Hoy, nos gustaría hablar acerca de la naturaleza de las relaciones que se establecieron antes de encarnar. Cuando hayamos planeado acuerdos y lecciones para aprender de personas específicas, ¿cómo las hallaremos mientras estamos encarnados? ¿Qué tienen que ver nuestras vidas pasadas con estas relaciones? ¿Y qué más podéis decirnos sobre la naturaleza de las relaciones previas a encarnar?

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y hoy os saludamos a todos y cada uno de vosotros en el amor y en la luz. Os damos las gracias, queridos amigos, por honrarnos con vuestra invitación para dirigirnos a vuestro grupo esta tarde. Como siempre, es un honor estar con vosotros, pues estamos, en verdad, vinculados por el deseo de servir al Único Creador en todas las porciones y facetas del Uno que se nos hacen presentes en el día de hoy. Antes de esto, sin embargo, como tenemos por costumbre, os pedimos que toméis las palabras que hemos de ofreceros, las penséis bien, dejéis atrás las que no tengan sentido para vosotros, y uséis las que sí lo tengan como queráis. Esto nos otorga una mayor libertad para poder responder a vuestras consultas, ya que suprime la posibilidad de que os apliquemos cualquier tipo de impedimento o bloqueo a vuestros propios pensamientos, percepciones y acciones.

Hoy nos preguntáis cómo es que varios de vuestros grupos han sido capaces de encontrarse, diríamos, porque a medida que avanzáis en vuestro camino particular de búsqueda de conocimiento y servicio, os encontráis con entidades que os resultan de alguna manera familiares, con las que os sentís como si fuerais una familia en un sentido espiritual, y que vuestros principios son muy similares a los de los demás, cimentados en el doble anhelo de crecimiento y de servicio al prójimo para que los demás puedan crecer también. Las palabras y conceptos que se comparten son de alguna manera más fáciles de entender, de percibir, y se utilizan de una manera similar, aunque única, y existe la percepción subyacente de una procedencia común.

Antes que nada, quisiéramos confirmaros que esto es totalmente cierto. No todos vosotros tenéis una procedencia individual, estáis aquí en grupos, familias, clanes: la de aquellos que tienen, por así decirlo, una herencia espiritual que se remonta a muchas, muchas vidas dentro de esta ilusión, y muchas más vidas en ilusiones anteriores a ésta. Muchos de vosotros sois de otros lugares, como se ha dicho, habiendo acudido a este planeta a lo largo de los últimos miles de años, otros con más asiduidad, y con más frecuencia volviendo una y otra vez para ayudar a este planeta en su transición hacia la cuarta densidad del amor y de la comprensión. Tenemos conocimiento de este tipo de experiencia porque somos conscientes de que hay muchos de vosotros que son porciones de nuestro propio ser y que han traspasado el velo del olvido para unirse a otros de su misma mentalidad y de su misma clase para servir al Uno a través de los demás dentro de los planos de la Tierra.

Esta situación no es inusual, queridos amigos, porque es la forma en que todas las mentes grupales, como las denominaríais, o complejos de memoria social, ofrecen diversas clases de servicio a planetas como esta Tierra, tanto sobre el planeta, como dentro de los planos interiores, como desde el exterior al mismo, como una especie de sistema de ayuda, como podría describirse. Aventurarse en los planos de la Tierra requiere de una valentía considerable, podría decirse, porque el olvido es lo que borra, de un modo casi perfecto, los recuerdos que se encuentran en el interior de vuestro ser, y que describen el origen, las agrupaciones, las intenciones, los planes, etc… que son necesarios para que se realice un esfuerzo conjuntado con el fin de ser útiles en el servicio a un planeta como lo es la Tierra. [Este planeta está] pasando por un momento difícil de transición, con gran parte de su población distribuida por todo el espectro, desde el anaranjado hasta el amarillo, pasando por el verde, e incluso algunas vibraciones azules e índigo, y carece de la capacidad de unirse en la búsqueda y de progresar en una sola dirección como población planetaria. Por lo tanto, se les presenta un gran reto a aquellos errantes que vienen de otros lugares cuando entran en los planos de la Tierra y participan plenamente como seres humanos de tercera densidad con tan solo un mínimo vislumbre de que están más comprometidos, por así decirlo, con el servicio y la búsqueda de la verdad que una entidad convencional de la Tierra.

