Ra describe su posicionamiento hacia aquellos en la tercera densidad que están espiritualmente dormidos, como el de ofrecer el consuelo que representa el sueño. 1 Si bien no se trata simplemente de imitar el ejemplo de Ra, esto parece ser un servicio por lo general adecuado: una actitud de servicio a los demás en la tercera densidad. Sin embargo, actualmente nos encontramos en una situación en la Tierra donde aquellos que están dormidos podrían estar causando mucho daño al planeta, y potencialmente conduciéndonos a todos por el camino de la destrucción. ¿Podría Q’uo hacer sugerencias sobre cómo relacionarnos y servir a aquellos que parecen estar sumidos en un sueño tan destructivo?

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y en estos momentos estoy con este instrumento. Os saludamos a todos y cada uno de vosotros en el amor y en la luz. Como siempre, para nosotros es un gran honor el haber sido convocados a vuestro grupo esta tarde, porque cuando acudimos a vuestro grupo sabemos que encontraremos a aquellos buscadores sinceros de la verdad que han sido capaces de abrirse en mente, cuerpo y espíritu para recibir inspiración e información de naturaleza útil, que puede ser utilizada en el trabajo del servicio a los demás. La consulta que habéis planteado hoy es sin duda de este tipo. Antes de comenzar a tratarla, como siempre, quisiéramos pediros un favor, y es que toméis todas las palabras que os ofrezcamos con vuestro proverbial granito de sal, por así decirlo, que toméis las que tengan sentido para vosotros, y dejéis atrás a las que no lo tengan. No queremos causar ningún tipo de disuasión o desvío en vuestro propio camino espiritual de búsqueda. Venimos como hermanos y hermanas que viajan por el mismo camino que vosotros. Una vez concedido este favor, nos sentiremos libres de atender vuestra consulta en estos momentos.

Como todos vosotros sois buscadores conscientes de la verdad, y tenéis una comprensión relativamente clara de las diversas filosofías y de las diversas culturas de vuestro planeta, sois muy conscientes de que la distribución de la población de vuestro planeta se dispersa por todos los centros de energía inferiores, y que le ha resultado muy difícil comenzar a percibir la posibilidad de llegar a ser un todo unificado que pueda presentarse a la graduación de la cuarta densidad, que se está produciendo ahora en vuestro planeta; porque ha habido demasiada desarmonía sobre vuestro planeta durante los últimos milenios, tal como medís el tiempo. Esta falta de armonía es el resultado de una percepción totalmente equivocada de la naturaleza de la realidad.

No es de extrañar que en los inicios de la experiencia de la tercera densidad, las entidades tuvieran alguna dificultad para percibir la unidad de toda la creación; sin embargo, esta dificultad ha persistido a lo largo de toda la experiencia de la tercera densidad y ha hecho casi imposible que se pudiera contemplar el hecho de que la población del planeta Tierra como tal fijara el rumbo de la brújula y la apuntara en una sola dirección.

Así, a medida que avanzáis en vuestras actividades diarias, todos estáis al corriente, si utilizáis vuestros medios de comunicación, de que la desarmonía en vuestro planeta rara vez ha alcanzado los niveles de fractura que ahora se manifiestan entre los diversos grupos, culturas, partidos e individuos, porque hay intereses individuales en juego que tienen muy poco que ver con la senda espiritual de lo que llamaríais la “búsqueda de la verdad”. Lo que a menudo se busca es mas bien los bienes mundanos y las recompensas propias de vuestra ilusión de la tercera densidad. Esta ilusión tiene el propósito de proveer eventualmente un medio por el cual cada entidad sobre vuestro planeta pueda darle la espalda a las baratijas del mundo, digamos, para buscar interiormente el amor y la luz del Único Creador que une a todos los seres humanos.

