Desde el amor y la aceptación hasta el control y la manipulación, hay un amplio espectro de respuesta al catalizador. Al respecto, ¿qué pasa con nuestra relación con el planeta? ¿En qué parte de ese espectro se sitúa nuestra cultura global actual? ¿En que consistiría la relación de amor y aceptación hacia nuestro planeta, y como podríamos manifestar eso de una manera más efectiva?

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy con este instrumento. Os saludamos a todos y cada uno de vosotros en el amor y la luz del Creador Uno Infinito, del que todos formamos parte. Es un gran placer y un privilegio haber sido invitados a vuestro grupo esta tarde. Miramos en torno nuestro y vemos el rostro, el corazón, la mente, el cuerpo y el espíritu de los auténticos buscadores espirituales que vienen sin malicia ni disfraz en busca de lo que para cada cual es verdadero, una porción de la filosofía de la unicidad de la creación del Creador Uno Infinito que habita dentro de cada uno. Estaremos muy complacidos al hablar con vosotros esta tarde sobre el tema de cómo tratar a vuestra Madre Tierra, cómo la estáis tratando, y los porqués y los motivos de este tratamiento, pero primero debemos pediros un favor. Quisiéramos pediros que cada uno de vosotros toméis cualesquiera palabras que hayamos dicho que os sean útiles y las uséis como queráis en vuestro camino de búsqueda y servicio. Aquellas palabras que pronunciemos y que no tengan sentido para vosotros en estos momentos, por favor, dejadlas atrás sin pensarlo dos veces, porque no querríamos ser un escollo en vuestro camino. Somos, al igual que vosotros, buscadores de la verdad, y nos alegra mucho explorar la infinidad de la creación del Creador Único, y encontrar el reflejo del Creador en cada parte de la creación—de hecho, al encontrar cada vez más una porción del Creador dentro de nosotros mismos, mientras procuramos revelar al Creador en nuestro interior y compartirlo con todos. Por lo tanto, esta tarde hablamos como vuestros hermanos y hermanas que han viajado algo más lejos que vosotros por el camino, ya que nuestro medio para avanzar en nuestro propio viaje es ayudaros en el vuestro, porque en verdad todos somos uno.

Cada entidad sobre vuestra esfera planetaria, cada una de las 7 mil millones o más de almas, lleva a cabo un viaje espiritual que puede o no haber sido descubierto por cualesquiera de las entidades en este punto en el tiempo. Muchas se han sentido muy reconfortadas al darse cuenta conscientemente de que llevan a cabo un viaje espiritual. Hay mucho trabajo que hacer para seguir cualquier camino espiritual en particular que busque revelar al aspirante los misterios del ser que cada uno es, el propósito de cada cual, la dirección en la que cada uno viaja, y los camaradas y amigos que avanzan en armonía con los demás en este periplo incesante de búsqueda del Creador Uno Infinito en cada entidad y en cada experiencia. Aquellos que aún no han descubierto que tienen por delante un camino espiritual al que pueden acceder por su propia elección realizada antes de esta encarnación, son los que tienen dificultades para reflejar cualquier porción del Único Creador a los amigos, familiares, desconocidos y a multitud de entidades que los rodean en este planeta. Cada uno está llamado a ser un espejo para el otro, pero cuando el espejo no reflecta, o no se concibe para reflejar cualquier imagen que sea comprensible para aquellos que observan, entonces es cuando surgen las dificultades, y se produce, digamos, el bloqueo de la posibilidad de reflejar de manera clara y útil cualquier porción del Único Creador que haya en su interior.

Así, los dos caminos que se han descrito en vuestra consulta de esta tarde—el de ofrecer y mostrar el amor y la luz del Creador a todos, y el de controlar y rehusar formar parte de la unidad de todos—son los extremos, digamos, dentro de los cuales se desarrolla la acción en la superficie de vuestro planeta. Lamentablemente, hay mucha confusión entre estos dos extremos, de manera que la mayoría de la población de vuestro planeta no puede comprender ninguna de las dos opciones, y se mueve de un lado a otro entre las dos, de formas y a través de medios en su mayoría inarmoniosos, de tal manera que se producen bloqueos en la energía inteligente o en el prana, que es el don que el Creador le da a cada uno diariamente, y entonces estos bloqueos se ven reflejados en el comportamiento de cada uno hacia los demás, y también de cada cual hacia el planeta.

