Temas: Ángeles en forma humana; agentes del reino angélico; gestión frente a control del cuerpo emocional; la importancia del cuerpo emocional; la gratitud como ayuda en el servicio a los de-más; el catalizador emocional manifestado como dolor físico; dejar ir los apegos en las disciplinas de la personalidad; la aceptación y el humor negro en el camino; la intensificación y aceleración del catalizador en la tercera densidad tardía; amar y guiar al niño en la Ley del Uno.

(Jim canalizando)

Soy Q’uo, y estoy con este instrumento en este momento. Saludamos a cada uno de ustedes en el amor y en la luz del Creador infinito que está dentro de cada uno y de todo dentro del universo, porque es Él quien nos ha creado a todos. Les agradecemos que nos hayan llamado a su grupo esta tarde para hablar de esas preguntas que están en sus corazones y que han llegado a sus mentes, que hay una sincronización de sus sentimientos y emociones que están detrás de estas preguntas.

Es una gran alegría para nosotros intentar hablar con ustedes. Pero para hacer el mejor trabajo posible, digamos, al hablar de sus preguntas, necesitamos pedirles que recuerden que somos sus hermanos y hermanas, no autoridades, sino aquellos que han recorrido el mismo camino que uste-des, quizás un paso o dos más allá. Así que, si recuerdan filtrar lo que decimos a través de su sen-tido de la rectitud, y filtrar lo que no tiene sentido y dejarlo de lado. Entonces podremos hablar más libremente, y esperamos que más al grano de sus preguntas.

En este momento, nos gustaría preguntar si hay alguna pregunta con la que podamos empezar.

Tengo una pregunta, Q’uo. Me gustaría preguntarte sobre los ángeles y el alma angélica. Me gusta-ría saber si hay ángeles que tienen forma humana, que caminan por la tierra, y si es así, ¿dirías que sus almas son del reino angélico?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermana. Esta es una pregunta que tiene varias capas de respuestas potenciales, e intentaremos dar la mejor respuesta que podamos. Aquellos a quienes ves y defines como ángeles son aquellas entidades, generalmente de los reinos internos o planos internos de tu esfera planetaria, que tienen el propósito de servir como una especie de guía que puede o no ser conocida por aquellos a quienes guían. Porque en muchos casos, ha habido relacio-nes en encarnaciones anteriores que se han visto afectadas de manera muy positiva por estas fuer-zas angélicas y han proporcionado inspiración a aquellos seres que pidieron su ayuda.

Muchos de sus pueblos rezan por la paz, la armonía, la curación, un nuevo viaje u otras preocupa-ciones, y estas oraciones son escuchadas por muchos. Muchos de ellos son lo que ustedes llama-rían ángeles, y responden a las oraciones trasladándose al área de preocupación y compartiendo su amor y la luz del Creador de cualquier manera que pueda ser efectiva en el área por la que se está orando o en la persona o la situación. Entonces son capaces de moverse más allá dentro del patrón de vida de cualquier persona o grupo al que han sido enviados, o por el que han sido orados para responder, y dar de sí mismos las cualidades por las que han sido orados a aquellos que los necesi-tan.

En cuanto a si hay ángeles como los conocen, caminando por vuestro planeta. Esto es algo muy raro, aunque no totalmente inaudito, ya que de vez en cuando se puede sentir que una presencia angelical puede tomar forma durante un período más corto de lo que llaman tiempo para que pue-da aprender más por sí misma sobre la naturaleza de la realidad en la que aquellos que piden ayu-da angelical están experimentando vuestra ilusión de tercera densidad. Esto permite a las presen-cias angélicas sentir, conocer y estar dentro de vuestra tercera densidad de una manera que les da más información que pueden utilizar en su servicio a cualquiera dentro de la tercera densidad que pueda llamar a sus servicios.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

Sí, la hay. ¿Es posible que alguien pueda ser, digamos, como un agente en funciones del reino an-gélico, pero que sea conscientemente desconocido para él?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermana. Esta es una faceta de la experiencia más inusual que puede ser vista de vez en cuando por aquellos que sienten que se están moviendo hacia un período de su experiencia de vida que no ha sido sentido o conocido o esperado previamente en su encarnación. Hay varios reinos de experiencia angelical que pueden ser sentidos o accedidos por seres de tercera densidad de una manera que podría ser solicitada subconscientemente, o sen-tida como necesaria por los niveles más bajos y profundos de la mente, y quizás por guías en el yo superior. Esto es algo que no se conoce en general, pero la naturaleza de su realidad, la realidad mayor más allá de la tercera densidad, es una que contiene una multitud de posibilidades que po-drían parecer de otro mundo y de hecho casi imposibles, y sin embargo, la variedad única de cada ser humano, como llamarían a su población, es la que no conoce límites, de modo que las posibili-dades de lo que han hablado, aunque pocas, existen.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

No, muchas gracias, Q’uo.

Somos aquellos de Q’uo, y te damos las gracias, hermana mía. ¿Hay alguna otra pregunta en este momento?