Sin embargo, como bien sabéis, varias facciones compiten por un trozo cada vez más grande del proverbial pastel. Esto no sólo conduce a una incapacidad mayor para captar los principios unificadores y abrir el corazón en amor incondicional, como necesario que es para graduarse en la cuarta densidad, sino que también acentúa la tendencia de los centros de energía inferiores hacia la separación de otras personas, grupos y culturas, de modo que se fomenta de manera continuada el rechazo hacia cualquier posibilidad de reconciliación. Así, no sólo vuestra población sufre la fractura de sus propias facultades mentales, emocionales y espirituales, sino que estas vibraciones discordantes se exudadan hasta tal punto que vuestra esfera planetaria misma comienza a absorberlas en la corteza del planeta, de tal forma que se produce la ruptura de la corteza en diversos momentos y lugares como un mecanismo por el cual vuestro planeta intenta armonizar el flujo entrante de corrientes cósmicas del tipo de cuarta densidad con su propia vibración del núcleo de cuarta densidad.

En estos momentos, vamos a transferir este contacto al que conocemos como Steve. Somos los de Q’uo.

(Canaliza Steve)

Soy Q’uo, y estamos con este instrumento. Vamos a continuar con nuestro planteamiento acerca del estado de alteración que vuestro planeta exuda en estos momentos, y os invitamos a considerar que vosotros, y todos vuestros compañeros buscadores en mente/cuerpo/espíritu estáis, en estos momentos, absorbiendo estos vapores. Estáis inmersos en esta atmósfera. Ahora bien, si os encontráis en una circunstancia, con respecto a vuestra propia situación, en la que podáis empezar a reconocer las diversas ramificaciones de catalizador que os asedia—distinguiendo lo positivo de lo negativo, distinguiendo lo personal de lo que es menos personal—puede que tengáis mayores posibilidades de encontrar el camino a seguir dentro del marasmo, por así decirlo, que os rodea.

Sin embargo, volviendo a la metáfora del sueño, nos gustaría sugerir que aquellos que están en esta condición se encuentran con que estas energías de las que hablamos, estas energías de disrupción, estas energías de desarticulación, desarmonía y separación, pueden inmiscuirse en el entramado interno de la conciencia, casi hasta el punto de convertirse en parte inseparable de la vida cotidiana.

Y así, queridos amigos, vuestra consulta se halla ante una disyuntiva, de la que hemos de señalar que compartimos con vosotros, al igual que de hecho, no os quepa duda, participamos vicariamente con las energías de este planeta en su intento de nacer a una manifestación más elevada de sí mismo.

A continuación, quisiéramos pediros que comencéis por considerar lo que es dormir, porque hay algunas circunstancias en las que dormir parece ser una actividad un tanto inocua. Ello sugiere que uno quizás no se halle totalmente involucrado a nivel energético con todo el espectro disponible dentro de la experiencia encarnada, y así puede pasar el tiempo en un estado de relativa tranquilidad, generalmente sin ser molestado por catalizadores de diversa índole que le saquen a uno de su letargo. Es este tipo de sueño el que los de Ra experimentaron entre algunos de sus miembros en ciertos momentos de su proceso evolutivo. Ahora os quisiéramos pedir que consideréis algo más sobre la naturaleza del sueño antes de continuar con el planteamiento de lo que significa lidiar con el tipo de negatividades que os preocupan.

Queridos amigos, ningún sueño es perfecto. Dormir es acaso soñar, y soñar es implicarse en la recepción de elementos de inspiración y de aportes intuitivos que tienen el propósito de incitaros a seguir buscando, y a veces, el sueño que uno haya echado, bien echado está para aquel complejo mente/cuerpo/espíritu que ha sido sometido a un duro catalizador, o a un catalizador que ha sacado de su centro al buscador individual.

El sueño, ¿se aborda adecuadamente? Porque el sueño ofrece la oportunidad de redescubrir ese mismo centro, y de renovar energías para una ulterior actividad cuando se presente la ocasión en el momento oportuno. Pero, como decimos, dentro de este proceso de sueño hay un flujo continuo de catalizador que procede suavemente en el sentido de que no se impone al que duerme, sino que más bien sirve para incitar suavemente al yo inexperto de una manera que sugiere oportunidades. Cuando la atmósfera del planeta sea en gran medida armoniosa, o al menos comience a orientarse significativamente en esa dirección, el yo dormido será capaz de aprovechar las energías que emanan del centro del planeta de una forma tal que ese catalizador que se ofrece de forma individual tendrá el tono subyacente, o tenor, de la armonía, digamos, y esto hará que sirva como una especie de motivador secreto con respecto a la dirección que uno pueda tomar a medida que a uno le empiece a vencer el sueño.