En estos momentos, vamos a transferir este contacto al que conocemos como Steve. Somos Q’uo.

(Canaliza Steve)

Soy Q’uo, y estoy con este instrumento. Continuaremos con esta cuestión del rol del bloqueo en relación a la constitución interna, del proceso de bloqueo de esas energías de las que podríamos decir que os vitalizan desde abajo, porque son estas energías que entran a vuestros chakras a través del centro del rayo rojo las que os vigorizan de un modo que es característico de vuestra experiencia planetaria en general, y en este sentido, os diríamos que compartís, con todos aquellos que coparticipan de vuestra experiencia planetaria en este tiempo, una fuente común para energizaros. Bien, como ya sabéis, esta energía puede viajar hacia arriba a través de vuestro sistema de chakras, beneficiando un proceso de transformación a medida que avanza. Cuanta mayor elevación alcance dentro de vuestro sistema de chakras, más elocuente puede ser su manifestación, y, se puede decir, más efectiva puede llegar a ser, al servir de base para la asistencia que deseáis prestar al planeta y a aquellos que lo habitan. Es conveniente considerar que el planeta es mucho más que un pedazo de roca flotando en el espacio infinito. Es un ser vivo, y está compuesto por muchos otros seres vivos que vibran en armonía y, en cierto modo, diríamos también que en desarmonía en estos momentos. Y por eso, si os interpretáis a vosotros mismos como seres que se hallan inmersos en este vasto sistema vibratorio de armonías y desarmonías, podréis notar que ya ocupáis un lugar que está siendo puesto a prueba intensamente en una experiencia que sobrepasa con creces la vuestra.

Por lo tanto, la pregunta de cómo podéis servir a la esfera planetaria en su conjunto es a la vez compleja y muy, muy profunda, en el sentido de que alcanza los niveles más íntimos de vuestra propia capacidad de experimentar y manifestar. Ahora bien, aquellas energías que sentís vibrar en vuestro interior son susceptibles de expresarse de maneras muy diversas y, a lo largo de vuestro desarrollo, habéis aprendido a valorar qué formas de expresión son útiles, qué formas de expresión conducen a ciertos resultados y qué formas de expresión pueden ocasionar dificultades.

Así pues, encontraréis que es responsabilidad vuestra la de hacer distinciones concernientes a cómo expresar estas energías. Esto va mucho más allá del mero reconocimiento de que a veces sois, dentro de vuestro propio sistema, lo bastante armoniosos, y que en ocasiones, dentro de vuestro propio sistema, podéis encontraros en un estado de desarmonía, porque bien podríais estar en magnífica armonía dentro de vosotros mismos, pero aún así ser conscientes de que ciertas formas de expresión de esa armonía no funcionarían bien bajo ciertas circunstancias, y por lo tanto, habéis aprendido cuando es oportuno hablar, cuando es apropiado cantar, bailar, actuar de mil maneras que afecten a otros yoes, a sabiendas de que otros yoes también tienen procesos muy complejos y delicados con los que están lidiando, y vosotros no deseáis ser un escollo para los que os rodean, como tampoco deseáis que ellos sean un escollo para vosotros.

