisiones que habrían de ser fundamentales en vuestra trayectoria vital. Esos años, que podrían denominarse “los años del despertar”, en los que empezasteis a mirar más allá de aquellos conceptos que se os dieron desde que teníais memoria, y empezasteis a avanzar construyendo vuestra propia forma de pensar. En aquellos años estabais llenos de energía, entusiasmados, digamos, dispuestos a comenzar a abrir vuestro corazón, todo eso os sobrevenía a la vez y lo comparabais con todo lo que os habían dicho vuestros mayores, con más experiencia, y según parece más adelantados que vosotros sobre el terreno. A menudo, uno puede mirar en su propio pasado y encontrar allí aquello que puede ser útil compartir con los demás.

Cada uno de vosotros es un ser único, así que además se da el caso de que a menudo, al colaborar con los jóvenes, debe tenerse en cuenta que por cada entidad con la que se entra en contacto, se está tratando además con un universo de experiencia infinitamente creativo. Hay cierta cantidad de información de naturaleza racional, digamos, con la que se puede empezar a colaborar con los demás, y sin embargo conviene advertir que podría ser de mayor utilidad recurrir además a aquellas cualidades intuitivas que mantienen un equilibrio dentro de vuestro ser con las cualidades intelectuales o racionales, recurriendo a ambas como un medio para echar una mano a aquellos que buscan apoyo.

En estos momentos, vamos a transferir este contacto al conocido como Steve. Somos aquellos de Q’uo.

(Canaliza Steve)

Soy Hatonn. Os saludamos en el amor y en la luz del Creador Uno Infinito. Soy Latwii. Os saludamos en el amor y en la luz del Creador Único. Soy Ra, os saludamos en el amor y en la luz del Creador Único. Somos Q’uo, os saludamos en el amor y en la luz del Creador Único.

Quisiéramos comenzar diciendo que ahora, cuando habláis y escucháis nuestras palabras en vuestro interior, estáis participando en un tipo de intercambio de energía en el que los límites del ser merman, por así decirlo, para quedar abiertos a otro ser, y nuestras energías se combinan en este intercambio. Quisiéramos sugerir que esta armonización, que no se limita a vuestra experiencia de tercera densidad en absoluto, es en esencia lo que entendemos por comunicación. La comunicación es un intercambio. A veces es simétrica de una manera y asimétrica en otra, y algunas veces las simetrías se invierten; fluyen y refluyen con arreglo a diversas exigencias de la experiencia comunicativa. A veces hay quienes están en condiciones de enseñar, y a veces hay quienes asumen la condición de ser un alumno. Algunas veces los de Hatonn preguntan a los de Ra o a los de Latwii para aprender lecciones que ya parezcan estar disponibles al haberse completado en cierta medida por aquellos a los que se considera como maestros.

Pero, queridos amigos, podemos aseguraros que también sucede lo contrario: que los de Ra están ansiosos por consultar a sus amigos de Hatonn y sus amigos de Latwii para aprender, inspirarse y colaborar. Y así, si bien es cierto que visto desde cierto punto de vista los de Ra llevan más camino recorrido, y pueden ofrecer inspiración derivada de ese adelanto, aún así, eso por sí mismo no constituye la esencia de lo que pueden compartir unos seres y otros. Quisiéramos llamar vuestra atención sobre el hecho de que cuando se intenta servir, el factor fundamental es la cualidad que se encuentra en esa pequeña palabra, “ser”. Es vuestro ser lo que buscáis compartir.

Ahora bien, aquellos de vosotros que, al igual que los miembros de este grupo, hallaron el modo de encontrar un cúmulo de conocimientos más bien complejo que tiene el potencial de refundir gran parte de lo que han aprendido en un contexto mucho más amplio de lo que habían aprendido en su juventud, tienen la oportunidad de compartir esta perspectiva más amplia con aquellos de vuestro complejo social que no han tenido esa oportunidad, y que podrían estar desgastándose ante las limitaciones de una perspectiva más restringida. Para aquellos que han descubierto un camino que les ha resultado útil para guiarlos a lo largo de su desarrollo evolutivo, es tentador querer lanzarse y ofrecer esta buena noticia a todos los que quieran escuchar. Es tentador, decimos, y a veces lo es demasiado, porque en su afán de compartirlo corren el riesgo de infringir el requisito fundamental para compartir de manera totalmente sincera o propia de un corazón abierto, que es el libre albedrío de los demás.