Sin embargo, hay otras circunstancias que—en este vasto universo de múltiples y diversas experiencias, tanto a nivel individual como planetario—se orientan de manera muy distinta de la experiencia armoniosa que para nosotros representaba una gran suerte, tal como lo habíamos concebido a menudo, pero que quizás no resultó ser tan buena suerte cuando más adelante hubimos de mirar atrás para ver lo que había pasado en nuestro propio proceso de desarrollo. Un exceso de armonía puede dar como resultado una especie de déficit energético, una falta de tensión, porque la tensión puede considerarse como un manantial creativo para el desarrollo posterior. Y así, hemos comprobado que, con bastante frecuencia, aquellos complejos de memoria social que han evolucionado de forma más armoniosa han constatado, en un momento posterior de su desarrollo, que era necesario que regresaran y se revitalizaran de unas maneras de las que se podría pensar que entrañaban desarmonía.

Ahora bien, suele darse el caso de que estas desarmonías sólo pueden experimentarse vicariamente desde el punto de vista de la experiencia de una densidad más elevada, y os diríamos que nosotros, que observamos las desarmonías que están en juego sobre vuestro planeta, al hacerlo hallamos un cierto aliciente, por así decirlo, para que por medio de la reflexión, la contemplación y el trabajo espiritual interior lleguemos a ser más elocuentes, si pudiéramos expresarlo de esa manera, en nuestra alabanza al Creador. Hay otros que están actuando mientras hablamos, como observadores y ayudantes sobre la superficie de vuestro planeta y en vuestros ámbitos, de una manera muy similar y por motivos similares.

Por lo tanto, si luego dijésemos que en el marco de una experiencia planetaria inarmónica vuestro sueño pudiera acaso convertirse en pesadilla, nos apresuraríamos a añadir que hay una energía, el amor del Creador, que alienta incluso la experiencia de esa pesadilla.

Así pues, llegamos a la cuestión acerca de lo que el que busca en nombre del amor, el que busca en nombre del servicio a los demás, y en una disposición de humildad como el más insignificante de los llamados a buscar, ¿qué puede hacer cuando afronta a los que parecen estar tan poco iluminados con respecto a su conducta que la oscuridad se erige sobre la oscuridad, y la angustia se erige sobre la angustia, y el odio se erige sobre el odio? ¿Qué hace el buscador positivo cuando se enfrenta a este tipo de manifestaciones? La respuesta, queridos amigos, no es nada fácil de descubrir, y no pretendemos ser capaces de proporcionaros un sentido claro de orientación que os permita ver a través de cada valle de las sombras.

Sin embargo, os quisiéramos pedir que tengáis en cuenta una cosa, que es el sencillo mensaje que tenemos que transmitir: Todo es uno. Y así, cuando se considera esta verdad tan sencilla desde un punto de vista eminentemente práctico, se llega a la conclusión de que aquel cuya conducta te está causando dificultades, eres tú. No eres dos, sino uno, con el malhechor. No eres dos, sino uno con el criminal; no eres dos, sino uno con aquél que no sólo desea permanecer dormido, sino que dentro de ese sueño, quiere hacer daño.

Probablemente no haya, dentro de la creación, una cuestión más difícil, pues podríamos decir, y en cierto sentido lo diremos, que en la medida en que podáis absorber la hostilidad que os proporcione uno de vuestros semejantes, todo eso es para bien, y esa es, de hecho, una de las razones por las que los errantes hayan encarnado en este planeta en esta época. No se trata simplemente de iluminar con vuestra luz, lo cual podéis hacer; no se trata simplemente de compartir con otros la sabiduría que habéis descubierto, sino que se trata, a un nivel más visceral, de absorber el catalizador negativo que se os presente y transmutar esa energía negativa en un amor sencillo y sin presunción. Eso, podemos afirmar que sin duda es cierto, pero de igual modo debemos añadir también que no siempre os va a resultar posible, porque puede haber ocasiones en las que la fuerza del catalizador negativo que se os presente sea tan abrumadora que exceda vuestra capacidad de transmutarlo en amor, y existiría el gran peligro para vosotros de que tuviera tendencia a distorsionar vuestro proceso en el caso de que se lo permitierais, de que vosotros, vosotros mismos pudieseis resultar sacados dramáticamente de vuestro centro.