Y por eso, bien está el formar un intento de ser útil en relación con vuestros amigos, en relación con la sociedad en su conjunto, en relación con el planeta mismo, pero reconociendo que se requiere un alto grado de discernimiento para conseguir que la disposición que sintáis pueda insertarse en una actividad que sea factible o tenga cierta probabilidad de que a los demás también les resulte útil. Hoy, a medida que transcurren vuestras vidas, habéis aprendido, una y otra vez, a través de catalizadores duros o sencillos, que ciertos patrones son de gran utilidad, y otros patrones tienden a no serlo, y como regla general es muy probable que hayáis generado juicios de valor que se han vuelto estructurales en vuestra personalidad. Habéis aprendido a confiar en estos juicios que forman parte de la estructura de vuestra personalidad, y, en un sentido general, diríamos que esto es algo que está muy bien, porque no podéis procesar todo el catalizador que hay a vuestra disposición estrictamente por vuestros propios méritos en cada preciso instante en el tiempo. Es necesario que seáis capaces de reconocer el catalizador en función de ciertos patrones que hagan más eficiente vuestra respuesta y logren un mayor éxito al anticipar los posibles efectos de vuestra respuesta. Por lo tanto, no diremos que deban ser desestimados aquellos juicios que hayáis formado y que hayan cristalizado en parte de vuestra personalidad, y que forman parte de vuestros patrones de comportamiento.

Dicho esto, ahora también nos gustaría añadir algo más, y es que puede ocurrir, y de hecho ocurre muy a menudo, que estos juicios que os habéis formado no se adaptan bien a una circunstancia con la que podáis encontraros en el presente. Y, por lo tanto, también resulta útil reconocer que vuestra personalidad es un instrumento a través del cual trabajáis, y que no sólo es útil sino, de hecho, es muy necesaria para poder involucraros de manera adecuada con la vasta gama de experiencias con las que os encontráis. También es conveniente saber que a vuestra personalidad se le puede dejar que se aligere de vez en cuando. Se le puede dejar que cambie de vez en cuando, y cuanto más seáis capaces de ver vuestra personalidad como algo que no está totalmente en consonancia con lo que realmente sois, a un nivel profundo, seréis capaces de permitir que esa personalidad se adapte allí donde pueda, o incluso que se aparte de vez en cuando, cuando la ocasión así lo requiera.

Ahora bien, es poco fiable observarse a uno mismo dejando de lado las propias predilecciones personales en un momento dado, porque la personalidad tiene verdaderamente unas raíces muy profundas, y la personalidad es muy capaz de organizar sus propensiones y sus juicios, digamos, de tal manera que le devuelva a uno un sentido distorsionado de lo que es—un sentido distorsionado, de hecho, de las propias motivaciones. Por lo tanto, hay que estar siempre al tanto no sólo de las implicaciones analíticas de los juicios que se hayan realizado; no sólo de la mejor estimación posible de lo que algunas de vuestras propuestas de actuación podrían producir como resultado, sino también de la clase de energía que se invierte en vuestra propuesta de actuación, su naturaleza, es decir, la forma en la que se emplea la energía en vuestro deseo de servir. Esta es una porción sumamente impredecible de vuestro ser, queridos amigos, y puede transformarse de una modalidad a otra muy rápidamente, y de la manera más inesperada. Y así, por ejemplo, es posible que os propongáis ser útiles a otros yoes, quizás en el contexto de un esfuerzo de grupo de algún tipo, en el cual vuestra intención claramente sea la de ayudar al grupo, y puede que haya sido bien evaluada con respecto al modo en el que los esfuerzos del grupo habrían de ser potencialmente útiles para grupos más grandes, incluso para el planeta mismo.

De este modo, comenzáis una agenda, emprendéis una iniciativa para la que os sentís bien posicionados y bien predispuestos con vuestros otros yoes que participan con vosotros en la realización de esta iniciativa, pero en el curso de las actividades en las que os halláis comprometidos, quizás descubráis que vuestro concepto de la manera en que se desarrolla esta iniciativa no está del todo en sintonía con el concepto que tienen otros de vuestros compañeros buscadores de esta iniciativa. En resumen, se está potencialmente en desacuerdo. Pues bien, cuando sucede algo así, lo primero que casi siempre se invoca es recurrir al conjunto de decisiones que se han tomado, tanto en lo que se refiere a la propia estructura de la personalidad como en lo que se refiere a la iniciativa en curso. Y, cuando se examinan estos criterios, se puede observar que, en algunos casos, están tan fuertemente orientados en una determinada dirección, y que esa dirección está tan profundamente en desacuerdo con otro conjunto de directrices sostenidas por otros yoes, que no es posible ver la forma en que las dos agendas pueden armonizarse entre sí. Por lo tanto, no queda otra opción que concluir que el otro yo está equivocado, a menos que uno llegue a la conclusión de que, después de todo, es uno mismo quien está equivocado.