Tengo una pregunta, Q’uo. Gracias por responder a mi pregunta. Disculpe, ¿podría hablar sobre la distinción entre gestionar las emociones y controlarlas? ¿Y por qué la emoción, el cuerpo emocio-nal, es un trabajo importante para el trabajo del adepto? Y si pudiera ayudarme con esa explica-ción, y tal vez en términos de los arquetipos y/o el sistema de chakras, eso me ayudaría a entender. Gracias.

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta. El manejo de las emociones es un proceso por el que debe pasar todo buscador de la verdad para convertirse en lo que llamas el adepto. En la naturaleza arquetípica de la creación, [esto] podría verse como la matriz de la mente, el mago que tiene la relación con la mente inconsciente, la potenciación de la mente que puede ayudarla a utilizar las elecciones preencarnadas en cuanto a cómo se recorrerá el camino espiritual. Este es un camino que a menudo se inicia intelectualmente, con decisiones sobre lo que se desea, cómo lograr lo que se desea, cómo afrontar las dificultades.

Y luego, a medida que avanza el tiempo y el recorrido del camino, surgen dificultades que provo-can la reacción emocional del buscador de la verdad, de modo que debe determinar cómo lidiar con las emociones, controlarlas, para que no se sientan tan malas, tan intensas, o si hacer lo que usted ha llamado gestionarlas, de modo que se miren de manera más objetiva y se vean como aquello que puede experimentarse desde varios puntos de vista que pueden obtenerse en el estado meditativo, de modo que uno pueda preguntarse en ese estado meditativo: «¿Por qué ocurren las emociones? ¿Qué las ha provocado? ¿Por qué son tan intensos los sentimientos? ¿Hay alguna ma-nera de crecer a partir de los sentimientos de emociones intensas? ¿Hay un cambio que incluya necesariamente el dolor para expandir el ser? Para profundizar en la naturaleza del ser y ver qué es posible. Esto es lo que llamaríamos gestionar las emociones, en lugar de intentar bloquearlas, ig-norarlas.

Así que, en este caso, sugeriría que esto es algo que usted o cualquiera puede hacer cuando se en-frenta a las emociones. Porque las emociones le dirán lo que está experimentando que es impor-tante para usted. Si lo que estaba experimentando no le produce emoción, es muy probable que no tenga valor en su búsqueda espiritual. Porque tu búsqueda espiritual es de la naturaleza del cora-zón, no solo de la mente. Aunque la mente puede criticar y tal vez hacer sugerencias, el corazón, cuando está abierto, es el lugar donde las emociones pueden tener rienda suelta y mostrarte lo que es importante que estés experimentando para que puedas aprender de la emoción; para que pueda ser alimento para el crecimiento y pueda expandir tu conciencia; y puedas avanzar en tu viaje es-piritual.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

Gracias por esta enseñanza, Q’uo. Muchas gracias.

Soy Q’uo, te damos las gracias, hermana. En este momento, transferimos este contacto al conocido como Austin. Somos aquellos de Q’uo.

(Austin canalizando)

Soy Q’uo, y ahora estoy con este instrumento. Aprovechamos esta oportunidad nuevamente, a tra-vés de este instrumento, para expresar nuestro agradecimiento por el círculo que se ha reunido aquí. Y por el intercambio abierto y vulnerable expresado durante el proceso de sintonización que ustedes llaman su ronda. Este proceso, como hemos dicho antes, es esencial para informar la cali-dad de nuestra conexión con ustedes y nuestra capacidad para ofrecer nuestros pensamientos y sentimientos a través de instrumentos como este.

En muchos sentidos, puede ver este proceso de sintonización de compartir lo más profundo de su corazón, tanto alegrías como tristezas, esperanzas y miedos, como una especie de construcción de una base que luego podemos utilizar para conectarnos con usted; una especie de pista de aterriza-je, si se quiere. Y esta pista de aterrizaje no solo contiene espacio para nosotros, sino un patio de recreo, un cobertizo para herramientas, una pista de baile. Todas las cosas que comparten crean un espacio muy tangible con el que podemos interactuar a medida que nos unimos a ustedes y les damos las gracias por construir esto para que todos lo disfrutemos y exploremos, juguemos y bai-lemos juntos.

En este momento, nos gustaría preguntar si hay alguna otra consulta a la que podamos responder.

Hola, Q’uo. Muchas gracias por estar aquí hoy y ayudarnos con nuestras preguntas. Mi pregunta es, ¿cómo ayuda la gratitud en nuestro servicio a los demás?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de la pregunta, hermana mía. Y es una gran pregunta, porque nos diver-timos mucho explorando las complejidades de vuestro lenguaje y cómo se utiliza este lenguaje para relacionarse con las corrientes subterráneas de la creación, como el amor y la alegría. Y en-contramos que el concepto y el término de gratitud es un ángulo o perspectiva particular desde el cual ustedes, como seres velados de tercera densidad, pueden ver claramente el corazón del Crea-dor que es el amor.

Contemplar la gratitud dentro de su propio ser es abrir una puerta que permite que el amor del Creador fluya y bendiga aquellos aspectos de su vida que han llegado a darse cuenta, a través del proceso de gratitud, que son regalos del Creador al Creador.