Por lo tanto, se requiere un poco de discernimiento conforme evaluáis constantemente la medida de la propia capacidad y procuráis aprender qué oportunidades son fructíferas en potencia, y qué experiencias ofrecen escaso potencial para involucrarse provechosamente. Hay ocasiones en las que no hay más remedio que retirarse, y dejar que aquellos cuyo sueño se ha convertido en una pesadilla puedan representar sus dramas sin ser molestados.

Ahora bien, incluso en estas circunstancias hay cosas que podéis hacer para ayudar al planeta y nos gustaría sugerir que llevar a cabo esa labor siempre está bien. Entonces, lo que podéis hacer es pasar a un estado de meditación en una configuración tan equilibrada como la que seáis capaces de mantener de forma constante, e invitar a una pequeña parte de esa esencia que caracteriza las energías distorsionadas de vuestro planeta, un pequeño bocado al principio será suficiente. Y descubriréis que al adquirir más experiencia con esta forma de ayudar al planeta, seréis capaces de absorber un poco más, y un poco más, y un poco más de esta energía negativa, o desarmoniosa, o caótica que vuestro planeta está exudando en la actualidad, y de trabajar para sanarlo con tan sólo mantenerla dentro de vuestros corazones y permitir que la amorosa energía de vuestro centro del corazón penetre en este fragmento de perturbación planetaria y le infunda ese amor que traéis del Creador, de tal modo que, dentro de vosotros, el Creador pueda encontrarse con el Creador y devolver a la plenitud lo que se había fracturado manteniéndoos vosotros mismos, de una manera resuelta, clara y humilde, disponibles para aquellos pedacitos de energía vital que se han visto perturbados. Queridos amigos, estáis sirviendo de una manera mucho más eficaz de lo que os podéis imaginar.

Bien, llegará el momento en que termine vuestra meditación y liberéis estas energías, ahora sanadas, de vuelta a la atmósfera, y ahora salgáis al mundo exterior. Allí os encontraréis e interactuaréis con otros yoes, y quisiéramos advertiros que este ejercicio que acabáis de realizar (y que en realidad es mucho más que un mero ejercicio) puede daros una cierta clase de fuerza y estabilidad al relacionaros con los otros yoes, ya que tal vez ellos mismos se vean en la necesidad de entregaros su propio y a menudo inarmónico catalizador.

Queremos avisaros de que cuanto más experimentados seáis en este proceso, más adeptos habréis llegado a ser absorbiendo y transmutando la energía negativa en positiva, más radiantes os volveréis, y cuanto más radiantes os volváis, más energías empezaréis a atraer, energías realmente de todo tipo, pero diríamos que sobre todo de este tipo negativo o desestabilizador porque, en el fondo, esta energía desestabilizada realmente quiere sanar, aunque no sabe que eso es lo que realmente quiere, por lo que inconscientemente se sentirá atraída hacia vosotros, y vemos que cuanto más seáis capaces de asimilar, tanto más se os ofrecerá para que lo asimiléis, y eso puede acumularse hasta el punto de que alcancéis vuestro límite. Os sobrecargaréis con energías que claman por ser sanadas más allá de vuestra capacidad para acogerlas a todas y trabajarlas interiormente hacia una condición de equilibrio. Esta, queridos amigos, es la señal de que para vosotros se acerca el momento de descansar, y es muy aconsejable que sepáis que no podéis, por vosotros mismos, sanar todas las energías extraviadas que abundan en el planeta en estos momentos. No podéis hacer eso, vuestro grupo no puede hacer eso, nosotros los de Ra, nosotros los de Latwii, nosotros los de Hatonn, no podemos hacer eso. Sin embargo, podemos hacer todo lo que podamos, y luego, para el resto, es cuestión de acudir humildemente al Creador y preguntar qué se puede aprender al contemplar lo que no podemos hacer, lo que parece irremediablemente negativo y triste, una desventura en la creación misma.