Bien, si se trata de un asunto de importancia menor, comparativamente hablando, la resolución no suele revestir mayores dificultades. Pero, en la medida en que el asunto afecta a las raíces de la personalidad, lo cual ocurre muy a menudo, puede que no se tenga una resolución fácil al alcance de la mano, y por lo tanto no tendríais a vuestra disposición un instrumento de conciliación. Ahora, nos gustaría sugeriros que el planeta, tal y como lo encontráis ahora, se ha encontrado tan a menudo con dificultades de esta naturaleza que casi parece que se haya construido en la misma configuración de energía [del planeta] un cúmulo de bloqueos internos, u hostilidades que resuenan muy, muy profundamente, podríamos decir, desde la estructura más honda del planeta hacia afuera. Ahora, cuando atraéis las energías del planeta a través del rayo rojo, estáis, de hecho, atrayendo algo de esta disonancia añadida, y vuestro complejo mente/cuerpo/espíritu vibra con esta disonancia, a menos que, y hasta que, logréis procesar esa disonancia y sanar esa disonancia como si fuera un aspecto más de la actividad de búsqueda que realizáis.

Por lo tanto, nos gustaría sugerir que al plantearse la meta de servir al planeta en su conjunto, lo primero que se debe considerar es cuán lejos se ha llegado en el proceso de sanar las disonancias del planeta dentro de uno mismo. Cuanto mayor sea el progreso que se haya realizado al respecto, creemos que mayor será la probabilidad de que, en lo referente a los desacuerdos y las dificultades que se manifiestan en las relaciones con los demás, pueda hallarse un punto de acuerdo en el que se expongan opiniones menos tajantes y obtengan una mayor aceptación. Queridos amigos, no es nada fácil llevar a cabo este trabajo. Es un trabajo que requiere un esfuerzo paulatino y que debe hacerse una y otra vez, porque en realidad nunca se acaba, y podemos afirmar que nosotros llevamos a cabo trabajos de esta naturaleza de forma rutinaria.

Por eso, no quisiéramos sugerir que seáis un fracaso como individuos que tratáis de servir a vuestro planeta si descubrís que vuestro proceso para lograr armonía interior no ha sido del todo completo. Queridos amigos, quedará incompleto, y ese estado de incompletitud se manifestará una y otra vez en relaciones inarmónicas con los demás. La clave para tratar con este tipo de relaciones, es reafirmar vuestro compromiso por la armonía, y entender que las dificultades que surgen en vuestra vida no surgen tan sólo como resultado de algún paso en falso por vuestra parte, o como resultado de un paso en falso por parte de alguien con quien estáis interactuando, sino que surgen porque, en el fondo, la creación misma está intentando hallar una vía hacia una expresión más elocuente del Creador. Y, si tomáis las interacciones inarmónicas en las que podáis haber caído en esta vida, os sugerimos que le quitéis un poco de hierro a la sensación de fracaso personal, o la sensación de fracaso por parte de aquellos con los que tratáis. Es con diferencia mucho más importante considerar el espíritu de compromiso mutuo que considerar, desde fuera, por así decirlo, la idoneidad de una actuación correcta. Resulta demasiado fácil dejar que una sensación creciente de lo que constituye una correcta actuación sea el único criterio que nos guíe, de tal manera que, entretanto, el verdadero espíritu de servicio se haya marchitado en su raíz.

Ahora bien, hay algunos que se han desilusionado tanto de la razón para servir a los demás que la han dejado completamente de lado, y para ellos, lo apropiado de las interacciones con los demás siempre se reduce a la cuestión de exigir que los demás se atengan a sus propia opinión acerca de cómo debe ponerse en correcto orden el universo. Sin embargo, hemos visto que el ordenar desde fuera es casi siempre menos eficiente que el ordenar desde el interior, y añadiríamos una cosa: Diríamos que el ordenar desde el interior casi siempre aparenta ser completamente ineficiente, porque uno que se dedica a este tipo de actividad es consciente de la inmensa responsabilidad que recae sobre sí mismo para comprobar que su voluntad de servir sea, en verdad, pura; que sea, en verdad, completamente limpia; que sea, en verdad, algo que llegue hasta las raíces de la personalidad.