Al comprometerse con la gratitud, usted es capaz de abrir esta puerta cada vez más para que la luz y el amor del Creador se vuelvan cada vez más evidentes para usted en su vida cotidiana. Los ca-minos del amor del Creador se amplían a medida que usted explora esta perspectiva única del amor. Correlacionamos la gratitud con el amor porque, de hecho, es un acto de amor, aceptación y reconocimiento, de que lo que usted experimenta está en armonía con su ser y se le ofrece desde un lugar aparentemente externo.

Pero cuanto más profundizas en este camino de gratitud, te das cuenta de que lo externo y lo in-terno son uno mismo. Y que para poder recibir aquellas cosas por las que sientes gratitud, primero debes buscar dentro de ti mismo para descubrir tu valía para aceptarlas, tu capacidad para dejarlas entrar en tu ser y tu capacidad para luego reflejar ese amor que se te ofrece de vuelta hacia la cosa o el otro yo que puede estar ofreciéndote algo por lo que estás agradecido.

Este concepto y práctica de la gratitud es uno de los ejercicios más poderosos para explorar como buscador en el camino del servicio a los demás. A medida que aprendes a ver esas cosas en tu vi-da, esas circunstancias que te rodean, con una lente de gratitud, puedes ser cada vez más capaz de aceptar esas cosas que pueden no ser tan inmediatamente agradables, que pueden parecer más di-fíciles que una bendición como regalos en sí mismos. La lente de la gratitud se amplía, y el catali-zador que se te ofrece puede entonces ser aceptado más fácilmente y hacer su magia en tu ser inte-rior, permitiéndote llevarlo a tu corazón y transformarlo en su ser más esencial, el del amor.

Practicar esto con regularidad y seguir ampliando esta lente de gratitud le permitirá, como busca-dor, con la esperanza de moverse por su mundo y compartir el amor del Creador, compartirlo más libremente, transmutar situaciones entre los demás y brillar intensamente donde pueda parecer más difícil para otros brillar, y reconocer el amor del Creador. Y por eso te recomendamos y en-comendamos esta práctica regular de gratitud, para que el flujo de amor del Creador y hacia el Creador, desde dentro de tu ser y desde fuera de tu ser, fluya más libremente, más abiertamente y más fácilmente aparente para ti y para tus prójimos, de modo que puedas actuar como un cataliza-dor y moverte en armonía con el Creador danzando entre la creación.

¿Hay alguna continuación a esta pregunta, hermana?

No, muchas gracias, Q’uo.

Soy Q’uo, y te damos las gracias, hermana. ¿Hay alguna otra pregunta a la que podamos respon-der?

Sí, tengo una pregunta, Q’uo. Tengo mucho dolor físico almacenado en mi cuerpo. Sé que está relacionado con un catalizador emocional que no se ha tratado adecuadamente, y encuentro un gran alivio en buscar ayuda de un practicante de acupuntura. Mi pregunta es: ¿cómo puedo inte-grar más eficazmente mis catalizadores? ¿Y cómo funciona este catalizador con los campos de energía secundarios y terciarios del cuerpo? Gracias.

Soy Q’uo, y te damos las gracias, hermano mío. Y apreciamos esta consulta, porque es bastante profunda y relevante para la experiencia de muchos dentro de vuestra tercera densidad. La natura-leza del velo dentro de vuestra tercera densidad es la de la ofuscación, donde el vínculo entre esas sensaciones del cuerpo, tanto agradables como desagradables, cómodas y dolorosas, no se recono-cen inmediatamente como también relevantes para vuestro ser emocional y vuestro ser interior. Es muy fácil dentro de vuestra tercera densidad ver el cuerpo simplemente como un recipiente en el que habitan, en lugar de un aspecto de vuestro propio ser.

Podemos ofrecerte algunas pautas generales en este ámbito para ayudarte a ti y a otras personas que puedan estar experimentando dificultades similares a comprender cómo el camino del catali-zador, por así decirlo, va del espíritu a la mente y al cuerpo, y cómo puedes reconocer más fácil-mente el mensaje que te ofrece esa retroalimentación del cuerpo para, como dices, integrar ese catalizador y, por lo tanto, como se puede esperar, aliviar las circunstancias físicas que te causan dolor o malestar.

En primer lugar, le animamos, como solemos hacer, a practicar la meditación con regularidad, para que pueda familiarizarse cada vez más con su mundo interior, que podría identificar como su mente; y a crear regularmente un espacio dentro de sí mismo en el que pueda permanecer en si-lencio y apreciar su propio mundo interior. Esto es esencial en este trabajo, y es un requisito pre-vio, podríamos decir, para comprender realmente las conexiones entre la mente y el cuerpo, y las emociones y el catalizador que describe en su consulta.