Vivimos en la esperanza y en la convicción de que cada aparente desventura en la creación no es más que una oportunidad para que el Creador aprenda del Creador. Y en esa esperanza, encontramos sostén; en esa esperanza encontramos valor. [Es] en esa esperanza en la que, mientras dormimos, nos retiramos para recuperarnos. Hallamos gran fuerza, gran consuelo, gran amor, y ese pensamiento, que el amor es sencillamente la mejor respuesta que podemos dar a la pregunta más difícil que uno pueda plantear.

En este momento, vamos a finalizar nuestra comunicación con este instrumento, y devolver el contacto al que conocemos como Jim. Soy Q’uo.

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento. En este momento, quisiéramos preguntar si habría alguna consulta más breve de la que podamos hablar.

Q’uo, agradecería una aclaración de lo que Ra afirma en la Ley del Uno, que el servicio sólo es posible en la medida en que se solicita. ¿Se nos permite hacer lo mismo que la Confederación al decidir sobre una solicitud de servicio, según nuestra propia percepción de una necesidad no declarada, tristeza o dolor, en la que podemos ser de ayuda?

Soy Q’uo y estoy al tanto de tu pregunta, hermana. Se trata, en efecto, de un terreno en el que hay margen para opinar, digamos. Existe la Ley de la Confusión, también conocida como la Ley del Libre Albedrío, que es de la mayor importancia en cualquier intento de servir a los demás cuando la Confederación de Planetas al Servicio del Creador Uno Infinito se dirige a los que están dentro de la ilusión de vuestra tercera densidad. Hay momentos en los que nos hemos acercado a los límites y también ha habido momentos en los que, tal vez, nos hemos movido ligeramente a través de esos límites en el intento de servir a otros al darnos cuenta de que había una necesidad o una petición para nuestro servicio. Los de Ra, por ejemplo, a menudo ofrecían consejos para el cuidado del instrumento, que podrían haber sido percibidos como infracciones al libre albedrío, pero el consejo fue dado con el conocimiento de que este instrumento o entidad en particular continuaría a pesar de todo con su servicio, por lo que se tomó la decisión de ayudar a continuar a esta entidad con un poco más de confort.

Dado que vosotros, [que sois] buscadores de la verdad dentro de la ilusión de la tercera densidad, miráis a vuestro alrededor para valorar las posibles necesidades de vuestro servicio que estáis dando a otro, os encontráis en una situación un tanto diferente, pues podríais hablarle a otro que percibáis que tiene la necesidad de escuchar lo que tenéis que decir, y este otro bien pudiera aceptar de buen grado, ignorar o rechazar lo que tengáis que decirle, pues sois precisamente como ellos—vosotros no venís de un reino exterior a esta ilusión, digamos, sino que provenís de esta ilusión, y por tanto tenéis más libertad pudiendo evaluar la necesidad de servicio, y pudiendo prestar ese servicio.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

Entonces creo entender que a veces podemos juzgar por nosotros mismos la necesidad de alguien, sin que haga realmente una solicitud para nuestro servicio, y servirle entonces.

Soy Q’uo, y estoy al tanto de la primera parte de tu consulta. Este instrumento se estaba preparando para responder a esa parte, cuando se pronunció la segunda parte. ¿Podrías por favor repetir la segunda parte?

Supongo que vendría bien que lo aclarara: ¿Es permisible que nosotros, siendo conscientes de una necesidad, ofrezcamos un servicio para esa necesidad incluso si no nos ha sido verbalizada la solicitud?