En este momento vamos a transferir este contacto al que conocemos como Steve. Somos los de Q’uo.

(Canaliza Steve)

Soy Q’uo, y estamos con este instrumento. Ahora os invitamos a dar un paso atrás por un momento, y a considerar esta cuestión desde el punto de vista del residente común de la tercera densidad, para quien la experiencia que se ha de vivir implica el hecho de polarizarse hasta el punto de que sea posible avanzar hacia experiencias de densidades más elevadas sobre una base firme, digamos. El olvido es algo normal en la experiencia de tercera densidad, y os invitamos a que consideréis la cuestión del papel que juega el olvido en la configuración de vuestra experiencia de vida visto desde el punto de vista del libre albedrío, ya que creemos que todos vosotros comprendéis que el libre albedrío forma parte de la esencia de la creación cuando se trata de la evolución de los complejos mente/cuerpo/espíritu individualizados.

Con vuestro libre albedrío ejercitáis una facultad que es exclusivamente vuestra. Y ocurre que en el ejercicio de ese albedrío, que por lo general para vosotros permanece en un segundo plano, no veis la profundidad ni el fondo de vuestras propias motivaciones. No veis la profundidad ni el fondo del origen de los eventos que os suceden ni de los impulsos que os sobrevienen. Estáis más bien en una situación en la que vuestra consciencia se desliza sobre la superficie de aguas muy profundas, si se nos permite decirlo así, y lo que creéis que es la causa de cierta acción, de cierto plan de conducta por vuestra parte, puede que no sea todo lo que dais por sentado, puede que tenga una dimensión, puede que tenga un contenido, puede que tenga sus raíces en una realidad más profunda de lo que podáis imaginar. Eso también es lo normal en la tercera densidad.

Ahora bien, es cierto que en el caso de aquellos de vosotros que habéis dedicado un tiempo significativo al trabajo espiritual, incluyendo, digamos, la meditación diaria, sois capaces de profundizar un poco más en las fuentes de la vida motivacional en la que nadáis, y sois capaces de percibir, tal vez, resonancias más profundas de las acciones que emprendéis, de los acontecimientos que sufrís y de las experiencias que vivís sobre la superficie de ese fenómeno al que llamáis vuestra consciencia. Esto es, cuando conocéis a alguien nuevo, podéis sentir por ejemplo que hay algo vagamente familiar que está en juego aquí—hay algo vagamente oportuno en este encuentro, aunque no tenéis la capacidad de decir exactamente lo que es, y desconocéis de qué manera se ha llegado al hecho de presentaros ante esta persona a la que acabáis de conocer.

Sin embargo, nos gustaría sugeriros que este fenómeno que llamáis consciencia tiene dimensiones que se hallan ocultas. Ahora bien, el hecho de que estén ocultas no significa que no sean parte de vuestro sistema de consciencia, ni tampoco significa que vuestro libre albedrío no alcance esos niveles de vuestro propio ser, por lo que podría parecer que los eventos que os desbordan lo están haciendo de una manera que sortea por completo vuestro libre albedrío y, sin embargo, podemos decir, en un plano más reflexivo, que estos eventos burbujean desde un lugar más profundo dentro de vuestro propio ser, donde hay inteligencia en acción, hay libre elección en la actividad, pero de tal manera que el pequeño yo que habéis configurado para ayudar a llevaros a través de los acontecimientos de vuestra vida diaria no es capaz de identificar este proceso, y por lo tanto no es capaz de identificar sus movimientos, ni sus impulsos, ni sus motivaciones, de modo que lo que sube a la superficie podría parecer sencillamente como algo que os sobreviene o que os pilla desprevenidos.

Cuanto más os desarrolléis espiritualmente, más os percataréis de que muchos de estos eventos que os pillan desprevenidos, provienen de porciones más profundas de vuestra experiencia de vida que subyacen bajo la superficie, y en algunos casos, muy por debajo de esa superficie.