Así que, para resumir, diríamos sencillamente que el servicio se realiza mejor desde el punto de vista de quien intenta servir a los demás, con la mirada puesta en el espíritu que lo anima, no con la mirada puesta en los protocolos que se adoptan a la hora de juzgar lo que es mejor para expresar su idoneidad.

Somos los de Q’uo, y en este momento, devolvemos el contacto al que conocemos como Jim para comprobar si hay alguna pregunta más a la que nos podamos dedicar. Adonai, queridos amigos, Adonai.

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento. En estos momentos, quisiéramos preguntaros si hay alguna duda a la que podamos responder de manera más breve.

Si no hay nadie más que tenga alguna, me gustaría pedirte, Q’uo, si pudieras hablarnos de los momentos en los que pudiéramos experimentar algo de resistencia, o incluso algo de miedo al profundizar en nuestra meditación y en nuestra evolución espiritual, y si tuvieras alguna sugerencia de cómo pudiéramos superar esta fase.

oSoy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermana. Esta es una pregunta muy meditada, pues descubre una etapa en el viaje de cada uno de los buscadores que puede, de hecho, ser algo misteriosa, desconocida, y que contiene un gran potencial para el descubrimiento si el buscador es capaz de encontrar dentro de sí mismo los medios para ir cara a cara al encuentro del misterio. Cada buscador, cuando considera que hay conceptos que están claros, que no ofrecen dudas, y sin tacha, vive en una quimera, porque aquello con lo que el buscador se siente cómodo en su ronda diaria de actividades, y durante el proceso de ser un buscador de la verdad, es sólo el principio de lo que hay a disposición de cada buscador que continúa viajando en este viaje de unión con el Único Creador.

Hay muchas experiencias fascinantes que se encuentran al alcance de todos los buscadores, pero no siempre se perciben inmediatamente como tales. Aquí es donde se hace necesario que cada buscador ejerza la cualidad de la fe de que cualquier experiencia que se presente en sus meditaciones, en sus contemplaciones, en sus sueños, o en su experiencia consciente de vigilia, es una experiencia que le ofrece la oportunidad de profundizar en su comprensión inicial o en su comprensión básica de qué es lo que hay con respecto a lo que uno es, y hacia donde se encamina. Las etapas iniciales del estado meditativo suelen ser una combinación de vislumbres fugaces de paz y de atención concentrada, mezcladas con abundante cantidad de pensamientos que distraen. Curiosamente, y paradójicamente, estos pensamientos distractores a menudo se perciben como una especie de consuelo, pues pertenecen a un ámbito que el buscador de la verdad comprende mejor.

Sin embargo, a medida que se persiguen los niveles más profundos de la experiencia meditativa, a menudo se presentan casos de la propia mente subconsciente trayendo destellos o imágenes que al principio pueden resultar algo inquietantes. Son esas áreas dentro de la mente subconsciente que han comenzado a hacerse evidentes para la conciencia del que medita, si el que medita es capaz de contemplar cualquier imagen, sentimiento o expresión de todo tipo de impresión sensorial que sea desconocida, y tal vez ligeramente perturbadora, y la ve como parte del yo, ese yo más pequeño que medita, y que tal vez forme parte de un yo más grande y simbólico que aguarda a ser descubierto por el yo más pequeño.

Lo que en esencia estamos diciendo, estimada amiga, es que en vuestro interior existen varias porciones de vuestro propio yo, vuestras propias tendencias, deseos, emociones, algunas de las cuales no han sido plenamente exploradas, y que desean convertirse en un ejemplo unificado o en la representación de vuestro mayor yo, que es el Único Creador. Si hay algún bloqueo en vuestros centros de energía, estos constituyen a menudo un ejemplo de que tales bloqueos pueden convertirse en indicios y pistas en cuanto a las áreas a iluminar, a investigar, con objeto de que se os revele una gran parte de vosotros mismos que puede ser puesto en sintonía con el yo consciente que medita y que también se mueve en el estado de consciencia a a lo largo de su rutina diaria de actividades.