Soy Q’uo, y esto es correcto, hermana, porque a la vista de cualquier otra entidad de tercera densidad que pueda estar a tu alcance o en tu ámbito de experiencia tú no conllevas ningún significado especial. Tu sugerencia puede caer en saco roto, puede recaer en oídos a los que no les importe escuchar lo que digas, y que no tengan inconveniente en darte la espalda. ¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

¿Estamos a veces inspirados a servir por el pensamiento u oración de otro yo del que no somos conscientes? Y eso, ¿también constituye una petición?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermana. Hay muchas, muchas características o facetas del servicio que son desconocidas, tanto para el que busca servir como para el que puede estar necesitado de un servicio. Muchas de vuestras entidades están, digamos, en sintonía con otras dentro de su propio grupo, ya sea la familia, el trabajo, la escuela, o cualquier situación que pueda reunirlos, de modo que hay la posibilidad y la capacidad de percibir necesidades que no se han expresado. A menudo esto ocurre entre dos entidades que comparten la emoción que llamáis amor o preocupación del uno por el otro. Percibimos, sin embargo, que por lo general, estás solicitando información concerniente a aquellos que puede que no estén relacionados contigo de una manera tan personal.

A medida que observes a entidades que realizan sus actividades diarias, puede que veas conductas que parecen peligrosas, irresponsables, o que conscientemente se utilizan o se involucran para hacer daño a otras personas. Éstas no piden tu ayuda, y sin embargo bien podría ser un servicio de tu parte—si lo que se pretende es ser de ayuda—el de ofrecerles tu consejo. La intención, en este caso, y en cualquier otro caso de servicio, es el factor decisivo.

El deseo de servir es aquello que, en vuestra ilusión, hace de vuestra actividad un auténtico servicio. Es bueno y útil si las entidades desean el servicio y lo piden conscientemente, porque este tipo de receptividad es la que acepta la ayuda desde fuera del yo; y es este tipo de receptividad la que nosotros, los de la Confederación, al operar desde un reino exterior al de vuestra ilusión, buscamos cuando intentamos servir. No obstante, en vuestros esfuerzos por servir, no siempre seréis bendecidos con esta configuración de receptividad por parte de aquellos a quienes buscáis servir.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

Sí, la parte final. A veces siento que no estoy cualificada, que no dispongo de recursos suficientes, o que un servicio que me han solicitado no sería útil para la persona que me pide ayuda. ¿Cometeríamos un error si rechazásemos una petición de servicio en estas situaciones?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermana. La propia estimación de tus habilidades para servir es irrelevante en una situación en la que deseas servir, porque ninguna entidad dentro de vuestra ilusión tiene la capacidad de entender si se ha ofrecido o no un servicio. La comprensión no forma parte de vuestra ilusión. La intención es lo que importa. No sabéis cómo podéis influir en los demás por el simple hecho de querer servir y ofrecer lo que tenéis para ofrecer, por insignificante que parezca según vuestra propia estimación.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

Sin embargo, al rehusar ayudar, por no tener los recursos necesarios, o sentirse incapaz de ayudar, o pensar que la ayuda solicitada sería perjudicial para esa persona, si tu intención era la de servir a esa persona, no hay inconveniente. No estoy diciendo que esté bien. ¿Estoy entendiendo lo que decís?

Soy Q’uo. Creemos que captas la parte fundamental de nuestra respuesta. Agregaríamos que si rechazas servir a otro porque no te sientes cualificada para ofrecer este servicio, te estás juzgando a ti misma de una manera que bloqueará tus propios centros de energía y bien podría impedir que otra entidad reciba algo que podría serle útil porque, en verdad, no sabes qué es lo que verdaderamente le ayudaría a otra persona. Tú no puedes saber eso, sólo puedes desear ayudar e intentar ayudar.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

No, eso fue de gran ayuda. Gracias, muchas gracias.

Soy Q’uo. Te lo agradecemos, hermana. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Tengo una muy breve, ¿tú tienes una?