Este puede ser un camino complicado de explorar utilizando su lenguaje. Porque su lenguaje se basa en la ilusión creada por el velo, y por lo tanto, para lidiar con las conexiones entre la mente, el cuerpo y el espíritu, es necesario que las abordemos como si fueran seres separados. Pero una clave para entender su consulta es primero contemplar y reconocer que, de hecho, no están separa-dos, sino que solo lo parecen. Y que usted es un ser completo e integrado en todos los niveles, desde su espíritu hasta su mente y su cuerpo, y, al buscar esta comprensión, las respuestas a sus circunstancias particulares pueden volverse cada vez más evidentes.

Una vez que este espacio interior se cultiva y se cuida, y tienes una práctica regular de volver allí, entonces puedes invitar a ese espacio a tu propio cuerpo para que se comunique contigo de una manera más directa y significativa; para que se centre, por así decirlo, en el dolor que experimen-tas; para intentar permitirle que llene ese espacio dentro de ti, que se exprese de la manera que desea expresarse, y para presenciarlo y ofrecerle amor y aceptación. De esta manera, el dolor que te está señalando puede expresarse de nuevas formas. Puedes encontrar nuevas vías de comunica-ción con ese catalizador particular del cuerpo que luego hace más evidentes las conexiones entre el catalizador de la mente y el catalizador del cuerpo. Y entonces puedes empezar a establecer las correlaciones que buscas entre los centros energéticos primarios centrales normales y los centros energéticos, como tú dices, secundarios o terciarios.

Estas vías son imposibles de describir de muchas maneras utilizando el lenguaje tal como lo co-nocemos ahora, pero nosotros, tal como lo entendemos, podemos garantizar que a medida que desarrolles una relación interior personal con el catalizador corporal dentro de este espacio de aceptación, amor y silencio, se te presentará un nuevo lenguaje que es único para ti y tu mundo interior, y esas vías pueden volverse más evidentes.

A esta práctica añadiríamos que un intento regular de pedir ayuda y buscar ayuda, tanto en tu vida práctica como en tu vida interior, puede ser muy eficaz para aclarar este espacio interior y com-prender lo que la comunicación del dolor está intentando ofrecerte, y así aclarar el aspecto emo-cional detrás de este dolor.

Y así, para resumir, los aspectos más esenciales de cómo lidiar con este catalizador, como has planteado en la consulta, es volver a nuestras recomendaciones habituales para la mayoría de las circunstancias dentro de tu tercera densidad, y eso es la meditación, la contemplación y la oración.

¿Hay alguna continuación a esta consulta, hermano?

No, muchas gracias, se lo agradezco de verdad.

Soy Q’uo, y te damos las gracias, hermano mío. En este momento, nos despedimos de este instru-mento y transferimos el contacto al conocido como Gary. Somos Q’uo.

(Gary canalizando)

Somos aquellos conocidos por ustedes como el principio de Q’uo, y es con gratitud que una vez más podemos prestar nuestras palabras para su consideración; pero, aún más fundamentalmente, que podamos estar con ustedes, con ustedes como buscadores individuales y con ustedes en la fuerza compartida del campo de energía que crean cuando toman la decisión de estar juntos y compartir aquello que les trae alegría y tristeza en su búsqueda de la autorrealización.

En este momento, nos gustaría preguntar si hay alguna consulta a la que podamos responder. So-mos aquellos de Q’uo.

Q’uo, tengo una pregunta. Al utilizar las disciplinas de la personalidad para el crecimiento espiri-tual, parece que las dos primeras disciplinas, conocerse a sí mismo y aceptarse a sí mismo, están profundamente arraigadas en los catalizadores de tercera densidad. ¿Puedes hablar sobre la aplica-ción de la tercera disciplina de convertirse en el Creador, para dejar de lado los apegos de tercera densidad?

Somos aquellos de Q’uo, y hemos recibido y apreciado su pregunta, nuestra hermana, ya que nos abre un campo bastante amplio para explorar y contemplar esta cuestión que forma parte de un viaje muy, muy largo, como mediría en su tiempo en el lapso de sus encarnaciones.

Empezaríamos por comentar la reflexión de que estos procesos de conocerse y aceptarse a uno mismo son los que se basan en la tercera densidad, ofreciendo nuestra sensación de que esto es cierto, pero se extiende a través y más allá de la experiencia de la tercera densidad: el conocimien-to en sí mismo continúa mientras haya un yo que conocer. Aunque en las experiencias no veladas, la aceptación del yo es fundamentalmente diferente en el sentido de que el yo no está lidiando con el juicio y el rechazo de sí mismo. Es mucho más fácil, se puede decir, ver y conocer el yo sin una mente dividida, cuando el yo ha recuperado una vez más el acceso consciente al gran almacén de información dentro de la esencia y el pasado del yo.

En ese aspecto de las disciplinas de la personalidad, tal como se ha descrito, de convertirse en el Creador y liberar los apegos, ya sean apegos a objetos materiales o, más aún, a identidades inter-nas, es de hecho una parte significativa de este trabajo en la consciencia con el que se comprome-ten ustedes y los buscadores espirituales que están en ese viaje místico que buscan la unidad con el Creador.