Ahora, también os sugerimos que cuanto más profundamente penetréis en las raíces de la mente—y podréis aprender a hacerlo, paso a paso, a través del proceso de expandir el alcance de vuestras meditaciones—menos restrictiva o angosta se tornará la naturaleza de vuestro ser y, hasta cierto punto, diremos que también será menos individualizada, de tal manera que haya un lugar, una reserva del ser, digamos, en la raíz de las profundidades de vuestra mente, donde estáis ya en condiciones de compenetraros con otras entidades espirituales, también inteligentes, también, en muchos casos, encarnadas al mismo tiempo que vosotros.

Y así, desde este punto de concordancia, habrá una vez, y otra, y otra vez más un ascenso a la superficie en los patrones de vida de aquellos que viven bajo el velo, de ciertas indicaciones, ciertas oportunidades, podríamos decir, para tomar el camino que inevitablemente os conducirá a la proximidad de los otros yoes con los que tenéis esta profunda conexión. Ahora bien, también diremos que en un nivel previo a encarnar, muchos de estos patrones han sido pensados de antemano. Ahora bien, diremos “pensados de antemano” en lugar de “programados de antemano”, pues queremos subrayar que el rol del libre albedrío es irreductible. No se puede suprimir. Y se aplica doblemente cuando se tiene en cuenta que el velo está en su lugar. Y así, siempre se le da a un complejo encarnado de mente/cuerpo/espíritu la oportunidad de apartar la mirada para rehusar el catalizador que se le ofrece desde lo más profundo de su ser, y esa posibilidad también se anticipa y se tiene en cuenta como una eventualidad que le pueda ocurrir a aquéllos que se encarnan.

Así que ningún plan que pueda establecerse antes de encarnar nunca es tal que sea definitivo en modo alguno. Todos los preparativos se hacen en base a una especie de expectativa que surgirá de las dimensiones intuitivas de vuestro proceso de formación del conocimiento de quiénes sois. Y puede parecer absolutamente misterioso que, desde el cúmulo de posibilidades que se os ofrecen en vuestra experiencia de superficie, seáis capaces de seleccionar esos pocos caminos de comportamiento, de planificación, de conducta, que os lleven a relacionaros con aquellos con los que tenéis esas conexiones más profundas, esas expectativas más profundas, esas relaciones a las que no denominaremos en absoluto como un plan sino que, en vez de eso, lo registraremos simplemente como esperanza, lo registraremos sencillamente como como un deseo, lo registraremos sencillamente como una necesidad.

Vuestras necesidades, vuestros deseos, vuestras esperanzas vienen de algún lugar del que por lo general no sabéis donde, vienen de algunas profundidades que pocos dentro de vuestro ámbito de experiencia han sondeado, pero que podéis aprender a sondear poco a poco, y una de las mejores formas de hacerlo es, de hecho, reflexionar acerca de la forma en que os las habéis arreglado para cruzarnos con aquéllos que os estimulan precisamente de la forma en que lo hacen, y en ese estímulo, podríamos sugerir que encontraréis el trabajo del amor; Aunque con bastante frecuencia la experiencia del estímulo, o lo que denominamos catalizador, puede, de hecho, parecer cualquier cosa menos la del amor, porque podéis ser cuestionados, podéis veros en repetidas ocasiones sacados de quicio. Y cuanto más creáis que os habéis adaptado a una configuración que habéis conseguido en la superficie de vuestra conciencia, más preparados estaréis para veros una vez más y a través de algún evento catalítico, expulsados de vuestra zona de confort. Quisiéramos sugerir que estas oportunidades constituyen una ocasión magnífica de comenzar un proceso para indagar en las resonancias más profundas de aquellos eventos que tienen lugar en la superficie de vuestra experiencia, y resulta particularmente valioso cuando no se trata tan solo de un evento externo que os acontece, sino de un encuentro con otra inteligencia, trayendo a vuestra esfera de conciencia dimensiones, profundidades, necesidades, deseos y esperanzas que, tras una reflexión en profundidad, hallaréis que resuenan profundamente con las vuestras propias.