Si se me concede tiempo, tengo una, Q’uo. Un amigo del círculo, a quien llamaré J., estaba sufriendo una constante e involuntaria afluencia de información psíquica. Por alguna razón, esto está dañando su cuerpo y su psique. Afirma que no está interesado en la ayuda de naturaleza espiritual, ni en ninguna ayuda al margen de sí mismo, y actualmente desea poner fin a su encarnación. ¿Hay algo que se le pueda ofrecer por parte de otros, aparte de la oración y de tenerlo presente durante la meditación, que pueda ser de potencial ayuda y que no interfiera con su libre albedrío?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermano. Esta situación es una de las más difíciles que cualquier entidad pueda experimentar, ya que parece que lo que se está recibiendo es dañino para el propio ser hasta el punto de que el deseo es terminar con la encarnación y terminar con el daño al vehículo. Sólo podemos sugerir a tales entidades que en realidad no hay errores dentro de ninguna experiencia encarnada. Si se tiene el deseo de crecer a partir de lo que se experimenta y de servir a los demás con los frutos de lo que se experimenta con el crecimiento, cualquier situación puede proporcionar esta oportunidad.

Repetimos una vez más que esta no es la densidad de la comprensión. Hay mucho que asumir por la fe—la fe en que lo que ocurre en vuestra encarnación es lo que os conviene en este momento. Que todas las cosas llegarán a su término en algún momento, y entonces, quizás, habrá un atisbo de racionalidad, y el puzle se tornará más comprensible. Si uno es capaz de mantener la voluntad de perseverar, la capacidad de polarizar de forma consciente mejora enormemente. Muchas entidades han programado para sí mismos situaciones que llevan al ser al límite de su capacidad de funcionar de una determinada manera, en una situación determinada, porque desean crecer de esa manera. Esto a menudo incluye una experiencia traumática.

Queridos amigos, mucho de lo que ocurre en vuestra ilusión en el camino del aprendizaje tiene como base el trauma, las dificultades y la incomprensión. Estas condiciones son las que ofrecen la posibilidad de explorar las áreas más profundas del ser, y si estas dificultades llegan a resolverse, el crecimiento es exponencialmente mayor de lo que sería posible si la experiencia fuera de naturaleza menos traumática. Si todos estuvieran felices y cohesionados y fueran agradables y bien recibidos, se daría una situación similar a la de antes de que el gran velo del olvido se colocara entre la mente consciente y la subconsciente. El progreso fue bastante lento. Sin embargo, junto con este velo del olvido (que verdaderamente trae consigo el olvido de toda la unidad de la creación y del amor y la luz que constituyen cada porción de la creación) viene también la capacidad de aprender mucho más rápidamente lo que se desea aprender.

Recomendamos que cada entidad considere esos momentos de trauma, de dificultad y confusión, de angustia, de tristeza, de pérdida, como ilusiones que ofrecen la oportunidad de aprender. Toda manifestación en vuestra ilusión tiene el propósito y la función de ayudar a cada entidad a pasar de las apariencias y la oscuridad, al Uno.

¿Hay alguna pregunta más, hermano?

Una pequeña de continuación, y gracias por su elocuencia, Q’uo. La pregunta es: ¿Hay algo que se le pueda ofrecer a la pareja en términos de cómo superar el doloroso descubrimiento de que sus propios pensamientos, deseos y trayectoria vital son percibidos psíquicamente por este hombre, y le producen una profunda tristeza y desilusión?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de la pregunta, hermano. Encontramos que en nuestra respuesta a la experiencia de este miembro de la pareja hay mucho que sería repetitivo, pues existe, entre estas dos entidades, lo que podría llamarse un acuerdo o una elección preincarnativa que tiene como particularidad la gran dificultad y el estrés y la desarmonía acumuladas, con el propósito de forjar dentro del propio ser de cada una de las entidades una fortaleza y resistencia mayores. Esta es una situación muy anómala e inusual, ya que estas entidades están demostrando cualidades que no son habituales entre la mayoría de vuestra población de tercera densidad. Por lo tanto, existe la posibilidad de que se dé demasiado énfasis a la naturaleza psíquica de las experiencias. Estaría bien si cada uno pudiera, digamos, alejarse de la situación y tratar de captar una perspectiva general—intentar con la vista puesta en la búsqueda de razones y posibilidades de por qué la situación se percibe tal cual es y se experimenta tal como es. Si se pudiera lograr esta perspectiva, habría más información de naturaleza más armoniosa que podría comenzar a ensamblar las piezas del puzle para ambos.