Ahora bien, dado que estáis encarnados tenéis, hasta cierto punto, menos necesidad de preocuparos por infringir el libre albedrío de los demás dentro de vuestra esfera de experiencia que nosotros, sencillamente porque estamos fuera de la configuración de energía que constituye vuestro complejo de energía social, y por nuestra parte sería una gran intromisión ofrecer recomendaciones específicas sobre cómo podríais avanzar en vuestro proyecto, que pudiera ser el de ofrecer a vuestros compañeros de viaje vuestro punto de vista para ayudarlos a tratar de ordenar lo que vosotros comprendéis plenamente que es un confuso montón de hipótesis. Sin embargo, considerad cómo era vuestra juventud cuando escogíais entre una amplia variedad de orientaciones que se os ofrecían mientras buscabais el modo de ser autosuficientes, mientras buscabais la manera de lograr vuestro propio proyecto académico, mientras buscabais el modo de integraros en diversos grupos sociales y diversas amistades que hubiera a vuestro alcance. A medida que os adentrasteis en todos esos objetivos tan complicados, tuvisteis que desestimar al menos tantas oportunidades como las que pudisteis aceptar, y ciertamente, de hecho, tuvisteis que desestimar muchas, muchas más oportunidades. Algunos de estas exclusiones os dieron la oportunidad, basada en ulteriores experiencias, y de repasarlas y volver a examinarlas a la luz de otros progresos, de una mayor inspiración o información adicional de que le os habían ofrecido. Pero, a fin de preservar ese pequeño núcleo de autonomía, tuvisteis que construir muchas barreras protectoras para poder mantener la integridad de vuestro propio proceso de búsqueda.

Como hemos sugerido, cada uno aquí es absolutamente único y, de hecho, cada ser sobre vuestro plano o sobre cualquier otro plano, es absolutamente único, y nadie puede conocer lo que para cualquier otro sea absolutamente verdadero o necesario. Por eso, entendemos que la mejor manera de enfocar una relación con otro es la del ofrecimiento, de la sugerencia, del favor de que estáis dispuestos a que el otro pueda contar con vosotros, en lugar del reclamo de que podríais estar en posesión de unos conocimientos que el otro haría bien en aprender.

Ningún individuo puede ser el amo de otros. Si reflexionáis sobre esa sencilla observación, empezaréis a daros cuenta de que, si se toma en serio, tiene el potencial de ser algo revolucionario, ya que de hecho, vuestro complejo social sencillamente está repleto de transgresiones a este principio. Vuestro complejo social constituye un factor en vuestras propias vidas en formas que son sorprendentemente intimidatorias, y en formas de las que ni siquiera os dais cuenta. Por ejemplo, podéis sentiros culpables por no ofreceros a vosotros mismos en servicio si no os comportaseis de una manera que, en realidad, sería una infracción al libre albedrío. No estoy haciendo lo suficiente, puede que os digáis a vosotros mismos. Pero, quisiéramos pediros que alejéis esa voz que protesta en vuestro interior y que os deis cuenta de que aquellos con los que constantemente intentáis entablar una relación son algo multitudinario. Son muchas voces, y estas voces provienen de muchas, muchas fuentes—algunas de ellas aparentan ser completamente antitéticas unas de otras.

Para cada entidad que encarna en la tercera densidad es una tarea fundamental comenzar el largo proceso de integrar estas voces, de encontrar esa resonancia fundamental que, por sí sola, y según nuestra experiencia, puede decirse que es la fuente de la verdad. Hay verdades que hablan más profundamente, más elocuentemente del amor que otras, esto es cierto. Y puede pareceros evidente que algunos de vuestros compañeros de viaje se hallan atrapados en concepciones falsas de la verdad, de modo que se están alejando en lugar de acercarse a lo esencial, y corren el riesgo de verse privados del mismo amor que tratar de experimentar y que buscan compartir. Pero, si reflexionáis acerca de vuestro propia trayectoria, podréis descubrir que ha habido muchos caminos que pudierais haber tomado y que aparentemente os han desviado, pero que conforme a un patrón casi inescrutable, finalmente os han conducido de nuevo al mismo camino que de hecho sentís como el de mayor importancia para vuestro ser. Y, puede ser que en el transcurso de este aparente rodeo, hayáis aprendido una lección que resultó ser muy importante para vosotros, y posiblemente incluso determinante para vuestra capacidad de dar el siguiente paso en ese camino, que es vuestro exclusivamente.