Esta liberación del apego puede tomar muchas formas, algunas bastante equilibradas y otras bas-tante desequilibradas. Hay quienes, en la variedad ascética, pueden reconocer que la verdad, tal como usted la percibe, es aquello que está más allá, es aquello que trasciende el mundo de la ma-terialidad y la forma; y así, en un grado de confusión o claridad, buscan rechazar el reino material y sus trampas en busca de ese más allá, mientras buscan diversas formas de abnegación que nega-rían al yo algún placer, o gratificación, o apego, o la formación de identidad con algún aspecto de su ilusión.

Algunos pueden llevar esto a grandes extremos y pensar que, mediante esta negación forzada o liberación del apego, pueden purificar el yo de aquello que lo encadena o lo ata a la forma mate-rial mortal, aquello que impide la consciencia interior del Único Creador que está en todas las cosas. Esta variedad de la búsqueda de la liberación del apego puede preparar al yo para que aprenda lecciones adicionales en la forma en que busca sofocarse a sí mismo y su necesidad: fa-bricar un estado o manipularse a sí mismo hasta el estado deseado que es purificado.

Hablamos en términos generales, por supuesto, ya que hay infinitas expresiones, equilibrios y per-cepciones en este viaje. Pero se puede decir, en general, que es un patrón que puede no destilar completamente el catalizador en cuestión a través de la aceptación de la luz y la oscuridad, sino que busca, como hemos dicho, perseguir otro plano de apego: ese apego a la identidad externa y la convicción interna del asceta.

Se trata, digamos, de un desarrollo más orgánico en el viaje de convertirse en el Creador en el que estos apegos desaparecen ya que ya no son necesarios. Por ejemplo, consideremos la entidad que está apegada a algún tipo de comportamiento, vestimenta o actividad para compensar un desequi-librio o un sentido bloqueado del valor inherente a la existencia. Quizás uno reconozca intelec-tualmente que, por ejemplo, subirse a la Harley con la camisa de cuero sin mangas, como parece estar imaginando este instrumento, para transmitir una cierta impresión sobre uno mismo a los demás, puede no estar alineado con el mayor bien [del yo]. Por lo tanto, el yo interrumpe esta ac-ción sin comprender del todo que, en el fondo, el yo se estaba involucrando en esta actividad para compensar la [falta de] valía adoptando una identidad externa, en lugar de buscar esa valía desde dentro y dejar que brille hacia afuera. Lo cual no quiere decir que participar en cualquier actividad como la de conducir una motocicleta sea hacerlo por esta razón.

Esto puede aplicarse a cualquier situación, pero al comprender que la necesidad más profunda es reconocer y honrar que el yo es digno tal como es, haga o no haga esto o aquello, crea esto o aque-llo, o haya alcanzado este o aquel objetivo. El yo es digno porque el yo es.

La dignidad es el verdadero estado del yo. Son las creencias las que impiden la plenitud de esta consciencia de una forma u otra. A medida que se explora este hilo particular del autodesarrollo para que el yo llegue a un mayor perdón y aceptación de quién es y cuáles son sus necesidades, entonces el apego que obligaba al yo a alguna forma de ocultarse, escapar o huir de sí mismo, des-aparece. Ya no se le llama al ser. Ya no se le da energía. Lo cual no quiere decir que el yo ya no pueda hacer eso. Más bien, el yo ya no se aferra internamente a ello para complementar su propia identidad. Porque el viaje hacia la condición de creador es uno que encuentra cada vez más la na-turaleza autosuficiente del Creador.

Esto no significa que el yo deba renunciar a todos los placeres y disfrutes terrenales. Porque este campo también, la tercera densidad, aunque está envuelta en sombras, es también el Creador. Es también un campo para la experiencia sensorial y el autodesarrollo, la risa y la alegría. Pero es esta cualidad de hábito dentro del yo, profundamente arraigada, la que tiene una relación con este plano de experiencia que capta lo que es agradable, o se aferra a lo que se percibe que ofrece pro-tección y complemento a la identidad.

Y en la otra cara de la moneda, el mismo hábito es el que expresa aversión y busca evitar lo que es desagradable, o alejarlo, o rechazarlo o aborrecerlo. Este pivoteo entre el apego y la aversión es lo que hace que tu ilusión sea pegajosa, por así decirlo. Une la atención en una fusión con la forma. Ya sea esa forma la que puede ser percibida por los sentidos en el plano aparentemente externo, o, más fundamentalmente, las formas de pensamiento dentro del ser. Porque el apego central que se libera es el apego a los propios pensamientos; y el apego a la premisa de que tal pensamiento es el yo.

Libre o apegado, el yo puede traer vida a la consciencia del momento presente en una circunferen-cia de amor que acepta lo que surge en el momento; que acepta dónde ha estado el yo y hacia dón-de parece dirigirse. La libertad del apego permite que surja la amplitud dentro del yo y dentro del corazón, de modo que el yo pueda estar más plenamente con la experiencia en cuestión sin el afe-rramiento y la necesidad compulsivos. De modo que el yo pueda convertirse en un instrumento transparente a través del cual se muevan el amor y la luz del Único Creador hacia un mundo de necesidad. Y para que uno pueda estar menos consumido por la danza de qué identidad interior me queda mejor y más alerta a las oportunidades de servicio disponibles para uno mismo. Esto se lle-va a cabo, como el conocido como K2, describía en su ronda, ante todo, siendo el yo que eres.