Y es que, si os permitís estar abiertos a la experiencia, podréis encontrar que no solo algunos de los que llegan a vuestra vida os resultarán familiares, sino que algunas circunstancias adquirirán una especie de resonancia que sugiere reconocimiento, que sugiere una especie de conveniencia o idoneidad inusitada, y aceptando esta conveniencia o idoneidad, podréis hacerla más poderosa hasta el punto de que se liberen sus potencialidades. Algunas veces estos potenciales involucran la oportunidad de una gran sanación, y por lo tanto pueden responder a una necesidad de sanación a la que vosotros, en conjunción con aquel con quien estáis en tándem, habéis sentido la necesidad de someteros.

A veces la resonancia sugerirá un potencial de servicio de carácter gratuito, en el sentido de que no está basado en una necesidad personal que vosotros o vuestro interlocutor hayáis sentido, sino que más bien responde a una necesidad que se percibe en el seno de la esfera planetaria misma. Y en el caso de muchos, muchos errantes, es precisamente esta configuración la que está en juego, pues la tarea de un errante no se limita a encarnar para refinar los elementos de la personalidad que se han descubierto como menos que plenamente refinados—que también forma parte de su propósito—sino para servir, para servir al planeta, para servir a los que en el planeta se esfuerzan por lograr, en el tiempo presente, su graduación de la cuarta densidad.

Hay ataduras, por así decirlo, o marañas, o bloqueos, o impedimentos en el nivel de la mente grupal que busca surgir, y cada uno de los aquí presentes ha asumido la muy difícil tarea de dejarse insertar en una masa de energía enredada y difícil. Ha habido considerable reflexión sobre cómo podría llevarse a cabo de tal manera que, al entrar en contacto unos con otros, pudierais encontraros en disposición de resolver algunos de estos embrollos, lo que pudiera dar como resultado el beneficiar a la mente grupal. La parte más significativa de vuestra tarea, por así decirlo, es la de emprender este trabajo. Esto significa que no solo os estáis dedicando a resolver problemas residuales de vuestra búsqueda espiritual pasada, sino que os estáis dedicando a sanar energías que habéis permitido que irrumpan en el interior de vuestro propio ser, aparentemente desde el exterior, y mientras lo hacéis, podéis veros comportándoos de una forma que os podría sorprender.

Podrías veros como alguien en el que difícilmente os reconoceríais. Podríais veros a vosotros mismos como alguien a quien difícilmente podríais aprobar, y podríais encontraros expuestos a esta situación entrando en contacto con alguien que pueda veros en aquella actitud con la que habéis hecho mucho daño para vuestra vergüenza. Y, de hecho, podemos decir que la horma del zapato puede estar también en otro pie, es decir, en el otro con el que de algún modo habéis estado en contacto de manera profunda, que puede ser igualmente descubierto, expuesto, y se os puede dar la oportunidad de verlo avergonzado ante vuestros ojos. La energía sanadora es siempre la del perdón. Os sugerimos que se os dé la oportunidad de perdonaros por una conducta que, en una parte muy profunda de vuestro complejo mental encontráis imperdonable, y se os dé la oportunidad de perdonar la acción en relación con vosotros mismos de otra persona que encontréis igualmente imperdonable.

Perdonar es sanar; Sanar es eliminar el bloqueo; Eliminar el bloqueo es dar acceso de una porción de energía desde un pozo profundo a otra parte que ha sido tapiada de aquella, y mediante un trabajo de esta naturaleza, de manera lenta pero segura, es posible crear una situación en la que el catalizador que burbujea desde lo profundo, desde lo más profundo, encuentre en lo sucesivo y cada vez más un punto de salida a la superficie, de tal manera que lleguen a aflorar el dolor, el tumulto, la disonancia del complejo planetario, y pueda poco a poco empezar a sanar, pueda poco a poco empezar a entrar en una configuración unificada, donde la búsqueda no sea una actividad tan vejada, donde la búsqueda no se vea conducida de vuelta a sí misma a un nivel individual, sino que más bien sea capaz de llegar a los demás como forma de ayuda a aquellos que la busquen.