Y así, cada alma individual debe asumir la plena responsabilidad de su propio desarrollo, y esto requiere, en algún momento, un aislamiento bastante angustioso y temible, ya que el alma se halla tan abandonada a sus propios recursos que no tiene eco alguno en el complejo social, un aislamiento que puede, de hecho, asemejarse a la noche oscura del alma. En este estado sois muy vulnerables, porque es tan temible estar así aislado que resulta tentador buscar algún hilo de autoridad que os dirija, y que no tengáis que asumir responsabilidad por ello. ¡Oh!, qué tentador es encontrar ese hilo, y si lo veis desde el punto de vista de algún otro que se fije en vosotros, también podríamos decir, ¡oh!, qué tentador es proporcionar ese hilo. Pero, queridos amigos, considerad que en última instancia, cada cual debe encontrar el camino bajo el impulso del Creador en su interior. El Creador en vuestro interior es la única y verdadera autoridad.

Y así, para responder a vuestra pregunta, diríamos que estaría bien volver la vista atrás, por así decirlo, hacia aquellos que están recorriendo el camino en lo que parece la misma dirección por detrás vuestro, y estaría bien mostrarles compañerismo. Estaría bien estar dispuestos a compartir las cualidades de vuestro ser, lo que consideramos de mucha mayor importancia que cualquier suministro de información que les podáis ofrecer.

Puede que tengáis una perspectiva más amplia, pero a menos que alguien esté solicitando expresamente que le proporcionéis una explicación de esa visión más amplia, puede ser muy intrusivo por vuestra parte superponer vuestra visión en su proceso de búsqueda. Si contempláis lo que os ha llevado hasta el punto de formaros una convicción con respecto a aquellas cosas que consideráis ciertas, encontrareis que el proceso según el cual eso llegó a realizarse estaba lleno de numerosas circunstancias de lo más variopintas en las que os encontrabais en relación con un cúmulo de energías que tuvisteis que intentar esclarecer. Lo mismo es cierto para aquellos a quienes les gustaría ser maestros. Están encontrando su propio camino, y lo más probable es que lo ejerzan mejor aquellos que sean capaces de tender la mano en la amistad y en el amor que no juzga, y que ofrezcan la orientación que sólo el ejemplo puede proporcionar. Esto puede ser frustrante. Puede ser frustrante porque podríais estar absolutamente convencidos de que estáis rodeados de personas necesitadas y desesperadas que corren el riesgo de extraviarse, y es cierto, este es un peligro constante, pero quisiéramos decir que es un peligro que nadie puede eximir a cualquier otra persona de que le haga frente.

Cada uno de nosotros tuvo que mirar fijamente al abismo de la soledad más absoluta, y desde esa posición descubrir que uno lleva en su interior cada recurso que jamás hubiera encontrado fuera, y al aplicar ese recurso—a veces de tal manera que aparentemente descarta toda influencia disponible de vuestro complejo social—al aplicar ese recurso, paradójicamente, se es más capaz de descubrir ese punto en el que converger para estar con los demás. Allí es donde se halla oculta la posibilidad de vuestra propia autorrealización, y allí es donde yace oculta la posibilidad de vuestra oportunidad personal de servir más plenamente, porque allí es donde su ser no se limita a ser solo eso, sino más bien algo que se concibe cada vez más a sí mismo como esencialmente cualitativo. Podéis descubrir que las cualidades se abren a la posibilidad de combinarse con otras cualidades de maneras cada vez más elocuentes.