Esperamos haber podido ofrecer algo para su consideración, hermana. ¿Hay alguna continuación a esta pregunta? Somos aquellos de Q’uo.

No, Q’uo, un hermoso camino estaba brillantemente iluminado, gracias.

Y nosotros te damos las gracias, hermana nuestra. ¿Hay alguna otra consulta en el círculo a la que podamos ofrecer nuestros pensamientos? Somos aquellos de Q’uo.

Hola, Q’uo, sí, tengo una consulta. Tiene que ver con la aceptación de uno mismo y la pérdida de la inocencia, y está muy relacionada con lo que hemos estado tratando. La pregunta, concretamen-te, supongo que sería: ¿cómo puede uno aceptarse mejor a sí mismo en… Podemos usar el humor negro como ejemplo, cuando uno desarrolla o pierde la inocencia o se aleja de ella, la capacidad de redescubrirla se vuelve naturalmente más difícil, y el primer instinto de uno podría ser, ya sa-bes, reírse de estas cosas que son tal vez un poco retorcidas o un poco oscuras, pero que aún así uno encuentra graciosas. Y así tienes que aceptar esto sobre uno mismo o la situación, y seguir avanzando sin avergonzarte, ya sabes, [pensar] «Soy mejor que esto. Soy más espiritual». O, sigue siendo algo natural aceptar estos aspectos desafiantes sobre uno mismo que pueden estar alejándo-se de la inocencia. Este es el tipo de cajón de arena que estoy investigando aquí, y espero que pue-das compartir algunas ideas sobre esos conceptos.

Somos aquellos de Q’uo, y hemos recibido tus reflexiones, amigo nuestro. Y, de hecho, parece que has avanzado mucho en tu búsqueda de arrojar luz sobre este camino de indagación para ti mismo, sobre este aspecto de tu experiencia. Apreciamos esta noción de —Debería ser más espiritual que esto; o no debería sentirme como aparentemente me siento ahora mismo—, ya que esto se conecta con la pregunta anterior en términos de los conceptos que uno desarrolla invariablemente en su ámbito de confusión sobre quién debería y quién no debería ser uno mismo. Debería ser más fuer-te. Debería ser más disciplinado. Debería ser mejor: una mejor persona, un mejor cónyuge, un mejor colega. Y así sucesivamente.

En cierto modo, esto puede ser una aspiración en cuanto a fijarse un objetivo y reconocer que hay aspectos que mejorar y en los que trabajar. Siempre es un equilibrio delicado de lograr, porque en el lado desequilibrado o opuesto de la aceptación, uno puede, en lugar de expresar una verdadera aceptación de sí mismo, protegerse con, como puede verlo, excusas o pretensiones sobre el com-portamiento de sí mismo que se consideran perjudiciales para sí mismo o para los demás, o que necesitan investigación y desarrollo. Y, por otro lado, uno puede mirar lo que se percibe como imperfecto dentro de sí mismo y, sobre una base de juicio, y como usted lo describió, avergonzar o rechazar cómo se manifiesta el yo en este momento con la certeza de que el yo debería ser dis-tinto de lo que es.

Es totalmente posible equilibrar completamente la autoaceptación tal como es el yo, por muy os-curo que sea, o digamos, aparentemente oscuro el humor, como usted lo describe, en este aspecto que puede surgir en el radar del yo, para aceptarse plenamente a sí mismo, y también para ver que se necesita trabajar en que tal vez se puedan tomar decisiones más hábiles con respecto a las per-cepciones del yo o las relaciones con los demás. Pero [esto se hace] sobre la base del perdón de uno mismo que derrite ese juicio que crea más distorsión.

A medida que esto sucede, corregimos a este instrumento, ya que el proceso de relacionarse con la propia experiencia de esta manera se desarrolla de tal manera que, como práctica diaria, se ejerce la aceptación, y esos hilos de juicio reflexivo y automático se llevan a la luz del perdón y la cons-ciencia de tal manera que pueden disolverse, que uno puede liberar su apego al juicio mismo, en-tonces el yo puede ver su propia existencia más claramente, entendiendo sus motivaciones.

Y en este ejemplo concreto que usted arroja luz, tal vez sea que el yo se da cuenta de las corrientes subyacentes detrás de reírse o encontrar humor o hacer bromas donde puede parecer inapropiado, o donde, como suele ser el caso, hay alguna conexión con el sufrimiento y la incomprensión en algún nivel, el yo, con una curación más profunda, reconociendo el trabajo de la sombra en juego, puede encontrar esos temas menos atractivos o con menos necesidad de participar de alguna ma-nera.