Ahora bien, la necesidad de este apoyo ha sido debidamente considerada antes de encarnar, y por lo tanto, podemos decir que ha sido cuidadosamente diseñada de tal manera que aquellos que, por ejemplo, se sienten errantes, ya dispondrán de una especie de apertura a una energía que surge de las raíces de la mente y que anhela vibrar en armonía y en conjunción con una energía similar, con una energía que puedan ser capaces de reconocer, con una energía de la que podrían sentir que forman parte, por así decirlo. Y por esta razón es una experiencia habitual que los errantes se encuentren entre sí—siempre y cuando no estén tan traumatizados por la aisladora experiencia de hallarse encarnados tras el velo que se retraigan dentro de un caparazón, que es el único lugar en el que algunos han sido capaces de encontrar refugio.

Esto ocurre, queridos amigos, y ocurre más de lo que nos gustaría. Pero esa posibilidad tampoco es algo imprevisible, porque como decimos, la naturaleza misma de la experiencia que individualiza, considerada en su totalidad, es la del libre albedrío. Y por eso sucede que llegáis a evitar encontrar en vosotros mismos esas resonancias que os ponen en contacto y comunión con aquellos a quienes estáis dispuestos a amar. Si no fuera por esa posibilidad, el libre albedrío no jugaría su papel. Si no fuera por la posibilidad de que no pudieseis tener vuestra reunión, el encuentro no tendría el significado que tiene en el caso de que se produzca realmente.

Así que aquí existe un equilibrio, queridos amigos. Está aquello que tiene la naturaleza de una anticipación inteligente, es la forma en que lo describiríamos, y está también aquello que tiene la facultad de ignorar lo que, esperanzados, podríais anticipar que sea, un encuentro crucial con aquellos que os conciernen de una manera más profunda. Queridos amigos, aquí nadie ha mantenido todos los encuentros posibles. Es casi inaudito que cada parte del catalizador, que cada oportunidad se realice plenamente en la tercera densidad, porque el velo del olvido es un instrumento muy, muy poderoso. Habiendo dicho esto, también os diremos que si rastreáis las conexiones entre vosotros, la aparente coincidencia de uno u otro evento que os ha llevado a encontraros, y a tomar contacto, y a empezar a combinar vuestras energías con otros de mentalidad parecida, con otros de inclinación espiritual similar, veréis que el trabajo de estos profundos anhelos mutuos ha fructificado.

Y así, diremos que desde las profundidades a donde vuestra consciencia pueda, de una forma disciplinada, comenzar a llegar, descubriréis un sistema de potencialidades que podréis aprovechar, y que podrán conduciros hacia direcciones que, si tan solo siguierais a la mente consciente en la superficie, quizás nunca encontraríais. Cuanto más profundo vayáis, más profundas pueden llegar a ser estas conexiones, y más potencialidades desbloquearéis. Queridos amigos, os encomendamos a un firme compromiso, y es que os comprometáis a desbloquear estos potenciales en nombre del servicio a los demás.

Creemos que sois muy conscientes de que estos potenciales también están disponibles para ser atraídos a un servicio que no abandona la órbita del yo. Si os comprometéis a servir a los demás, os habréis comprometido a permitir que el planeta mismo se sane en vuestra persona, y esto os hará muy, muy vulnerables, y os preguntaréis de dónde sacaréis fuerzas para resistir a ese nivel y con ese grado de vulnerabilidad, y os diremos que la fuerza la obtendréis de lo profundo, desde las profundidades en las que vosotros sois ya una sola cosa, donde ya habéis sanado, y donde ya estáis junto a aquéllos con los que habéis constituido un vínculo de unión del ser muy profundo.

Somos los de Q’uo, y en estos momentos vamos a dejar a este instrumento en el amor y la luz, y volver al que conocemos como Jim, para preguntar si hay más consultas. Soy Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai.

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento. En estos momentos nos gustaría conocer si hay alguna consulta de de la que podamos hablar antes de terminar esta sesión.