Y por eso, quisiéramos deciros que si podéis encontrar en vuestro interior esa semilla de alegría que os permita proseguir vuestro ritmo de vida con alegría y también esforzándoos para ayudar a quienes os rodean, estaréis haciendo lo que vinisteis a hacer aquí, queridos amigos, es decir, a asimilar todo lo que el catalizador de esta densidad os puede ofrecer, llevarlo hasta las raíces de vuestro ser, absorberlo y transformarlo cualitativamente para que la oscuridad se vuelva menos lóbrega, se aclare, se vuelva más y más brillante día tras día. Someterse a este proceso es hacer dos cosas a la vez: es expandir vuestro propio ser, y convertirlo en modelo para aquellos para quienes sois una inspiración.

Queridos amigos, nos gustaría deciros que para nosotros sois una inspiración. A pesar de que todas las probabilidades están en contra vuestra, vuestra búsqueda, vuestro coraje, vuestra dedicación, son una inspiración para nosotros. Os estamos agradecidos, queridos amigos, y en estos momentos quisiéramos volver al conocido como Jim, para preguntaros si podemos responder de modo más específico a otras consultas que podáis formular. Somos aquellos que conocéis como Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai.

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento. Quisiéramos preguntar, en estos momentos, si habría más consultas de las que podamos hablar.

Yo tengo una pregunta, Q’uo. La pregunta es sobre el libre albedrío y sobre infringirlo a los demás. En mi entorno particular, hay un pequeño grupo de meditación [en la República Checa] que se reúne en el lugar donde actualmente vivo, y soy el único que ha pasado por canalizaciones vocales con contactos de la Confederación como el vuestro. Cuando nos sentamos en meditación silenciosa invoco a las entidades de la Confederación para que vengan a unirse y a menudo siento la energía y la emoción que he experimentado con este grupo (generalmente lo asocio a los de Hatonn). Lo que quiero consultar es si hay algún problema en compartir esa percepción con los demás del grupo que no han tenido esa experiencia, ya que no me han preguntado al respecto. Es algo que siento como un evento gozoso, así que lo hago para animarles, pero pienso que a través de esta vía de búsqueda no tengo confirmación de que sea el Creador interior el que acaba de hablar, así que estoy interesado en saber si es aceptable compartirlo.

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Te animamos a que cultives esa percepción en el interior de tu propio ser de que eres consciente de nuestra presencia, y lo compartas con aquellos dentro de tu grupo, porque dentro de tu grupo hay quienes también son miembros de nuestro grupo, es decir, son errantes representando a la Confederación de Planetas al Servicio del Creador Uno Infinito, y han tenido sus propias experiencias individuales que puede que para ellos no estén claras. Al compartir con ellos tu experiencia, les estás ayudando echándoles una mano, digamos, a clarificar hasta cierto punto sus propias experiencias y dándoles la oportunidad de compartir en niveles más profundos de conciencia el servicio a los demás, que son los motivos por los que cada uno de vosotros se reúne allí.

¿Hay alguna otra pregunta, hermano?

Una más de seguimiento, Q’uo. Si aplicamos lo que acabáis de decir a otros grupos que trabajan con el material de la Ley del Uno en otros idiomas u otros lugares, y suponiendo que se recojan en silencio para reunirse con el Creador Infinito e inviten a la Confederación, o específicamente a los de Q’uo a unirse a su círculo, ¿eso constituye una invocación que os permite uniros a dichas entidades, como en un segundo plano, y estar presentes en ese momento en particular?

soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento, y quisiera responder a tu consulta sugiriendo que esto de hecho es así. Cuando dichas entidades nos invocan, nos complace responder armonizando nuestras vibraciones con las suyas de tal modo que haya un indicio de que estamos con ellas. Sin embargo, no podemos hablar, y no debemos ofrecer ningún pensamiento que pueda interpretarse como un contacto de canalización, porque esto no sería apropiado. Sin embargo, estamos encantados de armonizar nuestras vibraciones con cada entidad y grupo que invoque nuestra presencia. Este es uno de los medios por los que esperamos compartir cada vez más nuestras vibraciones de amor y de luz con este tipo de grupos que se reúnen para hacer otro tanto.

¿Hay alguna otra pregunta, hermano?

Por mi parte no, gracias.