O tal vez sea que el yo es capaz, a través de este trabajo de autoconocimiento y autoaceptación, de liberar las restricciones internas sobre el comportamiento y permitir al yo cierta libertad para rela-jarse, para encontrar el humor en un mundo difícil como el suyo. Porque para centrarse más en este ejemplo en particular, el humor, como saben los que están dentro de este círculo, puede ser una energía muy curativa. También puede ser aquello que se utiliza como arma para infligir dolor a otros, ya sea intencionadamente o no. Y también puede ser aquello que actúa como válvula de escape que deja pasar parte de la tensión que se retiene y almacena y comienza a acumularse y afectar al cuerpo y a la mente. Porque el yo literalmente vibra cuando se ríe, y esto puede liberar la tensión almacenada en los músculos y los tendones, y también la tensión almacenada en el cuerpo energético.

El amor puede manifestarse a través de la risa. Aunque, a veces, el tema en cuestión pueda parecer poco amoroso, la risa también puede ser un medio de unión entre las personas.

¿Hay alguna pregunta de seguimiento a esta pregunta? Somos aquellos de Q’uo.

No, muchas gracias Q’uo.

Y nosotros te damos las gracias, hermano nuestro. Antes de terminar este contacto, nos gustaría preguntar si hay alguna pregunta más pequeña a la que podamos responder. Somos los del princi-pio conocidos por ti como Q’uo.

Sí. Q’uo, creo que esto podría responderse con bastante rapidez. Gracias por atender mi consulta. No sé si es mi imaginación, pero creo que no. Parece que recientemente ha habido un catalizador más fuerte y trascendental en la vida de casi todas las personas que conozco. Y mucho de ello es un aumento de las dificultades, pero definitivamente es un catalizador. ¿Es esto mi imaginación o, y solo estoy proyectando? O esto parece ser un estado social, y me pregunto sobre su alcance; ¿es global? ¿Es esto una cosa? ¿Podría aclarármelo, por favor? Gracias.

Somos aquellos de Q’uo, y apreciamos tus expresiones de gratitud, hermana nuestra.

En cierto sentido, toda esta experiencia de tercera densidad es un acto de imaginación. Porque asumes roles cuya base es que no eres uno y no eres el Creador. Construyes un mundo sobre la premisa fundamental de que son seres separados que operan en un mundo separado. Nada de eso existe realmente o en última instancia. Es un juego de luces y sombras.

Pero en el sentido que quieres decir, «¿Estoy evaluando con precisión mi experiencia subjetiva? ¿Están otros evaluando con precisión sus experiencias subjetivas y colectivas?». No podemos pro-porcionarte estas medidas, hermana nuestra, pero podemos hablar de las intensidades crecientes en tu mundo, a medida que las cosas adquieren una calidad acelerada. Simplemente en el nivel de estimulación y datos e información que vuestros pueblos experimentan a diario a medida que sus tecnologías de comunicación, vuestros medios de comunicación, vuestra intersección entre sí y las tareas que ocupan vuestro reloj y vuestro tiempo psicológico en vuestros días aumentan cuantita-tivamente, esto también crea una experiencia de presión en este nivel solamente.

Y cuando uno añade a la sopa la lucha, el crujir de dientes, la falta de armonía y la discordia y la fragmentación de sus pueblos, y el creciente volumen de los gritos de ayuda, y el volumen de las voces, la ira, y la búsqueda de chivos expiatorios, y la culpa y la proyección, esto también añade presión e intensidad y aparente velocidad simplemente a nivel cuantitativo, en términos de la can-tidad de lo que ustedes en la tercera densidad deben navegar. Pero sobre todo a nivel cualitativo, en términos de la capacidad de consciencia subjetiva, para intentar mantener la estabilidad y el equilibrio a pesar de todo. Para intentar navegar por el océano de información y experiencia que se produce en un momento dado. Hay tantos equilibrios internos que alcanzar, tantos equilibrios ex-ternos que alcanzar, tantas cosas que el yo quiere experimentar y en las que quiere crecer, y a las que aspira. Tantas cosas que el yo necesita sanar en su interior, tanta experiencia pasada en esta vida y en las anteriores.

Añadido a eso, la creciente luz de la vibración de cuarta densidad de amor y comprensión que hace que la consciencia de su mundo de tercera densidad sea más transparente para sí misma y más llevada a la luz de lo que nunca había sido, de modo que ustedes son bombardeados aún más con experiencia y energía, información y datos; de modo que se encuentran más cara a cara con el yo y con el otro yo, y con los espejos que el otro yo ofrece para vuestra proyección del yo, por un lado, o vuestra visión del otro yo, por el otro.

Es menos fácil esconderse, por así decirlo, reforzar la pretensión o las defensas o los conceptos a los que uno se había aferrado. Porque esta luz creciente está creando una condición de mayor transparencia en la que el yo puede verse a sí mismo y sus frutos con mayor claridad. Y para mu-chos, incluso entre los buscadores espirituales, esta es una condición desconcertante y dolorosa para enfrentarse al yo, con aquellos aspectos que habían sido empujados al inconsciente. Algunos pueden no estar preparados para este enfrentamiento.