Q’uo, cuando el buscador desea activar, aclarar y equilibrar sus centros de energía, entiendo que el buscador trabaja con el contenido de su experiencia—trabaja con los pensamientos, los sentimientos, la relación con los otros yoes, con el yo, y así sucesivamente; y con el hecho de que al reconocer el catalizador, al aceptarlo y equilibrarlo, entonces se activan, se despejan y se equilibran los chakras en lo que se corresponde a dicho catalizador.

Entonces, mi pregunta es: ¿Tiene algún valor el trabajar con los centros de energía como colores, como luces, como lugares en el cuerpo, sin trabajar con la experiencia correspondiente? Por ejemplo, ¿estoy haciendo algún trabajo si visualizo mi rayo naranja como un naranja brillante y lleno de luz, sin trabajar realmente en lo que podría estar bloqueando el rayo naranja? Por favor, si pudierais, comentadlo.

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermano. Cualquier buscador de la verdad puede utilizar la habilidad de visualizar e intensificar los centros de energía dentro de su propio sistema de centros con el fin de despejarlos momentáneamente, energizarlos y hacerlos más capaces de transmitir energía, si así lo desea, utilizando las técnicas que has mencionado de la visualización y la imaginación, y así, durante un corto período de tiempo, utilizar un proceso que está siendo utilizado para recibir información, como la está recibiendo este instrumento de nosotros. Esta es una técnica útil para hacer más eficiente la transmisión de la luz, de la energía, de la información, a través de los chakras.

Sin embargo, el proceso de equilibrado mismo es el más dilatado, diríamos. El tipo de desbloqueo o clarificación de los centros de energía comprometido en el proceso de equilibrio es el que trabaja con las elecciones previas a encarnar que han sido asignadas a varios de los centros de energía en función de la evaluación de los buscadores sobre su propia eficiencia en la recepción y transmisión de la energía inteligente del Único Creador, como lo es su porción diaria de información o de inspiración que revitaliza a los complejos mente/cuerpo/espíritu.

¿Hay alguna otra pregunta, hermano?

Una breve de seguimiento. Creo que estabais señalando en esta… Me gustaría pedir una aclaración. Si durante el proceso de visualización de los propios chakras, si percibes que un chakra en particular se ha debilitado en tu visualización, ¿Podría ser esto una indicación de que está realmente bloqueado, o debilitado, o en desequilibrio, o que necesita ser trabajado?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermano, y creemos que en esta estimación estás, de hecho, en lo cierto.

¿Hay alguna otra pregunta, hermano?

No, gracias.

Soy Q’uo, y te damos las gracias, hermano.

¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Mencionasteis una luz, un color y una vibración que emanan de las entidades en esta tercera dimensión. ¿Existe un color en particular, una luz, una vibración en la que una entidad individual, como el yo, lo que consideraríamos nuestro pequeño yo, vibre como un color predominante, por lo general de acuerdo con el propósito del alma, o las realizaciones de la encarnación anterior?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermana. De hecho es así. Hay varios tipos de energías vibratorias que son perceptibles por quien sea capaz de ver el aura, o el efecto combinado de la energía de todo el sistema energético de una entidad. La cualidad primordial de una encarnación por lo general se hace evidente en algún nivel dentro del sistema de centros de energía o chakras. A menudo hay una combinación de centros de energía en los que se trabaja para lograr un equilibrio general en la identidad del alma, digamos. Si, por ejemplo, el centro de energía de los rayos amarillos es brillante, y el centro de energía de los rayos verdes es algo más tenue, pero activo, esto podría sugerir que esta alma o buscador en particular está trabajando para pasar del tercer rayo de la conciencia de grupo (que es lo que denota la experiencia de la tercera densidad) a la cuarta densidad, que expande la definición de la experiencia de la energía de grupo a la de las energías universales del amor, que es incondicional y que abarca a todos. Si hay más trabajo que pueda hacerse por tal entidad en los centros de energía de los rayos azul e índigo, estos se le mostrarán a alguien que pueda percibir su vibración viendo su color o sintiendo la vibración como algo más tenue, pero con una activación incipiente en marcha.