Cada uno de los dos posee todo lo necesario para captar el cuadro general, de modo que ninguna de las dos entidades se va a perder en el bosque, digamos, sino que puede ir más allá de la cañada boscosa hasta la cima de la colina, y mirar hacia atrás a lo que ha sido una experiencia difícil.

¿Hay alguna consulta final en estos momentos?

Por mí no, gracias, Q’uo.

Yo voy a conservar la mía.

Q’uo, una pregunta breve. ¿Qué valor tiene plantarse sobre el suelo en conexión con el planeta?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermano. Percibimos que la conexión con la tierra de la que hablas es algo así como si plantásemos los pies en la tierra para poder recibir las vibraciones de vuestra Madre Tierra en el momento de su transición hacia la cuarta densidad del amor y la comprensión. Metafórica y metafísicamente, si pudiérais plantar los pies de tal manera que lleguen hasta el centro de la Tierra, y abrir el corazón, la mente y el espíritu a las vibraciones que allí se perciben, es posible que vosotros, en vuestro deseo de ayudar al planeta mismo, podáis enviar vuestro amor y preocupación sinceros al corazón de la Madre Tierra, porque ella siempre está receptiva a tales envíos de amor, y responde de manera muy vitalizadora con su capacidad de recibir e intensificar estas vibraciones de amor.

Este es uno de los medios mediante los cuales la sanación de vuestra Madre Tierra se hace posible, para que las entidades visualicen, de la forma que sea y que tenga significado para ellas, que vuestro planeta esté envuelto dentro de la vibración del amor. Esto que se crea dentro de vuestro ser, por vuestro deseo, es recibido por vuestra Madre Tierra como una función natural de su propio ser. Por lo tanto, tal conexión puede ser beneficiosa tanto para vosotros como para la Madre Tierra y para su población, que en su mayor parte no es consciente de las necesidades que ella tiene, o de su capacidad para satisfacerlas.

En este momento vamos a agradeceros a todos por invitarnos a participar en vuestro círculo de búsqueda. Nos sentimos muy honrados, queridos amigos, de estar con vosotros. El amor que compartís entre vosotros, para nosotros es evidente. La luz que emana de vuestro propio ser es igual de evidente, porque brilla hacia los más altos cielos. Sirve de faro para muchos. Nos conocéis como los de Q’uo. Os dejamos ahora, queridos amigos, como os encontramos, en el amor y en la luz. Adonai, vasu borragus.


  1. Ley del Uno, Libro IV, Sesión 89

    ¿Qué actitud mantenían antes de la cosecha aquellas entidades cosechables de Ra respecto a las que obviamente no eran aptas para la cosecha?

    Soy Ra. Los que teníamos el don de la polaridad sentíamos profunda compasión por los que parecían morar en la oscuridad, y nunca mejor dicho, pues nuestro planeta era rigurosamente luminoso en sentido físico; se realizaron todos los esfuerzos posibles por ofrecer todo lo necesario. No obstante, los del camino positivo tienen el confort de los compañeros y nosotros, los de Ra, hemos prestado mucha atención a las posibilidades de alcanzar la aptitud espiritual o metafísica, o de trabajo en el rayo índigo, mediante las relaciones con el prójimo. En consecuencia, la compasión por aquellos en la oscuridad se vio equilibrada por la apreciación de la luz.

    ¿Tendría Ra en esta confluencia la misma actitud hacia las entidades no aptas para la cosecha, o sería diferente al momento de su cosecha de tercera densidad?

    Soy Ra. No esencialmente. A los que desean permanecer dormidos no podemos ofrecerles más que el confort que envuelve al sueño, pues el servicio solo es posible en la medida en que se solicita. Estuvimos dispuestos a servir de todas las formas posibles, lo que parece suficiente como actitud hacia el prójimo de tercera densidad. Creemos que ser cada una de las entidades que uno se esfuerza por servir es simplificar la comprensión del tipo de servicio necesario o posible.