Y para muchos, esta presión y este aceleramiento pueden resultar abrumadores, y de hecho lo son. Puede parecer una locura para el yo o para el colectivo. Tan benditos son aquellos que pueden en-contrar su centro, su ancla y su fundamento en estos confusos tiempos de tornado. Aquellos que pueden ir hacia su interior y respirar profundamente y permitir que lo que es, sea, y liberar toda la, como este instrumento lo ve, necesidad neurótica de hacer o de aferrarse o incluso de cambiar. Pero en lugar de eso, respiren con aprecio, gratitud y acción de gracias por lo que es, por lo que se manifiesta. Vibren esa vibración tan simple de amor que no necesita grandes conceptos filosóficos o complejos, ya que es el Pensamiento Único y Original. Es la vibración esencial central de vues-tra naturaleza y de vuestro universo y, aunque sea difícil de ver, del reino de tercera densidad.

Habita este espacio. Encuentra formas de relajarte y liberar la tensión. Y encontrarás y estarás no solo en paz contigo mismo, sino que estarás ofreciendo paz a tus hermanos y hermanas, más de lo que puedes imaginar, a muchos a los que nunca conocerás en este viaje; pero estarás ofreciendo un faro de paz en las tormentas.

En este momento, transferimos nuestro contacto al conocido como Jim, con gratitud a los que pre-guntan y a los que anclan y sostienen la energía de este círculo para que podamos danzar con uste-des en nuestra búsqueda compartida del Único Creador Infinito. Somos aquellos de Q’uo.

(Jim canalizando)

Soy Q’uo, y estoy una vez más con este instrumento. En este momento, nos gustaría preguntar si hay alguna pregunta final para esta sesión.

Sí, Q’uo, esta pregunta viene de M, que escribe: «Además de conocer, actuar, mostrar y ofrecer la Ley del Uno al niño en esta sociedad occidental del espacio/tiempo, ¿qué más puede hacer un pa-dre para guiar y amar?».

Soy Q’uo, estamos al tanto de la pregunta, hermano. Cuando las entidades parentales tienen al niño que está a su cuidado durante un cierto período al comienzo de su vida, en lo que respecta a la re-lación de la Ley del Uno con el niño, sugeriríamos que los padres practiquen esa ley ellos mismos en la forma en que viven sus vidas. Que pasen tiempo discutiendo aquellos preceptos de la Ley del Uno que tienen significado para ellos; y que los discutan en presencia del niño.

Sugerimos que también inviten al niño a unirse a ellos en lo que se llama la meditación, para que pueda haber una experiencia inicial del niño para buscar esa voz silenciosa dentro que podría ma-nifestarse de una manera particular que es única para ese niño. Porque cada buscador de la verdad es único en la forma en que percibe y recorre su viaje espiritual.

Sugerimos que se aconseje al niño de forma cariñosa cuando se comporte mal de una manera que no sería apropiada para ningún niño. Cada niño es responsable de su propio comportamiento desde una edad muy temprana. Esto debe hacerse con cariño, sin las duras recriminaciones o amenazas que tan a menudo forman parte de la relación paterna a la hora de disciplinar al niño.

Sugerimos que se inicie un diálogo entre los padres y el niño en relación con cualquier concepto o pregunta que pueda tener en mente, y que las respuestas de los padres se hagan de acuerdo con la Ley del Uno, que considera a cada uno como una parte del Creador que vive su vida como un me-dio para ayudar al Creador a conocerse a sí mismo y al niño a conocerse a sí mismo y al mundo que lo rodea.

En otras palabras, sugerimos que la Ley del Uno sea el tejido de una relación con el niño y entre ellos y con el mundo que les rodea. Y que eso se refleje en cada experiencia durante el día, si es posible. Y cuando sea imposible o se haga mal, sugerimos que los padres, si el niño es testigo de este comportamiento que ellos consideran malo, asuman la responsabilidad, para mostrarle al niño que no tiene que ser perfecto, que el crecimiento proviene de la imperfección; que cambiar la per-cepción de uno mismo como una sola cosa por el cambio continuará, y aparentemente durante toda la vida del niño; y que el cambio es a menudo difícil y doloroso, pero eso no es malo, y que el niño debe saber que el dolor del cambio es parte del crecimiento le dará la oportunidad de expan-dir su ser y avanzar en su búsqueda del Único Creador y la búsqueda de la armonía con todos los que le rodean.

Nos gustaría, en este momento, dar las gracias a cada persona aquí presente, a cada buscador de la verdad, por dedicar parte de su día, por conducir largas distancias, por hacer el esfuerzo de estar aquí disfrutando con otros buscadores de la verdad para mezclar sus viajes como lo hicieron en su experiencia de ronda; por sentir la presencia de los demás, por sentir el corazón abierto de cada uno y por saber que todos son uno aquí. Esta es una familia espiritual, y esta es una familia que continuará mientras cada uno viva, ya sea que cada uno vea al otro o no. Porque una conexión he-cha con el corazón es la que no se puede romper. Durará para siempre. Llevará a cada uno de no-sotros, incluido Q’uo, a ese camino de unidad con el Único Creador Infinito que todos estamos aquí para buscar, servir, amar y reflejar en nuestra vida diaria.

En este momento, nos despediremos de este grupo y de este instrumento, dejando a cada uno en el amor y la luz del Único Creador Infinito. Somos aquellos a Q’uo. Adonai vasu borragus.