Así, si uno pudiera observar todo el espectro de colores del sistema de chakras, se tendría una visión general con predominio del rayo amarillo, el rayo verde con un rol o expresión de vibración secundario, y el ser azul e índigo, digamos, más tenue alrededor de la periferia, o del perímetro de la manifestación del conjunto de energías. Estos colores y vibraciones también estarían incorporados dentro del color de la verdadera densidad de la entidad, su vibración natal cuando se trata de lo que llamáis el errante, que se ha encarnado desde la cuarta, quinta o sexta densidad. Por ello, esta coloración de la vibración natal acunaría las vibraciones de la encarnación de una manera que sería muy parecida a la de un arco iris circundando a la entidad.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

No, muchas gracias.

Soy Q’uo, y te damos las gracias.

¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Q’uo, en algunas canalizaciones hace tiempo habíais dejado caer una reflexión acerca de que una de las dificultades de nuestra experiencia actual en la Tierra es la mezcolanza del rayo naranja, del rayo amarillo y de los seres activados por el rayo verde, e indicasteis que había una manera de armonizar esos diversos centros entre nuestra población. ¿Conocéis algo que podáis compartir con respecto a cómo nuestro planeta podría armonizar esa perspectiva tan dispar y discordante?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermano. Se trata de un concepto muy difícil de transmitir, pero intentaremos que quede algo más clara nuestra afirmación de un período de sesiones anteriores a la que te has referido.

Hay una conexión entre todas las entidades en el planeta tierra dentro de la mente inconsciente, ya que todas contribuyen con parte de su experiencia, a un nivel muy básico o primordial, a la mente inconsciente. Esto es una parte más de las elecciones previas a encarnar hechas por cada entidad que ahora habita en vuestra ilusión de la tercera densidad. Estas elecciones se hicieron antes de comenzar las encarnaciones, por lo tanto, se hicieron antes de que el velo cayera entre la mente consciente e inconsciente. Por lo tanto, estas elecciones son más puras en su búsqueda del amor, para experimentar y dar amor incondicional, porque éste es el requisito de esta densidad particular para permitir que aquellos que sean capaces de hacerlo puedan graduarse o ser cosechados en la cuarta densidad del amor y de la comprensión.

Por lo tanto, diríamos en un sentido simbólico que partiendo de este concepto general de amor existe una base sobre la que se apoya cada ser consciente de tercera densidad, y que intenta más o menos conscientemente, usualmente de forma inconsciente, seguir progresando. Sin embargo, hay percepciones erróneas de la mente consciente que en algunos casos llegan a ser una porción cada vez mayor del comportamiento consciente de muchas entidades, percepciones que las mantienen atascadas en los centros de energía de los niveles inferiores del naranja y el amarillo y, ocasionalmente del rojo también, cuando se hace muy difícil lograr un sentido de supervivencia y de vitalidad. Los bloqueos de estas energías impiden que el individuo que los experimenta pueda percibir el influjo de su propia mente inconsciente, influjo que se halla presente en todos los catalizadores que sobrevienen antes de que el individuo se de cuenta de ello de forma consciente.

Por ello, hay mucha percepción errónea acerca del catalizador, el cual podría aprovecharse para mejorar los fundamentos de la energía del rayo verde, que es el propósito de la encarnación. Si para un gran número de entidades en este estado de bloqueo pudiera darse una condición de percepción o comprensión que unificara a dichas entidades a un nivel muy básico de su propio ser, entonces sería posible que una gran parte de la población de un planeta pudiera unirse con su capacidad de percibir un catalizador de índole significativa a nivel global que pudiera hacer que desaparecieran los bloqueos, y que esta energía básica del amor se liberase en la mente consciente.

Sin embargo, nos resulta difícil imaginar exactamente, en el marco de tantas culturas que hay en vuestro planeta en particular, qué tipo de percepción o suceso de masas podría, de forma efectiva, liberar la energía bloqueada. Sería esperanzador que una filosofía unificada de amor y aceptación de los demás pudiera comenzar a arraigar y extenderse a través de las diversas culturas del mundo. Sin embargo, existe tal división y animosidad entre las diversas religiones, filosofías, estructuras políticas y sociales, que esto parece muy poco probable.