Así, si sois capaces de ejercitar tanto la fe de que aquello que se os está manifestando es parte de vosotros y que es potencialmente muy útil, como el deseo de continuar explorando esta porción desconocida de vosotros mismos, entonces sería como si una puerta se os abriera y os invitase a entrar, para que pudierais tener vuestra experiencia tanto con vuestro yo más pequeño como con vuestro mayor yo, que es el Creador Único. En resumen, no hay nada que temer; hay mucho que descubrir. Pero hacerlo requerirá un esfuerzo por vuestra parte.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

No, eso fue de gran ayuda. Muchísimas gracias.

Soy Q’uo, y te estamos muy agradecidos a ti también, hermana. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Me gustaría leer una cita de Ra, y luego hacer una pregunta. Ra dice: “Habrá también un brusco incremento a corto plazo de complejos mente/cuerpo/espíritu y complejos sociales negativamente orientados, debido a las condiciones polarizadoras de la acusada delimitación entre las características de la cuarta densidad y la orientación hacia el servicio al yo de la tercera densidad”. 1

Entonces, mi pregunta es: Nos encontramos con que nuestra sociedad consiste en una serie de entidades entrando en burbujas de realidad, donde los hechos cambian según el paradigma de la burbuja, y donde la relación entre burbujas puede ser inexistente. ¿Tiene esto alguna correlación con la “acusada delimitación” que Ra describe? Lo pregunto porque parece que las líneas entre las diferentes concepciones del mundo, o los diferentes niveles vibratorios, son cada vez más acusadas.

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Una vez más, nos parece una observación relevante, y nos gustaría intentar responder sugiriendo que, en el sentido más general, tienes razón en que el aumento a corto plazo de las entidades orientadas negativamente, tanto en su variante individual como la de los complejos sociales, se expresa con frecuencia de una manera que puede ser fácilmente malinterpretada; porque las entidades orientadas negativamente (que también buscan graduarse en la cuarta densidad) no dicen claramente lo que desean, pues son conscientes de que la mayoría de las entidades no desearían entrar en una prisión, digamos, ya sea de naturaleza física, o de naturaleza mental, o de naturaleza emocional; porque el tipo de información que describes es la que se utiliza con frecuencia para confundir. Es como el ilusionista en el escenario, que muestra una mano que está realizando un cierto proceso, mientras que en realidad, la otra mano está realizando aquello que es importante para, digamos, la prestidigitación, la manipulación de la mente y la distracción de la vista, de modo que lo que se vea no sea lo que realmente se nos presenta a la vista.

El tipo de comunicación de la que hablas es el lenguaje del control, el lenguaje de la represión, el lenguaje de la confusión, porque bajo estas condiciones es posible que la entidad negativamente orientada atraiga voluntariamente a la entidad no polarizada, o incluso quizás a la entidad positivamente orientada a una situación semejante a la de una prisión, donde los pensamientos están aprisionados, donde la expresión es silenciada, y la libertad es una ilusión. Por lo tanto, quisiéramos recomendar que durante vuestra propia rutina diaria de actividades dediquéis un tiempo, quizás al principio del día, o al final, o durante ambos, para concentraros de manera consciente, lo que reduce los estímulos sensoriales en el complejo cerebro/mente, y os devuelve de nuevo a ese estado del que vemos que los de Ra se refirieron como el de la “mente consciente que no recibe sustento”, es decir, el de la mente del neófito, la mente sin más recurso que la conciencia, la mente que puede calmar los nervios crispados y permitir que se diluya la confusión, la mente que puede revelar de nuevo el propósito fundamental de cada buscador de la verdad en el sentido positivo, que es llegar hasta lo más hondo del corazón y encontrar el amor que allí reside, para abrirle camino a ese amor, sacarlo a la luz y compartirlo como forma de respuesta a cualquier situación que debáis confrontar.