Te damos las gracias, hermano. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Sí, tengo una, Q’uo. ¿Podríais hablar brevemente de la distinción entre el tipo de ayuda que podéis ofrecer al complejo de energía social en su conjunto, en contraposición al tipo de ayuda que podéis ofrecer a aquellos individuos que puedan estar buscando dentro de su ámbito de experiencia?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Para los de vuestra cultura social, podemos ofrecer la vibración de amor que nos solicitan aquellas entidades que no son conscientes del origen específico del que emanan dichas vibraciones, y que sin embargo sienten la necesidad en el fondo mismo de su ser del sustento que proporcionan esta clase de energías para aliviar el dolor y el sufrimiento producidos por la confusión y la división que hoy prevalecen en vuestro planeta. Un simple grito de angustia es suficiente para que enviemos nuestro amor y nuestra luz a aquellos que así imploran.

¿Hay alguna otra pregunta, hermano?

No, gracias.

Soy Q’uo, y te damos las gracias una vez más. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

No tengo ninguna consulta en este momento, lo cual es sorprendente para alguien con mi forma de ser. Pero quiero darles las gracias por las aclaraciones y por recalcar conocimientos que ya llevaba dentro. Siempre es bueno recibir ilustración, y es agradable contar de nuevo con su presencia.

Soy Q’uo, y apreciamos tu gratitud y tu disposición a buscar lo que resulte de gran utilidad, no sólament para ti, sino también para aquellos a quienes encontrarás en tus actividades diarias, y más específicamente ejerciendo la profesión que has elegido.

En estos momentos quisiéramos pediros una consulta final, si hubiera alguna.

Q’uo, si lo que dice Ra con respecto a la historia del sistema solar es correcto, una población de tercera densidad pueden destruir completamente su propio planeta. Tenemos a Marte, cuya población de tercera densidad destruyó su biosfera, deteniendo el desarrollo del planeta; tenemos a Maldek que de algún modo hizo estallar su planeta. Cuando un planeta pasa a activarse en cuarta densidad, y la cuarta densidad depende de la viabilidad del planeta, ¿puede afirmarse que nuestra población de tercera densidad puede destruir ahora el planeta, cuando la cuarta densidad requiere de la existencia del planeta?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Solo podemos responder hasta cierto punto, ya que una respuesta completa a esta consulta podría constituir una transgresión al libre albedrío de algunas entidades sobre vuestra esfera planetaria.

Es un hecho que vuestro propio planeta ha alcanzado la vibración del amor de la cuarta densidad. También es cierto que la población de vuestro planeta configura una mezcla de vibraciones de color naranja, amarillo y verde. Es posible que esta confusión se pueda armonizar en algún momento de lo que llamarías vuestro futuro. Es posible, también, que tal confusión continúe y que haya dificultades continuas de naturaleza geofísica y física para el planeta y su población. No podemos decir con certeza qué ocurrirá, ya que esto es el resultado del libre albedrío de todas las personas que existen sobre vuestro planeta. Lo que hace que sea imposible hacer una predicción con alguna esperanza de fiabilidad es la volatilidad de la energía dentro de los complejos emocionales y mentales. Creemos que hay ciertas probabilidades que son más prominentes que otras, sin embargo, es aquí donde debemos detenernos por temor a infringir el libre albedrío de aquellas entidades que llaman a la Tierra su hogar.

Queridos amigos, somos los de Q’uo, y en estos momentos os damos las gracias una vez más por vuestra invitación, por vuestra amable hospitalidad, por abrirnos vuestros corazones, por exponernos los interrogantes de vuestro camino espiritual, y por permitirnos compartir con vosotros nuestras vibraciones e información. Al hacerlo, nos brindáis la oportunidad de proporcionar el servicio a vuestro planeta Tierra para el que hemos venido aquí. Estamos deseando reunirnos en futuras ocasiones con este círculo de búsqueda, para fusionar de nuevo nuestra luz con la vuestra, luz que alcanza los cielos cada vez que este grupo se reúne.

Nos conocéis como los de Q’uo. Os dejamos en estos momentos en el amor y en la luz del Creador Uno Infinito. Adonai, Adonai vasu borragus.