Ahora bien, el tipo de experiencias que pueden unificar conciencias también pueden provenir de lo traumático—de las guerras, de la muerte y de la destrucción en un determinado lugar, y que sea de una naturaleza tan cataclísmica que todo el planeta se enfoque en él durante todo el tiempo que lo experimente, y los bloqueos que han impedido que la energía del rayo verde pueda liberarse, se liberen conforme vuestros sistemas de comunicación proporcionen una cobertura en profundidad de lo que sería un desastre de tal magnitud, ya se trate de guerras, de dificultades geofísicas medioambientales, o cualesquiera que sea la naturaleza traumática de la catástrofe, y por un instante sería posible para toda la población, con vuestros sistemas de comunicación, que tomase conciencia de la terrible situación por la que estuviera pasando una porción de la consciencia planetaria, de modo que se liberasen a escala planetaria las vibraciones solidarias del amor, de la comprensión, de sentirse concernidos; y en ese momento, quizás, toda la población podría fijar el rumbo de la brújula y orientarla en la misma dirección.

¿Hay alguna pregunta de seguimiento, hermano?

Solo una consulta breve, muchas gracias, Q’uo. Nos indicáis que en un nivel pre-encarnacional las almas desean graduarse. Desean aprender las lecciones del amor, pero encarnan y hay bloqueos y desavenencias. La mente de masas misma ¿puede manifestar un acontecimiento como el que describís para lograr esa unidad? ¿O acaso en la superficie de este planeta hay una división tan profundamente arraigada que no contamos con una mente de masas que funcione como un todo?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu pregunta, hermano. Tal como lo percibimos, la actual mente de masas del Planeta Tierra es consciente, como una unidad, como un ser, de la necesidad de enfocarse tanto en los niveles más altos de la mente inconsciente como en los de la mente consciente, para ser catalizados a la acción, ya que el tiempo apremia para que la cosecha pueda incluir a todos. Hay, de vez en cuando, varias frecuencias vibratorias provenientes de fuentes cósmicas más allá de este sistema solar que recibe la mente de masas de vuestro planeta, y que la energizan de tal forma que se presentan oportunidades a personas por todo el mundo para que, durante un breve espacio de tiempo, liberen y relajen las defensas que retienen los bloqueos que impiden avanzar a las energías del rayo verde.

Estos períodos en los que se relajan las tensiones en el interior de la gente son de naturaleza cíclica, y hasta donde sabemos, no se pueden predecir a escala de la totalidad de la población del planeta, sino solo en grandes porciones de entidades que son de la misma vibración que la de su planeta de origen, esto es, aquellas entidades que se han reincorporado a la tercera densidad en este planeta en particular para repetir la tercera densidad que ya se experimentó en su anterior planeta de origen. Así pues, dependiendo de la experiencia combinada de tales poblaciones planetarias, es posible que pueda darse un acercamiento más progresivo hacia una percepción más armoniosa de todos los demás yoes que podría, en un momento dado, conducir al mismo direccionamiento del rumbo de la brújula. Esto, sin embargo, es más difícil de predecir porque, como ya dijimos, son varias las procedencias para los diversos pueblos que habitan en el Planeta Tierra.

En este momento debemos despedirnos de este instrumento porque está algo fatigado, y tiene dudas sobre su capacidad para percibir correctamente lo que le proporcionamos como información a transmitir.

Os damos las gracias a cada uno de vosotros por habernos invitado hoy a estar presentes. Para nosotros ha sido un gran honor estar aquí. Siempre nos inspiráis con vuestro gran anhelo por buscar la verdad y compartirla con todos los que os rodean. Nos enseñáis, mientras departimos con vosotros, lo que es avanzar valiente, decidida y perseverantemente en una ilusión muy difícil, la de la tercera densidad. Tenemos nuestro corazón totalmente abierto para con vosotros, queridos amigos, a la vez que sentimos que tenéis abiertos vuestros corazones para nosotros.

En este momento, vamos a despedirnos de este grupo. Os dejamos a cada uno de vosotros en el amor y en la luz, en la paz y en el poder. Nos conocéis como los de Q’uo. Adonai, vasu borragus.