Esto requerirá, en algunos casos, mucha ponderación, pues en un mundo de confusión, la expresión del amor se pierde muy a menudo entre aquellos a quienes se lo envían. Por lo tanto, uno no puede consagrarse, digamos, a un resultado concreto, sino que tiene que comenzar con la práctica de la fe en que ese amor que se envía, llegará a su destino y tendrá su efecto sobre lo que llamaríais “la situación mundial”, sobre el aparente extravío y la tergiversación de las energías por parte de los que son de naturaleza negativa y que intentan en estos momentos aprovechar el poco tiempo que les queda durante la tercera densidad de la Tierra con objeto de polarizar lo suficiente para su propia graduación. Por eso, nuestra recomendación es la meditación, la concentración, la atención y el amor.

¿Tienes alguna otra pregunta, hermano?

No, gracias, Q’uo.

Somos los de Q’uo, y te lo agradecemos, hermano. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Tengo una pregunta, Q’uo, no sé si podrás responderla, pero creo sentir, me figuro, una separación de las líneas de tiempo, un ordenamiento de frecuencias vibratorias en diferentes octavas. ¿Podríais hacer algún comentario al respecto?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermano. Antes de comenzar a responder, hemos de decir que esta tarde estamos realmente impresionados por la calidad de las consultas. Este grupo siempre ha sido el más competente en materia de consultas, pero hoy es admirable.

La percepción de las líneas de tiempo, tal como las describes, es una percepción de realidades potenciales en las que has participado tanto en el estado de sueño como en el estado meditativo, donde has permitido una apertura hacia realidades potenciales que tu ser superior ha utilizado para ofrecerte a ti, y a otros como tú, la oportunidad de experimentar una diversidad de desafíos mayor, por así decirlo. Estos desafíos son lecciones presentadas en forma simbólica, al igual que cada entidad en cualquier encarnación se las presenta a sí misma dentro de la encarnación para que sean experimentadas en ese momento. Sin embargo, las elecciones para tales lecciones se hacen antes de encarnar, de tal manera que antes de vuestra actual encarnación habéis escogido ciertas realidades en las que expresar estos desafíos, estos puzles simbólicos que pueden, cuando se resuelven, revelaros una perspectiva más amplia en vuestro propio viaje espiritual.

Percibir la disolución de tales líneas de tiempo es un remanente del aprendizaje de lo que se te propuso, de modo que ya no hay necesidad de que eso exista dentro de ninguna porción de tu ser que no sea el ser en el que ahora estás aquí. Así, tú estás, digamos, terminando el trabajo para que pueda darse la graduación en la cuarta densidad del amor y la comprensión al final de esta encarnación.

¿Hay alguna otra pregunta, hermano?

No.

Somos los de Q’uo, y en este momento debemos respetar la creciente fatiga de este instrumento y despedirnos de él. Una vez más, queremos expresaros nuestra gratitud por habernos invitado a estar presentes esta tarde. Ha sido una gran alegría, queridos amigos, estar con vosotros. Esperamos que cada uno de vosotros extraiga de esta sesión aquellas palabras y conceptos que tengan sentido para vosotros, y que las ponderéis bien. Porque cada uno de vosotros es como una semilla que, cuando se reflexiona, es como si se regara, de modo que crezca aún más de lo que ahora os parece. Hay crecimiento disponible en todo momento y a través de todas las experiencias.

Vuestra tercera densidad es una densidad muy fértil, queridos amigos, por muy confusa que parezca. No hay otra densidad dentro de la octava de densidades que proporcione tantas oportunidades como las que son tan fácilmente perceptibles aquí—fácilmente perceptibles, diríamos, para los que están fuera de la tercera densidad. Sentimos una gran simpatía por vosotros, porque sabemos que gran parte de esta tercera densidad permanece como un misterio y una experiencia confusa para vosotros. Sin embargo, este misterio y esta confusión os empujan hacia lo que os aguarda dentro de cada misterio y de toda confusión, porque en verdad, todo es uno, y todo nos conduce a la unidad, al amor y a la luz.

Nos conocéis como los de Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai, Vasu Borragus.


  1. Ver #17.1